Las imágenes de los devastadores incendios en la Amazonia y en Australia y de las catastróficas islas de plástico que se han formado en el Pacífico han dado la vuelta al mundo y cada vez somos más los que intentamos encontrar soluciones eficientes para acabar con estas problemáticas naturales relacionadas con acciones antropogénicas irresponsables que fomentan el calentamiento global y el cambio climático. Pese a que diversos estudios científicos afirman que el calentamiento causado por las emisiones antropogénicas persistirá durante siglos, con consecuentes cambios en el clima a largo plazo, resulta urgente tomar conciencia y responder frente a esta problemática, intentando incluir en nuestras rutinas el mayor número posible de soluciones frente a dicho calentamiento del planeta.
Si a ti también te preocupa y te interesa encontrar algunas soluciones, continúa leyendo este interesante artículo de EcologíaVerde para conocer con detalle consejos sobre cómo evitar el calentamiento global.
Cómo evitar el calentamiento global.
Qué es el calentamiento global y sus causas
¿Qué es el calentamiento global exactamente? Explicado de forma sencilla, podemos definir el calentamiento global como el aumento de la temperatura global del planeta que forma parte de un ciclo natural de la Tierra del cambio del clima o reajuste de este (pues tiene etapas de calentamiento y otras de enfriamiento) pero que, como consecuencia de diferentes acciones, los humanos lo hemos súper acelerado y el incremento de temperatura es cada vez mayor y más rápido.
Así, las causas del calentamiento global actual están ligadas a las personas, pues es un fenómeno que ha sido inducido por el ser humano y que mostró sus primeros indicios tras la Primera Revolución Industrial, época en la que comenzaron a emitirse de forma masiva y descontrolada inmensas cantidades de CO2 y otros gases de efecto invernadero a la atmósfera. Diversos datos de estudios científicos muestran cómo el calentamiento global está actualmente aumentando a un ritmo de 0,2 ºC por década. Así, en el año 2017 se había alcanzado una subida de +1 ºC con respecto a los niveles preindustriales (según el informe del IPCC - Intergovernmental Panel on Climate Change).
Dicho calentamiento global se relaciona directamente con el cambio climático acelerado que está sufriendo la Tierra, el cuál es consecuencia directa de actividades antropogénicas perjudiciales para el medio ambiente e independientes del cambio climático natural que, cada miles de años, el planeta sufre y autogestiona mediante modificaciones naturales de los flujos de energía y factores climáticos que lo caracterizan.
Cómo evitar el calentamiento global
Las soluciones para el calentamiento global se centran en cambios que debemos adoptar las sociedades de los distintos países del mundo, fundamentalmente la de aquellos países que mayores acciones y emisiones de gases contaminantes producen. Dichos cambios deben estar enfocados hacia el consumo y la gestión de los recursos naturales y residuos que se producen, así como en medidas de mitigación para evitar el cambio climático y sus devastadoras consecuencias.
Diversos indicadores han sido desarrollados en las últimas décadas con el objetivo de cuantificar y resumir los efectos de las principales acciones de consumo y gestión de recursos naturales, vinculadas al calentamiento global. Entre dichos indicadores destacan la huella ecológica, la huella de carbono y la huella hídrica o agua virtual. Aquí puedes informarte bien sobre estos indicadores, qué son, cómo se calculan y mucho más:
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Qué es la huella ecológica y por qué reducirla
La huella ecológica es la forma de medir la dependencia que tienen los seres humanos de los recursos naturales de la Tierra, mediante el cálculo de la cantidad de servicios de la naturaleza que son necesarios para mantener un determinado estilo de vida. Es decir, la huella ecológica es un indicador del impacto que tienen nuestras actividades y elecciones en términos del terreno requerido para sostener el uso de recursos naturales asociados a dichas actividades. La unidad de medida utilizada para calcular la huella ecológica son las hectáreas globales, que miden la cantidad terreno biológicamente productivo (con una productividad igual que la media del planeta) o de agua necesarios para mantener nuestro estilo de vida.
