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martes, 3 de julio de 2012
Vínculos y significación
"... Algo, sin embargo, nos ata.
No es imposible que Alguien haya premeditado ese vínculo.
No es imposible que el universo necesite ese vínculo"
Jorge Luis Borges
"Cuando estoy haciendo arte, no tengo absolutamente responsabilidad social alguna. Es como soñar" David Cronenberg
Las relaciones nos dan centro
En muchos sentidos las relaciones son las que nos enferman, pero también nos sanan. Ellas nos nutren, nos cobijan, nos sostienen, nos protegen, nos hieren, nos lastiman, nos curan y nos van haciendo descrubir el mundo emocional.. Aprendemos el amparo en unos brazos que nos refugian, las penas de amor cuando nos abandonan, el odio cuando nos sentimos agredidos...
Pero hay un aspecto sustancial de los vínculos y es el hecho de que su presencia nos hace sentir vivos y nos da centro, puntos de referencia y anclajes a partir de los cuales podemos ir y venir sin temor a perdernos en los laberintos de la oscilación emocional.
Las emociones no tienen otra forma de ser que en constante contradicción complementaria; nos estremecen, nos conmueven y nos revuelven con su movimiento de torno y retorno oscilante, llevándonos de un sitio a otro. Ahora bien, si este vaivén se exceden el riesgo que amenaza al Yo es quedar prisionero de su capricho tiránico. Lo malo no es emocionarse, desde luego, sino romperse bajo las alas de la contradicción, perderse arrastrado por la violencia de su oleaje o estrellarse contra el muro de fijación excluyente en uno solo de sus polos, como sucede en la bipolaridad. Lo malo no es apasrionarse, repito, porque tal como dice Marsilio Ficino: "Aquellos que entran en estado de frenesí dicen muchs cosas maravillosas que poco después, acabado el frenesí, ellos mismos no comprenden realmente, y es como si no las hubieran dicho, pero Dios ha sonado a través de ellos como a través de una trompeta"; lo malo es permitir que la pasión nos consuma.
Cada emoción posee en sí misma la simiente de su propia transformación, cada afecto implica su antagonismo y todos los matices que componen la configuración emocional que constituye las entrañas de la personalidad necesitan estar en movimiento en torno de un núcleo o foco que les de armonía y equilibrio. El Alma vive en esta normalidad preñada de dualidad. Asciende y desciende, ama y odia, se agrega y se disgrega, se alegra y se entristece, se aburre y ensueña, envidia y admira...
Mario Satz, con el bello estilo literario que caracteriza toda su obra, expresa esta situación del siguiente modo:
... y así como el círculo no se cuadra por fuera, de igual modo en la rueda de las emociones el eje no puede encajar donde corresponde si antes no se ha labrado el cubo vacío de su sostén, justo en el centro, medio exacto. Este vacío sereno y ecuánime es al mismo tiempo el lugar natural de los desapegos, razón por la cual no siempre resulta sencillo transitar por las emociones, pues parece casi imposible verse libre de ellas, soslayar sus efectos, mitigar sus furias, evitar sus dramas o reprimir sus poderes [...] Las emocione, entonces, ya apunten a la depresión, la nostalgia o el entusiasmo, nos ayudan a educarnos en el vivir, pero únicamente el eje sereno que sutilmente las mueve dota de sentido a nuestros actos y promueve, desde su centro, una amable regeneración de nuestras redes neuronales. Únicamente el eje conoce de antemano la dirección de la rueda, porque es a partir de sí que nace el movimiento, se recorre el camino y se llega a la meta.
Y las fuerzas que tallan ese centro, donde el eje encaja y armoniza o desarmoniza nuestra vida, son las relaciones que fueron labrando, como el cincel de un escultor, la piedra de lo que somos. Historias imperfectas, historias imposibles, historias compulsivas, historias encantadas, historias que nos han herido, historias balsámicas o sufrientes, no importa su condición todas son historias de amor, encontrado, perdido, tormentoso, inviable; todas han esculpido nuestra alma y han contribuido a forjar o derribar el eje interior que la sostiene.
Eduardo H. Grecco.
http://youtu.be/O_vMEvcPDGs Tarja Turunen -Ave Maria- Atigua cantante del grupo de Heay Metal, número 1 en los países nórdicos y otos lugares de Europa. Demuestra su flexibilidad, elasticidad y talento en un registro absolutamente distinto.
http://youtu.be/-B1NtUgrw0o Tarja Turunen -My Angel-
domingo, 27 de mayo de 2012
Lo que implica el Crecimiento en Psicoterapia
El crecer lleva a diferenciarse, a dejar de lado muchas cosas externas, a separarnos, a poner límites, a distanciarnos de personas que, tal vez, queremos y amamos pero que nos impiden vivir nuestras vidas de acuerdo con los mandatos de nuestras almas; en suma, a liberarnos del exceso de equipaje.
Este no es un proceso que pueda ser vivido con total felicidad, sino que siempre hay una cuota de pena y dolor. Es difícil que otros acepten nuestro crecimiento personal, la autonomía, la libertad, que levanta, sin dudas, fantasmas de pérdida.
Nos guste o no, crecer lleva a la soledad y la soledad es un escándalo en nuestra cultura. (Nota de Rodrigo C.: Yo diría para ser más claros, a la Independencia, Autonomía, Autogestión, Autoestima, Solidez, Un Yo fuerte e integrado...)
Entraña arriesgarse a vivir la propia vida, arrojarse a un futuro incierto, dejando atrás lo que ya fuimos. ["...hay un deseo de apostar por algo, de provocar al mundo y a los seres. Se trata de algo simple: uno está herido; de algo grave también: uno está solo. Una llama feroz, desconocida, una culpa anterior, una desgarradura nos incita a perdernos y a encontrarnos. Es nuestra propia selva que reclama por la fuerza animal de nuestra vida" (Osvaldo Rossler).]
En esta dirección podemos concebir a la psicoterapia como una experiencia compartida de encuentro con la intimidad, con la mismidad, con la soledad. Una experiencia revolucionaria; una experiencia verdaderamente instauradora del sujeto.
Los terapeutas a veces "nos subimos al tren" de las mismas resistencias de los pacientes, porque cuando el paciente se encuentra, uno también se encuentra, cuando el paciente se enfrenta a la soledad, uno también lo hace; sin embargo, los terapeutas estamos acostumbrados y entrenados a pensar que el problema es del otro y a no reconocer que nosotros tambien huimos de lo mismo que huye el paciente.
Ser psicoterapeuta da la posiblidad de encontrarnos con nuestra propia intimidad, con nuestra propia soledad, con nuestra propia existencia. ["En la sombra del otro buscamos nuestra sombra. En el cristal del otro, nuestro cristal recíproco" (Borges).] Es por eso que es tan importante, en lo posible, cuando se quiere iniciar un tratamiento encontrar a alguien que ya haya trabajado dentro de sí las resistencias que ahora nos toca trabajar a nosotros. Seguramente es una buena condición para ser nuestro guía en esta etapa.
Hablando de guía... En uno de los libros de Pathwork, No temas al mal, el Guía dice:
No cometan el error: este no es un camino fácil. Pero la dificultad no es fija e inmóvil. La dificultad existe en una falsa creencia que está dentro de nosotros. Hay que cambiar esa creencia y luego será fácil decir adiós.
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