PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

jueves, 2 de junio de 2016

Culpa. Odio. Envidia

Cuando pienso mal de otro, o cuando deseo mal a otro, "hago" sobre ese otro de alguna manera, porque en todo caso es obvio que presencia de mi envidia o de mi odio me impide hacer sobre ese otro cualquier cosa que también podría hacer, si mi acción interior no estuviese dominadas por mis pulsiones agresivas.
Esa agresividad se vuelve sobre mí en un efecto Boomerang. Lo que hago para el otro lo acabo haciendo  para mí, de inmediato.

Si mato me convierto en asesino, no solo privo de la vida a aquel que conmigo está...
En la consideración fenomenológica se distingue entre el ser aquí y ser así (dasein y sosein) respectivamente, de un fenómeno. Con ello se pretende establecer dos categorías independientes: una, el fenómeno mismo en su dación; la otra, el modo, como el fenómeno se da. En la consideración dialéctica  está distinción categorial no tiene razón de ser. Cada cosa es según se hace...
En el plano dialéctico, es presumible que su distinción por bajo de lo que ella hace -como se manifiesta- sea una cuestión sin sentido.
No tenemos argumento alguno para hablar de una cosa y por otra lo que de ella hace, sino que es como hace y hace como es. Es curioso que está distinción lógica, que en la filosofía fenomenológica es proverbial, constituya la traslación al pleno psicológico de una racionalización al plano psicológico de una racionalización psicológica (automórfica) que la persona adopta para defenderse de sus propios sentimientos de culpa. "Yo soy decente, pero ahora voy a hacer esto que no lo es. No soy, sin embargo, como hago"
Con ello intento desglosar mi hacer de mi modo de ser. Es claro que es una falacia que me conviene.

Carlos Castilla del Pino: "La Culpa"

No hay comentarios: