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Paz y Ciencia
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miércoles, 28 de diciembre de 2016

La enajenación de la sombra

Nosotros no podemos percibir directamente el dominio oculto de la natureza ya que ésta, por su misma naturaleza, resulta difícil de aprehender. La sombra es peligrosa e inquietante y parece huir de la luz de la conciencia como si ésta constituyera una amenaza para su vida.
El prolífico analista junguiano, James Hillman dice: "El inconsciente no puede ser consciente, la luna tiene a su lado oscuro, el sol también se pone y no puede brillar en todas partes al mismo tiempo y aún el mismo Dios tiene dos manos. La atención y la concentración exigen que ciertas cosas se mantengan fuera del campo de nuestra visión y permanezcan en la oscuridad. Es imposible estar en ambos lugares al mismo tiempo".
Así pues, sólo podemos ver a la sombra indirectamente a través de los rasgos y las acciones de los demás, sólo podemos darnos cuenta de ella con seguridad fuera de nosotros mismos.
Pretendemos expulsar la sombra proyectando y atribuyendo determinadas cualidades a los demás en un esfuerzo inconsciente por desterrarlas de nosotros mismos.
Marie-Louise Franz ha insistido en que el mecanismo de proyección se asemeja al hecho de disparar una flecha mágica. Si el receptor tiene un punto débil como para recibir la proyección la flecha da en el blanco. Así, por ejemplo, cuando proyectamos muestro enfado sobre una pareja insatisfecha, nuestra flecha da en el blanco y la proyección tiene lugar estableciéndose, a partir de entonces se produce un misterioso vínculo entre el emisor y el receptor, cosa que ocurre cuando nos enamoramos.
Nuestra sombra personal contiene todo tipo de capacidades potenciales sin manifestar, cualidades que no hemos desarrollado ni expresado. Nuestra sombra personal constituye una parte del inconsciente que complementa al ego y que presenta aquellas características que nuestra personalidad consciente no desea reconocer y, consecuentemente, repudia, olvida y destierra a las profundidades de su psiquismo sólo para reencontrarlas nuevamente más tarde en los enfrentamientos desagradables con los demás.
Aunque no podamos contemplarla directamente, la sombra aparece continuamente en nuestra vida cotidiana: chistes, lo divertido o el descubrimiento de un tabú corporal.
La psicoanalista inglesa Molly Tuby describe seis modalidades para descubrir la sombra en nuestra vida cotidiana:

- En los sentimientos exagerados respecto de los demás.
- En el feedback negativo de quienes nos sirven de espejo.
- En aquellas relaciones en las que provocamos de continuo el mismo efecto perturbador sobre diferentes personas.
- En las acciones impulsivas o inadvertidas.
- En aquellas situaciones en las que nos sentimos humillados.
- En los enfados desproporcionados por errores cometidos por los demás.

También podemos reconocer la inesperada irrupción de la sombra cuando nos sentimos abrumados por la vergüenza o la cólera o cuando descubrimos que nuestra conducta está fuera de lugar. Pero la sombra suele retroceder con la misma prontitud con la que aparece porque descubrirla puede constituir una amenaza terrible para nuestra propia imagen.

Laing describía poéticamente el reflejo de negación del siguiente modo:
"El rango de lo que pensamos y hacemos
está limitado por aquello de lo que no nos damos cuenta.
Y es precisamente el hecho de no darnos cuenta
lo que impide
que podamos hacer algo
por cambiarlo.
Hasta que nos demos cuenta
de que no nos damos cuenta
seguirá moldeando nuestro pensamiento y nuestra acción".

Si la negación persiste, como dice Laing, ni siquiera nos daremos cuenta de que no nos damos cuenta.
La depresión puede ser también la consecuencia de una confrontación paralizante con nuestro lado oscuro, un equivalente contemporáneo de la noche oscura del alma, como dicen los místicos.
Encontrar a la sombra nos obliga a ralentizar el paso de nuestra vida, escuchar las evidencias que nos proporciona el cuerpo y concedernos el tiempo necesario para poder estar solos y digerir los crípticos mensajes del mundo subterráneo.

El encuentro con la sombra
Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y psicoterapeuta

sábado, 24 de diciembre de 2016

Recuerdos, sueños, pensamientos. Jung



Carl Gustav Jung descubrió la indisolubilidad del ego y de la sombra en un sueño que recoge en su autobiografía Recuerdos, sueños, pensamientos:

"Era de noche y me hallaba en algún lugar desconocido avanzando lenta y penosamente en medio de un poderoso vendaval. La niebla lo cubría todo. Yo sostenía y protegía con las manos una débil lucecilla que amenazaba con apagarse en cualquier momento. Todo parecía depender de que consiguiera mantener viva esa luz.
De repente tuve la sensación de que algo me seguía. Entonces me giré y descubrí una enorme figura negra que avanzaba tras de mí. A pesar del terror que experimenté no dejé de ser consciente en todo momento de que debía proteger la luz a través de la noche y la tormenta.
Cuando desperté me di cuenta de inmediato de que la figura que había visto en sueños era mi sombra, la sombra que mi propio cuerpo iluminado por la luz recortándose en la niebla. También sabía que esa luz era mi conciencia, la única luz que poseo, una luz infinitamente más pequeña y frágil que el poder de las tinieblas pero, al fin y al cabo, una luz, mi única luz".

