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Paz y Ciencia

jueves, 12 de septiembre de 2013

La angustia del octavo mes



Se denomina angustia del octavo mes a la etapa del bebé comprendida entre el sexto y el octavo mes en la que el bebé, debido a su desarrollo, al comienzo de la percepción de su entorno y de las personas que le rodean, comienza a reaccionar de un modo distinto al habitual. Ahora el bebé llora cuando se acerca una persona desconocida y no sonríe ante los mimos que le pueda proferir. También ocultan su carita con la ropa o las sábanas y se tapan los ojos con las manos. Son reacciones lógicas asociadas a la percepción y el desarrollo, una etapa a la que los especialistas llaman la angustia del octavo mes.
El desarrollo  psíquico del bebé durante esta etapa es notable, los padres podemos apreciar con claridad un antes y un después, la relación afectiva se consolida y el pequeño reacciona con más notoriedad cuando la madre no se encuentra con él. Como decíamos, la presencia de alguien extraño le hace llorar o gritar, es importante que los padres le expliquen quien es esa persona y siempre en un tono tranquilo y sereno, mostrarle que es también alguien que le quiere.

Antes de sufrir la angustia del octavo mes, el niño suele buscar el rostro humano, pero a partir de esta etapa, el rostro que busca es el de su madre o de alguien que conozca cuando un extraño se acerca a él, es evidente que se profundiza en la relación siendo mucho más específica y concreta. Es una etapa en la que el bebé empieza a diferenciar con claridad, se desarrolla además su sociabilidad y comienza a formarse su carácter. Recordemos el post El primer año de vida de un bebé determina su carácter, en él mostrábamos la importancia de la interactuación entre el bebé y la madre, pues bien, en la angustia del octavo mes la participación de los padres influirá significativamente en su comportamiento en años posteriores.


La angustia del octavo mes  también se caracteriza por ser una etapa estresante tanto para el bebé como para la madre, el bebé continuamente reclama su atención, su compañía, sus besos, sus abrazos, y lo hace asiduamente. La madre por supuesto no puede estar a todas horas velando por el pequeño y la situación se torna un poco estresante. La paciencia y la comprensión son aspectos fundamentales, es una etapa corta y necesaria para la maduración psíquica y emocional del bebé, será necesario ayudarle a superarla poco a poco con amor, ternura y confianza.
En esta etapa pueden aparecer los terrores nocturnos, el bebé se despertará y llorará con fuerza, la falta de la madre y los sueños  serán la causa. Como hemos dicho, la actitud de los padres debe ser especial y deben ofrecer seguridad y confianza al bebé, acunarle y cantarle una nana es un buen remedio para intentar que se relaje y se duerma de nuevo.
Experimentarás cómo el bebé empieza a diferenciar con mayor claridad los objetos, especialmente aquellos que le agradan, asimila los efectos de la acción-reacción, comprenderá que si pulsa un botón de un juguete musical provocará una reacción, en este caso una melodía. También comenzará a imitar algunos gestos que mamá realiza, como vemos, no todo son cambios estresantes o angustiosos.
Seguramente muchos de nuestros lectores podrán compartir con nosotros cómo ha transcurrido la experiencia personal de la denominada etapa de la angustia del octavo mes.

http://youtu.be/EPgElESKtZw Shakira -Nothing Else Matters-

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