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Paz y Ciencia

sábado, 15 de diciembre de 2012

Iracundo

En algún momento el iracundo ha tenido que reprimir sus impulsos, ha sido reñido o castigado por ellos hasta llegar a sentir maligna su impulsividad y a renunciar a ella para conseguir la aceptación. Posteriormente es el propio superyó el que no acepta y considera peligrosa la impulsividad, tanto agresiva como sexual.
A nivel cognitivo, su actitud se sustenta en la idea de que hacer las cosas bien dará buenos resultados, de forma que uno no es tan impotente, puede dirigir su vida. Implica adoptar una posición de dominio como defensa de la impotencia y genera la idea de que se puede conseguir lo que se desea si se hacen las cosas como se debe y que, cuando no se consigue, es que algo está fallando en esa escala de perfección normativa.
No ser perfecto genera un cierto odio hacia sí mismo.
El mecanismo destacado es la formación reactiva, que consiste en el intento de transformar un instinto en su opuesto.
La consideración de los impulsos como malos que se establece muy pronto en la historia del individuo implica una actitud enjuiciadora muy constante que, a menudo, coincide con un gran desarrollo de lo intelectual, que le sirve para orientarse entre lo bueno y lo malo, para no equivocarse, para poder hacer siempre lo bueno.

2 comentarios:

yein dijo...

Hacer lo bueno según quien? para quien es bueno??? y que es realmente bueno? de que impulsos hablamos?? de algo dañano para la propia persona o para los demas, me refiero a realmente dañino o solo son impulsos???
Creo que a veces se teoriza mucho, no se piensa en el trasfondo y no se va mas allá de lo que realmente siente una persona que pasa por todo aquello, lo que significa vivir en la "normalidad" aprender a controlar.. controlar que, el que y para que o quienes? quizás sea eso lo que nos hace impulsivos? la represión a la que se nos somete???

Anónimo dijo...

Crecer intelectualmente para poder conocer individualmente a cada persona y darles lo bueno para ellas sin pensar nunka lo bueno y los impulsos del propio yo.
Perfeccionamiento diario en habitos sociales como equipos, plantillas o grupos sociales para que dicha perfeccion ayude a integrarnos en estos grupos con la presion añadida lo cual no deja disfrutar ni deja la felicidad plena al yo de li realizado
Lo bueno y lo normal lo marca la sociedad y la educacion del sujeto con lo que el individuo tendra que aprender a separar lo bueno y lo normal para el mismo yo sin que le pueda llegar a afectar lis juicios de los demas