PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

lunes, 16 de marzo de 2009

Damas y Señores

Esto que voy a contar pasó a ser un tópico en el siglo XXI, pero merece la pena comentarlo. Hubo un día en el que la mujer venía de muy lejos, de una constelación cerca de Venus, allí entonces había agua y una civilización que cuidaba y educaba a la mujer en los valores del trabajo, la responsabilidad, el deporte y el ocio. A millones de kilómetros la tribu de los cennutrios, llamados así porque los fundadores de la cultura habían sido cien que se plantaron en pie de guerra ante la invasión plutónica, tenían el pelo largo y dorado, eran hermosos y se dedicaban a concebir crías de una estrella cerca de Marte. Dicha tribu estaba toda la vida esperando tener una cría y después dejaban que su vida quedara a cargo de civilizaciones cercanas, ellos les daban asilo y los extranjeros levantaban su planeta con el sudor de su frente. Con el tiempo alguna de la constelación cercana a Venus, les llamaremos venusianas para entendernos, fueron viajando por aquello de unos vuelos baratos en nave espacial, vuelos que eran subvencionados por la confederación de cennutrios de la constelación de marte, les llamaremos marcianos.
Los marcianos eran hermosos, les comentaba, tenían unos ojos transparentes que transmitían calor, decían los de civilizaciones vecinas y algún escrito que perdura de venusianas, que se podían reflejar en los ojos de los marcianos. Ellos siempre estaban al cuidado de las crías, pendientes, devotos y entregados para que fueron grandes guerreras o bien señores de su casa. Las venusianas solían beber y fumar para coger confianza y poder así conseguir la compañía de un marciano, en definitiva se atraían mucho y parecían complementarse muy bien. Los marcianos estaban pendientes de cuidar y dar todo lujo de comodidades a las venusianas, ellas se sentían muy queridas y tenían la potestad de condicionar el devenir de la vida de éstos con un sólo chasqueo de dedos. Esto es el principio del relato de !"·$"·$%"$.org, quien nos explica en su prólogo del célebre libro interestal Premio Planeta, que en la intimidad las venusianas y los marcianos se llamaban "damas" y "señores". Es por esto por lo que la civilización en Marte y Venus empezó a congeniar y así surgieron los híbridos de las damas y los señores.

1 comentario:

Jorge Gonzalez Casanovas dijo...

Se me viene a la mente el gran escritor psicótico Philip K. Dick (californiano en los 60). Cuando estaba productivo no podía estar solo en su casa y la dejaba abierta para que entraran personas "sin techo"a drogarse y/o follar. Es el escritor de la novela de sci-fi "sueñan los androides con ovejas eléctricas" en la que se basa la cinta "BLADE RUNNER". Al final de su vida escribía relatos de sus propios delirios, y es un autor fundamental para comprender la psicosis. UBIK, su obra maestra es un puro delirio literario, por no hablar de SIVAINVI (Sistema de Vasta Inteligencia Viva), que era en realidad una biografía delirante de su propia vida. Hay biografía de él, se llama "Yo estoy vivo y vosotros estais muertos", frase sacada de UBIK.