La huella ecológica se puede medir para distintos grupos humanos, ya sea un país, una ciudad, un individuo o el planeta entero. Es una forma de comprobar la sostenibilidad de ese grupo humano, es decir, de si se puede mantener su estilo de vida y hábitos en el tiempo de manera indefinida sin comprometer dicha capacidad para las generaciones venideras o no. La sostenibilidad se da cuando ese estilo de vida se puede mantener en el tiempo, de manera que la demanda humana y la capacidad de cubrir esa necesidad por parte de la naturaleza coinciden (o si la segunda es mayor que la primera). En el caso contrario en que la huella ecológica superase la biocapacidad del sistema (esto es, que la demanda humana sobrepasase la oferta de la Tierra), estos hábitos no podrían ser mantenidos indefinidamente en el tiempo.
- La huella de carbono y la huella ecológica son dos conceptos ligados y que muchos suelen confundir. Por tanto, hay quienes se preguntan cómo reducir mi huella ecológica o qué se puede hacer para reducir la huella ecológica, cuando en realidad esta no queremos reducirla, sino que buscamos reducir nuestra huella de carbono que es la que indica la cantidad de CO2 y otros gases de efecto invernadero que emitimos de forma individual. Así, para mejorar la salud del planeta, se buscan formas de disminuir las emisiones de estos gases, como las actividades que se hacen el 28 de enero, el Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2.
Veamos en los próximos apartados, algunas de las medidas para evitar el calentamiento global en nuestro día a día que pueden resultar más eficientes; porque cada acción, por pequeña que sea, suma.
Utilizar el transporte público
Fomentar el uso del transporte público, tanto en el día a día como durante nuestros viajes, conlleva la reducción de grandes cantidades de CO2 emitidas a la atmósfera, con la consecuente contaminación del aire de las ciudades y los principales núcleos urbanos.
Cada vez son más las empresas de transporte público y agencias de viajes que ofrecen la posibilidad de compensar nuestras emisiones de CO2, así como alternativas de turismo sostenible y medios de transporte público eléctrico para disminuir la emisión de gases de efecto invernadero relacionados directamente con el calentamiento global.
Ahorrar energía y agua
Disminuir el consumo de agua y de gas natural conlleva beneficios tanto para nuestra economía como para la conservación del medio ambiente y la disminución de los efectos negativos del calentamiento global. Así, reducir el uso del gas natural y de otros compuestos derivados del petróleo, así como potenciar las energías renovables el máximo posible en nuestro día a día, marcan una gran diferencia respecto al uso que hacemos de los cada vez más escasos recursos naturales no renovables, como los combustibles fósiles de los que se obtiene el petróleo y el gas natural.
Además, apostar por medidas de reciclaje y reutilización del agua y de los productos eléctricos que usamos en casa resultará también vital para disminuir el consumo y posterior residuo de estos bienes. Existen etiquetas energéticas que nos informan de la calidad ecológica de los electrodomésticos, así como programas de ahorro de agua y energía por parte de las empresas que nos facilitan apostar por un uso ecológico y eficiente de los mismos.
Consumo responsable y local para frenar el calentamiento global
Sin lugar a dudas, una de las principales estrategias para disminuir el calentamiento global es optar por un consumo local y consciente, en el que se eviten los alimentos que nos llegan desde largas distancias, y sus derivadas emisiones de CO2 al ser transportados para su importación/exportación.Dentro del consumo responsable debe de tenerse en cuenta la disminución del consumo de carne y otros productos (como la soja en países de los que no es originaria), cuyas necesidades de agua y otros recursos naturales para su producción resultan muy poco rentables y drásticamente negativas y contaminantes para el planeta.
Más allá de la alimentación, las medidas de consumo responsable también se extienden a la compra de productos biodegradables y/o reutilizables, con la menor cantidad de plástico y otros envases, fomentando así el consumo de productos sólidos (como, por ejemplo, el jabón en cosmética) y disminuyendo el uso de productos químicos altamente perjudiciales para el calentamiento global, como los aerosoles y pesticidas.
