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Paz y Ciencia

jueves, 20 de noviembre de 2008

Patologías, VIDAS y Realidad Psíquica



La libertad de la fantasía no es ninguna huida a la irrealidad, es creación y osadía - (Eugene Ionesco)


Trabajar en psicoterapia requiere de un paso previo por el "submundo" de la psicoterapia. Una formación personal y académica. Después una experiencia con casos y una pertinente supervisión. Una vez llegado a ese lugar hay que dejar al lado los artificios teóricos y dejarse "envolver" por la clínica, la práctica. El mundo de cada paciente es diferente, independientemente de que coincidan en el diagnóstico. Las causas, precipitantes, situación familiar, relaciones, trabajos, esto es, predicados del sujeto y partículas subordinados y elípticas son distintas.
En este trabajo se convoca a algo fundamental, tanto como la célula para la medicina general, en psicoterapia la REALIDAD PSÍQUICA es un cuadro en vivo color que cada persona trae al espacio analítico-terapéutico. La realidad psíquica es un concepto freudiano, no obstante todo profesional de lo "psi" lo conoce y lo atiende de una manera u otra. Es pieza fundamental para entender como vive el sujeto, como siente, el contenido de su fantasía, de sus procesos psíquicos inconscientes y/o automáticos.
Es sorprendente lo arduo que resulta a veces acceder a ese espacio interno. No existe un sustrato cultural para prestar atención y a veces se dice de eso que es quimérico o tontería. Sorprendente ataque a lo distintivo del sujeto. Es apasionante este trabajo en cuanto se pueden leer, escribir y recrear mundos, reconstruyendo a través de un vínculo y de la "talking cure" la vida de un otro. El diagnóstico no dice lo que la persona es sólo describe el problema que tiene, para entenderla hay que acceder a sus registros, inscripciones y construcciones subjetivas. Esto es la forma más fina de atender a una persona, y fundamental en psicoterapia.
Les planteo una pregunta que contestó Freud y se reescribió en sucesivas ocasiones. Ustedes tienen a última palabra: ¿Por qué tanta dificultad por parte de todos para acceder a ese espacio imaginario?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El espacio imaginario es la vida de una persona, para ella es su vida real, sus recuerdos. Cuando cuentas partes de tu vida es como si las perdieses, dejan de vivir solo en tí. Si son dolorosas, que dejen de vivir en tí, tiene la compensación de poder llenar esas partes con esperanza pero.... siempre hay peros... involucras la vida de otros a los que quieres; hay que estar muy seguros de la humanidad de la persona con quien compartes esos recuerdos y del uso que pueda llegar a hacer de ellos, va a conocer tu mente más incluso que tu mismo porque tiene recursos que ignoras, invade tu intimidad. Puede ser un problema de confianza plena. Cuando se confía plenamente en alguien lo que se logra a cambio es valiosísimo.

Anónimo dijo...

Cansado ya de un siglo de oscuridad,
de un mundo al revés que no sabe a dónde va.

Más allá del mal y del bien quiero olvidar la realidad,
deja de llorar, quiero soñar.

Me aburre que en esta ciudad sea siempre carnaval,
en un viejo y loco tren camino del fracaso otra vez,
del laberinto al trece, más allá del mal y del bien,
deja de llorar, déjame soñar.

Ya no puedo más, callarme por no gritar,
en la ruleta rusa caer si la verdad es un sueño tal vez
sin nada que perder más allá del mal y del bien,
déjame soñar, no llores más.

Déjame soñar, deja de llorar.
Déjame soñar, deja de llorar.
Déjame soñar, deja de llorar.
Déjame soñar, deja de llorar.
Uh, uh ..

Fuente: musica.com
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