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Paz y Ciencia

jueves, 20 de febrero de 2014

Ibone Olza y la lactancia prolongada


Ibone Olza - El placer de la lactancia prolongada


La semana pasada tuve el placer de escuchar por primera vez a Ibone Olza en la charla “El placer de la lactancia prolongada” que organizaba la asociación Entre Mamás. Como ella misma se describe, Ibone Olza es siquiatra infanto-juvenil y perinatal, profesora en la Universidad Autónomade Madrid, investigadora y escritora, además de madre de tres hijos.

La verdad es que me supo a poco y es que en una hora un tema como este se queda corto de tiempo. Aún así me encantó poder escuchar a esta gran mujer, que tanto lucha por el bienestar infantil y maternal, el parto y la lactancia.

Ibone comenzó con lo que sería la edad normal del destete. Según la antropología la edad natural del destete estaría entre los dos años y medio y los siete años, esas serían lactancias normales y fisiológicas. Por lo tanto, todo destete anterior a esas edades tendría que ser considerado destete temprano, y habría que ver qué secuelas se producen en esos destetes antes de tiempo (sean por el motivo que sean).

“La lactancia artificial es el experimento más duradero, sin grupo de control ni consentimiento informado en la historia de la medicina” Frank Oski

Sabemos de los efectos a corto plazo de la lactancia artificial, pero qué sucede con los efectos a largo plazo. Un cambio en la alimentación de una especie debe tener sus consecuencias. Es algo que llevo tiempo planteándome, se oye mucho decir eso de “esas enfermedades antes no existían (o no estaban tan extendidas), todo es por culpa de la contaminación”, hasta yo creía eso hasta que me convertí en madre y empecé a leer sobre lactancia materna y lactancia artificial. Realmente, como Ibone, creo que deberían llevarse a cabo estudios sobre los efectos a largo plazo en nuestra especie no sólo de la introducción de la lactancia artificial, sino de ese cambio de alimentación (desdeñando el alimento diseñado exclusivamente para el ser humano) sin experimentación previa, justo cuando más vulnerables somos y todos nuestros sistemas y nuestro cuerpo está en plena formación y desarrollo. E incluso, proponía Ibone, estudios sobre el reequilibrio de la salud de la propia madre lactante.

Todo lo que sucede los primeros años programa la salud futura. A mayor duración de la lactancia mayor beneficios para madre e hijo, incluso para la sociedad. De hecho no es hasta los 6 ó 7 años cuando madura el sistema inmunológico

Es increíble el punto al que llegaban, y todavía continúan haciéndolo, algunos psicólogos al tachar, sin ningún fundamento científico, a las madres lactantes de pervertidas, de empeñarse en lactar para evitar la intimidad con la pareja, o para favorecer la dependencia del hijo o incluso el abuso sexual de los hijos. Esas afirmaciones provenientes de supuestos expertos han hecho mucho daño, convirtiéndose en falsos mitos, a la lactancia materna, poniendo en el punto de mira a mamás y niños que deciden prolongar la lactancia más allá del tiempo socialmente aceptable.

Puso un par de ejemplos de estudios sobre lactancia prolongada. La Dr. Karleen Gribble (enfermera australiana) en un estudio a 107 mujeres lactantes y sus hijos, llegó a la conclusión de que la mayoría de estas mujeres no se habían planteado amamantar durante tanto tiempo, de hecho muchas habían tenido problemas al inicio de la lactancia y les parecía raro cuando sabían de niños mayorcitos amamantados, pero fue precisamente eso, el ver a otras madres lactar a bebés y niños grandes y el placer de la lactancia con sus hijos lo que les llevó a continuar. Kathleen Kendall, en un estudio sobre las consecuencias sociales sobre la lactancia prolongada destacó el estigma social al que son sometidas muchas veces estas madres.

En las preguntas que se hicieron al final salieron también temas interesantes como la agitación del amamantamiento, algo por lo que no todas las madres lactantes pasan, pero también algo que no todas las madres lactantes conocen incluso cuando les sucede. Es un tema que me gustaría tratar con detenimiento en otro post, pero si os interesa leer sobre ello os invito a leer la experiencia de María M., en su blog Crianza con Apegoaquí.


A pesar del poco tiempo la conclusión fue clara, hay que visibilizar la lactancia prolongada, salir del armario. Es la manera de que se vea, de que otras madres lo vean y aprendan, porque muchas mujeres poco o nada han visto sobre lactancia materna. Hacer que se visualice la lactancia prolongada es la mejor forma para lograr que esta sea vista como habitual y normal, porque realmente lo es.

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