Directamente relacionado con el consumo, la gestión de los residuos desempeña un papel fundamental para evitar el calentamiento global, donde estrategias como el Zero Waste el reciclaje y la compra de productos de segunda mano (ropa, electrodomésticos, etc.), disminuyen la ingente cantidad de residuos que se generan y vierten al medio ambiente año tras año.
Cómo evitar el calentamiento global
Qué es el calentamiento global y sus causas
¿Qué es el calentamiento global exactamente? Explicado de forma sencilla, podemos definir el calentamiento global como el aumento de la temperatura global del planeta que forma parte de un ciclo natural de la Tierra del cambio del clima o reajuste de este (pues tiene etapas de calentamiento y otras de enfriamiento) pero que, como consecuencia de diferentes acciones, los humanos lo hemos súper acelerado y el incremento de temperatura es cada vez mayor y más rápido.
Así, las causas del calentamiento global actual están ligadas a las personas, pues es un fenómeno que ha sido inducido por el ser humano y que mostró sus primeros indicios tras la Primera Revolución Industrial, época en la que comenzaron a emitirse de forma masiva y descontrolada inmensas cantidades de CO2 y otros gases de efecto invernadero a la atmósfera. Diversos datos de estudios científicos muestran cómo el calentamiento global está actualmente aumentando a un ritmo de 0,2 ºC por década. Así, en el año 2017 se había alcanzado una subida de +1 ºC con respecto a los niveles preindustriales (según el informe del IPCC - Intergovernmental Panel on Climate Change).
Dicho calentamiento global se relaciona directamente con el cambio climático acelerado que está sufriendo la Tierra, el cuál es consecuencia directa de actividades antropogénicas perjudiciales para el medio ambiente e independientes del cambio climático natural que, cada miles de años, el planeta sufre y autogestiona mediante modificaciones naturales de los flujos de energía y factores climáticos que lo caracterizan.
Descubre más sobre ello en este otro artículo de EcologíaVerde sobre el Calentamiento global: definición, causas y consecuencias.
Cómo evitar el calentamiento global
Las soluciones para el calentamiento global se centran en cambios que debemos adoptar las sociedades de los distintos países del mundo, fundamentalmente la de aquellos países que mayores acciones y emisiones de gases contaminantes producen. Dichos cambios deben estar enfocados hacia el consumo y la gestión de los recursos naturales y residuos que se producen, así como en medidas de mitigación para evitar el cambio climático y sus devastadoras consecuencias.
Diversos indicadores han sido desarrollados en las últimas décadas con el objetivo de cuantificar y resumir los efectos de las principales acciones de consumo y gestión de recursos naturales, vinculadas al calentamiento global. Entre dichos indicadores destacan la huella ecológica, la huella de carbono y la huella hídrica o agua virtual. Aquí puedes informarte bien sobre estos indicadores, qué son, cómo se calculan y mucho más:
Veamos en los próximos apartados, algunas de las medidas para evitar el calentamiento global en nuestro día a día que pueden resultar más eficientes; porque cada acción, por pequeña que sea, suma.
Utilizar el transporte público
Fomentar el uso del transporte público, tanto en el día a día como durante nuestros viajes, conlleva la reducción de grandes cantidades de CO2 emitidas a la atmósfera, con la consecuente contaminación del aire de las ciudades y los principales núcleos urbanos.
Cada vez son más las empresas de transporte público y agencias de viajes que ofrecen la posibilidad de compensar nuestras emisiones de CO2, así como alternativas de turismo sostenible y medios de transporte público eléctrico para disminuir la emisión de gases de efecto invernadero relacionados directamente con el calentamiento global.
Ahorrar energía y agua
Disminuir el consumo de agua y de gas natural conlleva beneficios tanto para nuestra economía como para la conservación del medio ambiente y la disminución de los efectos negativos del calentamiento global. Así, reducir el uso del gas natural y de otros compuestos derivados del petróleo, así como potenciar las energías renovables el máximo posible en nuestro día a día, marcan una gran diferencia respecto al uso que hacemos de los cada vez más escasos recursos naturales no renovables, como los combustibles fósiles de los que se obtiene el petróleo y el gas natural.
