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Paz y Ciencia

lunes, 18 de febrero de 2019

Habilidades Psicosociales en la Terapia Dialéctica Conductual




1. En la TDC el término habilidad es sinónimo de "capacidad" e incluye herramientas para que se puedan disponer en determinados momentos, el terapeuta ha de tener una visión directiva de este trabajo y sin perder el rumbo aunque pueden surgir situaciones de crisis. Por ello es mejor en un grupo abierto que en psicoterapia individual. En los grupos habría dos terapeutas, uno que enseñaría las habilidades y otro que trataría de resolver los problemas individuales, un conciliador, por decirlo de alguna manera, un mediador de apoyo. Las capacidades son cognitivas, emocionales y conductuales así como la integración de las mismas, lo cual es necesario para un desempeño efectivo.
El reto no es sólo que dispongan los pacientes de las habilidades sino que las implementen de manera efectiva y adaptativa.

2. En una psicoterapia se trata lo que el paciente demanda en un momento determinado, en un programa de habilidades sociales efectivo se requiere que tanto los usuarios como el terapeuta se ciñan a una disciplina. El terapeuta tiene que tener un rol muy activo que controle el rumbo de la sesión.
Si el terapeuta no está atento a la marcha de la formación de habilidades puede alejarse del rumbo propuesto, las urgencias del Trastorno de Inestabilidad Emocional son muy dadas al caos y crisis continuos; sin embargo en grupos esto se puede manejar mejor.
En un primer nivel estaría la enseñanza de habilidades y durante la psicoterapia la implementación adecuada en función del contexto del paciente.

3. Desde el programa de Marsha Linehan se proponen la formación de habilidades en grupo, estando como último recurso la formación individual. La autora reconoce que al principio los pacientes no se integran bien en un grupo aunque pueden beneficiarse mucho, más que en una terapia individual (para el desarrollo de habilidades).
La homogeneidad permite que los terapeutas diseñen la formación de una manera más precisa. La mayor parte de habilidades impartidas son aplicadas a mucha población de pacientes. Con un grupo homogéneo los pacientes tienen la oportunidad de conocer a muchas personas que comparten los mismos problemas e intereses, resultando una práctica validante. Es lo primero en lo que hay que intervenir y enseñar habilidades psicosociales para que esta conducta no se tenga.

4. La formación de habilidades en grupo es un complemento para la terapia individual. Las investigaciones de Linehan demuestran que el tratamiento más efectivo es la combinación de terapia individual con el formato de la terapia dialéctico conductual y la formación de habilidades. Para ello, terapeuta individual y formador de habilidades deben estar en colaboración, al menos semanalmente. Los psicoterapeutas deben conocer el programa de habilidades y reforzarlo, ya que éste puede ser una herramienta para la desregulación conductual, emocional, etc.

5. Cuando un paciente muestra conductas parasuicidas y autopunitivos hay que pensar que afortunadamente el grupo le puede dar un apoyo validante, sin embargo puede ser duro escuchar que otros siguen con el problema después de haber sido superado. Recordemos que una condición previa del TLP es la difusión de la identidad y pueden adoptar conductas camaleónicas.

6. La TDC de Linehan se compone de cuatro módulos de formación de habilidades:
- Habilidades básicas de conciencia (mindfulness skills).
- Habilidades de efectividad interpersonal.
- Habilidades de regulación de emociones.
- Habilidades de tolerancia al malestar.
El orden responde a dificultad de asimilación y exigencia de número de sesiones.


7. Debemos ceñirnos al programa para que no haya "contagio" de conductas parasuicidas o semejantes. Si esto es imposible, puesto que si trabajamos con un grupo homogéneo los TLP, a menudo presentan esta conducta, debemos tratarla en primer lugar, poniéndola como foco de la intervención, utilizando el material ya empleado de habilidades y la pericia del conductor del entrenamiento en habilidades. Hay que ser muy directivos, claros y firmes, pero también muy empáticos y comunicarse con el/los terapeuta(s) individual(es). Podemos emplazar para seguir abordando más detenidamente a la siguiente sesión pero, si bien, antes quede bien cerrada y trabajada las motivaciones de los integrantes del grupo para que puedan hacer autocrítica de la conducta lesiva.

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
Zaragoza (Zona Centro).
E-mail: rcordobasanz@gmail.com
Página Web: www.rcordobasanz.es
Teléfono: 653 379 269

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