La sombra opera como un sistema psíquico autónomo que perfila lo que es el yo y lo que no lo es. Cada cultura, cada familia, demarca de manera diferente lo que corresponde al ego y lo que corresponde a la sombra. Algunas, por ejemplo, permiten la expresión de la ira y la agresividad mientras que la mayoría, por el contrario, no lo hacen así. Unas reconocen la sexualidad, la vulnerabilidad y las emociones intensas y otras no, unas tienen ambición por el dinero, la expresión artística y o el desarrollo intelectual mientras que otras no la toleran.
Todos los sentimientos y capacidades rechazados por el ego y desterrados a la sombra alimentan el poder oculto del lado oscuro de la naturaleza humana. No todos ellos, sin embargo, son rasgos negativos. 

Según la analista junguiana Liliane Frey-Rohn,
este misterioso tesoro encierra tanto facetas infantiles, familiares, apegos emocionales y síntomas neuróticos como aptitudes y talentos que no hemos llegado a desarrollar. Así, en sus mismas palabras, la sombra permanece conectada con las profundidades olvidadas del alma, con la vida y la vitalidad, ahí puede establecerse contacto con lo superior, lo creativo y lo universalmente humano.

Carl Gustav Jung
Liliane Frey-Rohn
Psicología y Psicoterapia.
Psicología Analítica
Encuentro con la sombra

Encuentro con la Sombra



"El mal de nuestro tiempo consiste en la pérdida de la conciencia del mal" Krishnamurti

"Todo lo que reprimimos nos debilita hasta el momento en que descubrimos que también constituía una parte de nosotros mismos" Robert Frost

"¡Si todo fuera tan sencillo! Si en algún lugar existieran personas acechando para perpetrar iniquidades bastaría con separarlos de nosotros y destruirlos. Pero la línea que divide el bien del mal pasa por el centro mismo del corazón de todo ser humano. ¿Y quién está dispuesto a destruir un solo fragmento de su corazón?"
Alexander Solzhenitsyn

Lo que no se hace consciente se manifiesta en nuestras vidas como destino. Carl Gustav Jung

Cada uno de nosotros lleva consigo una persona afable y una entidad tenebrosa. Un "Doctor Jeckyll" y "Míster Hide". Bajo la máscara del Yo consciente se ocultan todo tipo de emociones y conductas negativas: rabia, celos, resentimiento, codicia, lujuria, mentira, tendencias asesinas y suicidas... Este territorio inexplorado de nosotros mismos es conocido en psicología como la sombra personal.
Todo el mundo tiene una sombra, contrapartida de su ego. Una sombra que comienza ya a desarrollarse en la infancia, a través de la educación, cuando negamos la parte oscura de nosotros mismos y finjimos identificarnos con nuestros ideales. Una sombra que permanece siempre al acecho y que emerge con fuerza en cualquier momento. Así, por ejemplo, cuando sentimos un inexplicable sentido de apatía hacia alguien, o cuando descubrimos un rasgo inaceptable en nosotros mismos, o cuando repentinamente nos invade el odio, la envidia, la vergüenza.
Encontrar la propia sombra, enfrentarse con ella, aprovechar su poderosa energía, todo ello pertenece a la autorrealización más profunda del ser humano.
Ya dijo Jung que uno no alcanza la iluminación fantaseando sobre la luz sino haciendo consciente la oscuridad.

Una autorevelación de Connie Zweig:

[...] "Después de haber atravesado un período de profunda desesperación, estoy comenzando a sentirme más completa, experimento una expansión de mi naturaleza y mi relación con los demás es mucho más profunda que antes.
Cuando hace unos veinte años me encontraba en la cúspide de la soberbia espiritual mi madre me dijo, en cierta ocasión, que admiraba mi amor por la humanidad pero que dudaba un tanto de mi afecto por los seres humanos individuales. La aceptación gradual de los impulsos más oscuros de mi ser ha favorecido el desarrollo auténtico de mi compasión. Hace un tiempo, desdeñaba a las personas normales, llenas de deseos y contradicciones, hoy, en cambio, me parecen algo extraordinario.
Para que mi vida externa no quedara destrozada y no tuviera que desechar el estilo creativo de mi vida que tanto me gustaba busqué una forma simbólica de favorecer el alumbramiento de mi sombra... Existe un ritual de iniciación en el que, a los diecisiete años, los balineses liman sus colmillos para exorcisar los demonios de la ira, los celos, el orgullo y la avaricia después del cual el individuo se siente purificado y renovado. Lamentablemente, sin embargo, hace mucho tiempo que nuestra cultura ha dejado de prestar atención a este tipo de ceremonias de iniciación.

Varias Fuentes
Rodrigo Córdoba. Psicólogo y Psicoterapeuta
Encuentro con la sombra. El poder del lado oscuro de la naturaleza humana. Edición a cargo de C. Zweig y J. Abrams. Kairós

miércoles, 21 de enero de 2015

Encuentro con la sombra

Encuentro con la sombra escritos de Jung, Ken Wilber y otros


Este libro explora el poder del lado oculto de la naturaleza humana, en el se presentan escritos de varios autores como Ken Wilber, Jung, Rollo May, Josep Campbell entre otros

El prólogo está a cargo de Connie Zweig, que nos habla de como se encontró con sus propios demonios; en la introducción habla del lado oscurode la vida cotidiana.

Nuestro descubrimiento de la sombra tiene como objetivo fomentar nuestra relación con el inconsciente y expandir nuestra identidad compensando de ese modo la unilateralidad denuestras actitudes conscientes con las profundidades de nuestro inconsciente..

Se analizan las sombras en la vida diaria, en la relación madre-hija, en la sociedad, en la sexualidad, en el trabajo, en el éxito y al final debemos asumir la responsabilidad de nuestrasombra y aprovechar su poderosa energía para alcanzar la autorrealización.

Como dice Jung no se alcanza la iluminación fantaseando sobre la luz sino haciendo consciente la oscuridad, debemos saber recuperar esa parte rechazada de nosotros mismos.