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Paz y Ciencia

domingo, 19 de diciembre de 2010

EL dInero, el poder y la FELICIDAD

Muchas esperanzas de las personas se centran en tener dinero, tener un buen coche, una gran casa y a veces se encuentran con que nada han hecho con ese dinero. La vida está centrada en el "tener" en el poseer, en el consumismo, en la codicia. Desde hace mucho tiempo se sabe que esos "anhelos" no llevan a la felicidad, la felicidad se encuentra en pequeños momentos donde se libera el potencial de la persona, por ejemplo una madre con sus hijos (o un padre jugando en el parque con ellos), pintar (independientemente de la calidad de la obra), el mero hecho de ser creativos es un acto de salud y riqueza psíquica, escribir, jugar, pasear, hacer ejercicio, ejercer una labor que hace que el ejecutor no sea un sujeto pasivo sino que esté disfrutando plenamente de la actividad, inmerso en la tarea, como un dibujante de cómics que ha dejado aquí su impronta, modelar con plastilina, subir un pico, pasear descalzo por la arena de la playa con el Sol sobre la cabeza, o al atardecer, se puede llegar a esa experiencia que Mihaly llama flow y Maslow autorrealización o experiencia cumbre a través de muchos caminos que conducen a la felicidad pero ninguno de ellos nos lo proporciona el dinero. Es cierto que para conocer algunos países es necesario tener dinero, pero los salarios de los jóvenes son bajos y se pasan el día viajando. Conozco a la hija de un compañero que está en Chicago en un grupo de investigación de redes sociales, es una mujer cariñosa, dulce y simpática, ella se está sintiendo realizada con su labor en un entorno que al principio podría tener tintes alienantes por aquello de la inmigración en EEUU, sin embargo este tipo de inmersiones le producen una experiencia de sutil maestría a su alma y de creatividad, otros encuentran en el diseño su arte, otros en la peluquería, una profesión infravalorada, porque además de revistas del corazón y chismorreos, las peluqueras hablan todos los días con muchas personas que "son de su padre y de su madre". Conozco a una jovencita de 25 años que está empezando su periplo laboral en tiempos de crisis, enseguida encontró trabajo después de hacer un módulo de peluquería y estética. La inseguridad y la baja autoestima así como una adolescencia no resuelta le dificulta el poder desarrollar las relaciones interpersonales con fluidez, sobre todo con su jefa a la que parece tener algo más que respeto por lo que representa. Sin embargo ella va a hacer un curso de perfeccionamiento para hacer mejor las cosas. El miedo y la inseguridad impulsan a promover recursos para apuntalar la autoestima y reasegurar a la persona.
La creatividad es un elemento que tiene mayor importancia que el dinero, sin duda, ya lo decía Erich Fromm hace varias décadas en "Tener o Ser", un libro clásico que debería ser leído por cultura general. Los libros de este autor son muy interesantes y reflejan lo que he llamado en otros post Psicología Humanista, es un promotor de la Psicología Social y además un gran escritor.
El Ser en beneficio del Tener tiene que ver con el cultivo de los recursos personales, vinculares, con los potenciales de salud, con realizar actividades que llenen al individuo y buscar la propia esencia de la persona, para encontrarse, como rezaba en el Ágora de Atenas "Conócete a ti mismo". Se trata de un momento dulce de encuentro con la mismidad, de aceptación del sí mismo, de dulzura en el tiempo.
 Los adolescentes empiezan a hacerse estas preguntas y son más sensibles de lo que parece al modelo de sus padres, si encuentran un entorno de anomia (sin reglas, ni límites) pueden quedar absortos, perdidos en el tiempo y caóticamente descontrolados, sin brújula. Hay que ayudar a las personas a encontrar, fomentar valores en cada uno y promulgarlos para que este mundo sea más habitable y dejemos los anuncios a un lado para hacer zapping. El otro día me decía un paciente, de dotes mencionadas en otros post, que había estado leyendo el periódico en fin de semana mientras comía ("el folletín de los desastres") creo que lo llamaba y reflexionaba acerca de las paradojas de la vida y del periódico en concreto, un artículo de desastres y debajo un anuncio para alargar tu pene, por introducir un poco de humor pongo de mi cosecha pero su reflexión venía a decir: "¡Claro como no puedes hacer nada por Haiti, todos a alargar el pene!"
Hay que dejarse llevar por el flujo de la vida, vivir en el "aquí y ahora", centrados para evitar una regresión, lamentablemente el trabajo psicoanalítico de diván facilita estos problemas en pacientes de fácil descompensación.
El Ser tiene que ver con tener un Yo Fuerte capaz de hacer frente a los envites de la vida con aplomo y madurez, con saber estar y con sutil delizadeza, con prudencia y dedicación, disfrutar de los momentos cumbre, fomentarlos. El anuncio de Ikea de ir al sofá a la cama invita a tener una vida de fin de semana un tanto pasiva y estos mensajes son los que acaban, como diría el psicólogo norteamericano fundador del conductismo, "condicionando" a la persona a que siga los modelos de la tele, personas que no tienen referentes ni saben cómo gestionar su tiempo, descubrir el camino de la felicidad o su propio camino, absortas a veces en libros de autoayuda que dicen como ser felices o tristes, esto es una falacia, existen consejos del sentido común y luego recetas que no sirven para todos los públicos, lea cuentos del mundo, amplie su cultura, haga esfuerzo y venza la molicie del Ikea, esto le invitará a llevar una vida proactiva.
Por ejemplo hay muchos lugares donde desarrollar actividades creativas, la propia forma de vida puede ser creativa, el trabajo puede ser hecho de forma creativa o no, depende de cómo se afronta esa tarea, lea poemas, escritores de otros lugares. Lea el periódico para estar un poco al día y no se deje influenciar por las corrientes de opinión, sea crítico, reflexione, piense y construya, intente ver las otras formas de resolver
un problema y si se bloquea dese un tiempo y distraigase para encontrar la solución. 
La vida es hermosa, la felicidad no apunta a un estúpido hedonismo, sino a la asunción consciente de un reto.





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