La vida es darse. Darse, no hay alegría más alta. Eduardo Galeano
LAS HORMIGAS
Tracey Hill era niña en un pueblo de Connecticut, y practicaba entretenimientos propios de su edad, como cualquier otro tierno angelito de Dios en el estado de Coneccticut o en cualquier otro lugar de este planeta.
Un día, junto a sus compeñeritos de la escuela, Tracey se puso a echar fósforos encendidos en un hormiguero. Todos disfrutaron mucho de este sano esparcimiento infantil; pero a Tracey le impresionó algo que los demás no vieron, o hicieron como que no veían, pero que a ella le paralizó y le dejó, para siempre, una señal en la memoria: ante el fuego, ante el peligro, las hormigas se separaban en parejas, y de dos a dos, bien juntas, bien pegaditas, espreaban la muerte.
El Libro de los Abrazos
AMARES
Nos amábamos rodando por el espacio y éramos una bolita de carne sabrosa y salsosa, una sola bolita caliente que resplandecería y echaba jugosos aromas y vapores mientras daba vueltas y vueltas por el sueño de Helena y por el espacio infinito y rodando caía, suavemente caía, hasta que iba a parar al fondo de una gran ensalada. Allí se quedaba, aquella bolita que éramos ella y yo; y desde el fondo de la ensalada vislumbrábamos el cielo. Nos asomábamos a duras penas a través del tupido follaje de las lechugas, los ramajes del apio y el bosque de perejil, y alcanzábamos a ver algunas estrellas que andaban navegando en lo más lejos de la noche.
El Libro de los Abrazos
http://youtu.be/D1vlRqebjao Amaral -El Artista del Alambre- Compañeros de mi tierra, de mi ciudad: Zaragoza. Ahora viven en Madrid y el último disco ha sido autoeditado. "Capital del reino, de mentiras llenos, todos eran buenso chicos, y ahora quién se acuerda... Quién te va querer ahora, y ahora que la luz del día brilla sobre tus pupilas, quién se va creer tu historia, quién se va a creer tu historia..."
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