Además, apostar por medidas de reciclaje y reutilización del agua y de los productos eléctricos que usamos en casa resultará también vital para disminuir el consumo y posterior residuo de estos bienes. Existen etiquetas energéticas que nos informan de la calidad ecológica de los electrodomésticos, así como programas de ahorro de agua y energía por parte de las empresas que nos facilitan apostar por un uso ecológico y eficiente de los mismos.
Consumo responsable y local para frenar el calentamiento global
Sin lugar a dudas, una de las principales estrategias para disminuir el calentamiento global es optar por un consumo local y consciente, en el que se eviten los alimentos que nos llegan desde largas distancias, y sus derivadas emisiones de CO2 al ser transportados para su importación/exportación.Dentro del consumo responsable debe de tenerse en cuenta la disminución del consumo de carne y otros productos (como la soja en países de los que no es originaria), cuyas necesidades de agua y otros recursos naturales para su producción resultan muy poco rentables y drásticamente negativas y contaminantes para el planeta.
Más allá de la alimentación, las medidas de consumo responsable también se extienden a la compra de productos biodegradables y/o reutilizables, con la menor cantidad de plástico y otros envases, fomentando así el consumo de productos sólidos (como, por ejemplo, el jabón en cosmética) y disminuyendo el uso de productos químicos altamente perjudiciales para el calentamiento global, como los aerosoles y pesticidas.
Directamente relacionado con el consumo, la gestión de los residuos desempeña un papel fundamental para evitar el calentamiento global, donde estrategias como el Zero Waste, el reciclaje y la compra de productos de segunda mano (ropa, electrodomésticos, etc.), disminuyen la ingente cantidad de residuos que se generan y vierten al medio ambiente año tras año.
Descubre más sobre Qué es el consumo responsable aquí.
Informar y divulgar sobre el problema del calentamiento global
Cada acción enfocada a disminuir el calentamiento global, y así evitar que siga aumentando rápidamente, resulta más que beneficiosa para el medio ambiente y las sociedades que habitamos el planeta, por lo que siempre será necesario mantenernos informados y dispuestos a ofrecer divulgación de esta problemática ambiental/antropogénica que nos involucra a todas las personas.
Cada vez son más los documentales, artículos científicos, webs y revistas especializadas en temáticas ambientales que nos permiten actualizarnos y ser conscientes de todas las consecuencias y acciones que conlleva el calentamiento global y, en conjunto, el cambio climático acelerado que estamos viviendo.
También es importante reconocer la labor y colaborar con alguna de las muchas ONGs que luchan (a nivel nacional e internacional) por la conservación del medio ambiente y llegar a medidas de mitigación y de justicia dentro de la problemática ambiental y social del cambio climático.
Consecuencias del calentamiento global
Las consecuencias del calentamiento del planeta son consideradas por diversos estudios científicos como los posibles resultados e impactos negativos que el cambio climático acelerado tiene (y tendrá) en los diferentes sistemas naturales y humanos. Generalmente son considerados los efectos negativos sobre las vidas, los medios de subsistencia, los estados de salud, los bienes económicos, sociales y culturales, así como las interacciones sobre los ecosistemas.
Concretamente, se han identificado consecuencias directas y peligrosas en los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos, los cuales tienden a ocurrir en lapsos de tiempo específicos, exponiendo así a una drástica vulnerabilidad a las sociedades y ecosistemas con los que interactúan. Dichas consecuencias sobre los sistemas geofísicos han sido agrupadas en un subconjunto de los impactos denominados impactos físicos, en los que se incluye a las devastadoras inundaciones, sequías y subidas del nivel del mar (debido, principalmente, al deshielo de los polos).
- AEMET & OECC (2018). Cambio Climático: Calentamiento Global de 1,5ºC. Agencia Estatal de Meteorología y Oficina Española de Cambio Climático. Ministerio para la Transición Ecológica, Madrid.
- Rogelj, J. et al., (2018). Mitigation Pathways Compatible with 1.5°C in the Context of Sustainable Development. In: Global Warming of 1.5°C. An IPCC Special Report.
- United Nations Environment Programme (2019). Emissions Gap Report 2019. UNEP, Nairobi.
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