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Paz y Ciencia

viernes, 1 de abril de 2016

Redes Sociales

Te conectan con personas con las que no te puedes encontrar en persona, abren puertas, crean vínculos y pueden ser un antídoto contra la soledad. Pero también tiene su parte oscura: la privacidad se amplía a círculos incontrolables y cualquiera puede acabar opinando de tu vida. Reflexionar sobre sus bondades y defectos es un sano y útil ejercicio. Demián Bucay
Hace muy poco una estudiante de dirigió a mí para investigar la relación entre narcisismo y redes sociales.
Repensando, las redes sociales son un salida para unos y una prisión para otros. La nomofobia es el miedo a estar sin el móvil, muy extendido. Con respecto al narcisismo, se puede decir que depende de las granjas de edad. Los adolescentes lo hacen por comunicarse y no sentirse sólo en un momento vital donde, tal vez, no se les acompañe o no quieran ser acompañados.
Entre los adultos se ve más egolatría pero en todos hay una inflación del Yo.
Hay anécdotas, como adolescentes que chatean entre sí en un ciber-café.
Hoy en día estamos permanentemente conectados pero tenemos dificultades para tener un trato directo con las personas.
Los encuentros virtuales pueden ser tanto o más potentes que los físicos por la idealización del otro.
La falta de privacidad en las relaciones es uno de los precios a pagar cuando escogemos relaciones vía Internet.
Los desafíos son: la adicción, el supuesto anonimato, respetar y la fugacidad: por la inconsistencia de la relación.
Rodrigo Córdoba Sanz
Zaragoza
Núm. Col: A-1324

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