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Paz y Ciencia

jueves, 6 de noviembre de 2008

Trastorno Límite

El trastorno límite de personalidad es un caos informe que se plasma en la vida interna y externa del individuo. Comienza al principio de la edad adulta, finales de la adolescencia. De hecho, hablamos de edades tipo, no de desarrollo emocional, puesto que existen regresiones que van y vienen en virajes bruscos a veces, otras veces progresivos y lentos.
Se trata de una experiencia que asola la persona, convirtiéndola en una esponja necesitada de afecto, con huecos. Lo imprevisible se hace cargo del individuo que tiene esta estructura de personalidad que se puede definir de manera compleja por el polimorfismo de la sintomatología y por desplazarse de manera dramática hacia otros estados, desde patologías de la conducta alimentaria hasta la psicosis.
Existen muchos tipos de personas borderline, las hay más apocadas, más inhibidas y depresivas con un furor suicida y autodestructivo. Existen también aquellos que son más dramáticos, exhibicionistas, externalizadores, explosivos. También están los que tienen un funcionamiento esquizoide, de ricas fantasías y mundo interno desorganizado. Están los que se arriman a los tóxicos como forma de aliviar el dolor psíquico. Éstos también son mal comprendidos por médicos, psicólogos y familiares. Tomados como síntomas no valorados en el contexto pragmático del consumo de droga, la autolisis y la automedicación.
Existen los que tienen algún trastorno añadido como, la coexistencia de psicopatología perteneciente al eje II, trastorno de personalidad y al eje I, por ejemplo, hipomanía, depresión, consumo de sustancias (Patología dual) y otros.
La verdad es que hay muy pocos profesionales con genuino interés por este trastorno que altera el equilibrio de la consulta estándar, no son personas que se presenten en escena como pacientes al uso, y hace de ellos un manejo complicado que requiere un 120% del médico o psicólogo. La elección de la persona que va ayudar a la persona con este trastorno es muy importante y el mantenimiento de una terapia exitosa tiene relación con la constancia, la perseverancia, el coraje y la estabilidad en el marco de trabajo o encuadre.
Ser borderline supone una experiencia que no se puede comprender si no con una psicoterapia exitosa, el paso del tiempo que ayude a asimilar y entender intelectualmente y emocionalmente la situación vivida. Son personas con gran sensibilidad a los cambios, las demandas, las exigencias, la presión, las palabras, el lenguaje no verbal, son personas generalmente muy inteligentes.
Este trastorno “caotiza” el funcionamiento psíquico e interpersonal del paciente, la impulsividad, la sensibilidad fina y extrema, el desánimo, la suspicacia, la ansiedad generalizada, los sentimientos de vacío, de futilidad, de tedio, de falta de esperanza desintegran episódicamente en ráfagas a la persona. Desolándole y como efecto, produciendo a su alrededor una situación de sorpresa que es reintroyectado por el propio sujeto en términos de culpa e incomprensión.
Pueden ser agresivos, consigo mismos y con los demás, pueden tener ideas autolíticas, pueden hacerse daño como cortes o quemazos y suelen tener una tendencia a juntarse con personas controvertidas convirtiendo su vida en una serie encadenada de micro-macro-traumas.
Se trata de una experiencia desconcertante que disocia la mente, nace de una quiebra en la organización del yo, un yo débil y lábil que es, periódicamente sometido al escarnio y vehemencia de un inconsciente que acumula, generalmente, vivencias trágicas.
Tienen, estas excelentes personas, un sistema de creencias y una forma de evaluar y tomar decisiones algo extremo, pensamiento dicotómico. El tratamiento debe ser lo más riguroso posible dentro de unos márgenes de plasticidad creativa, que se adecue a cada individuo para que pueda ser sostenido.
Estas personas toman decenas de fármacos a lo largo de su trayectoria: antidepresivos, eutimizantes, neurolépticos, ansiolíticos y otros. En forma y cantidad que puede variar.

Esta no es una descripción estrictamente psicopatológica ni exhaustiva, trata de acercar en términos comunes una patología francamente interesante que provoca en los pacientes y en su familia un increíble malestar.

- Para leer sobre este trastorno, en español: Dolores Mosquera, Soledad Santiago López y Vicente Rubio Larrosa.
- Para leer otros autores: Gunderson, O. Kernberg, Millon y Davis. Un texto de ayuda para afectados y familiares: “Dejar de caminar sobre cáscaras de huevos”.
- En psicoanálisis: D. W. Winnicott dedicó su obra a modificar, como ahora lo hace Kernberg, el marco psicoanalítico de trabajo teórico-técnico para ayudar mejor a estas personas. “Retrato de mi análisis con Winnicott” es un texto de Margaret Little, psicoanalista que se analizó con él y que tenía esta estructura de personalidad. Ella desarrolló el concepto de “trasferencia delirante”.
- En el cine: Inocencia Interrumpida trata de la vida de Susana Kaysen, una mujer que escribió un libro titulado: Girl´s Interrupted sobre su paso por un hospital y el diagnóstico de trastorno límite de personalidad.
- Una página web en castellano sobre el tema: http://usuarios.discapnet.es/border/

Fdo.: Rodrigo Córdoba Sanz. Divulgación.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Explicas muy bien la situación, y estoy más que seguro-a que tu personalmente sabes ponerte en el alma de alguien que tenga un problema parecido. La solución ¿?, pero te puedes acercar a imaginar el "porque".

Anónimo dijo...

¿Alguno de los profesionales que han estudiado el TLP ha comprobado cuántas de esas personas coincidían además con el signo zodiacal GÉMINIS?. Yo lo soy y siempre he pensado que los cambios, las reacciones, el que los demás no comprendan esos cambios de humor, de ánimo.. y sobre todo que no los comprenda el propio interesado eran debidos a mi signo gemelo (dos personalidades en una misma persona). Separo de esta pregunta los casos muy claros o agudos de TLP. Me refiero más a los que llevamos una vida "normal", aquellos que podemos trabajar y relacionarnos en nuestro día a día. Gracias.

Anónimo dijo...

Yo no soy ninguna profesional, ni tan siquiera se si soy un caso claro o agudo de TLP, lo que tengo claro es de de tripas corazón trabajo y "vivo" lo mejor que se y puedo. Mi signo es escorpio y perdoname, pero no creo que el signo zodiacal sea "el porque" que a mi personalmente me interesa descubrir.

Anónimo dijo...

Gracias. Eres uno de los pocos terapeutas o escritores que se expresan de forma tan bonita de las personas diagnosticadas con tlp. Tú vas más allá de sus carencias, ves dentro de ellos y encuentras al humano. Me agrada tu blog, enseña más de lo que tal vez tú crees. Gracias de nuevo.