PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

miércoles, 4 de marzo de 2009

La Niña de los Sueños

Carta a la Princesa, del muchacho del mercado:

Afilada estaba la guadaña cuando caíste dormida, esperando el regreso de esa Princesa que un día quisiste ser, cuando despertaste todo era tal y como querías, el mundo era negro o blanco o bien tenía una sinfonía de colores tropicales.
Dentro de ti un marasmo te llevaba a cambiar, por otro lado siempre cabía espacio para esa repetición, ese eterno corte que no pudo darse y que lastraba tu existencia dejando tu ser en picado, esperando la venida de alguien que sacara tu rostro empapado del agua donde te ahogabas.
Allí apareció un espejismo, alguien que es un reflejo de tu fantasía y allí nací yo, pintado por un tropel de hadas que robaron mi lápiz mientras dormía y reflejaron mis sueños. Allí yo te miraba desde lo lejos y pensaba qué muchacha ésta, que parece saber donde camina y sin embargo un sorbo de agua le parece una gran comida. La verdad es que no sé bien que decirte, podría comentar contigo lo hermosa que eres, lo agradecido que estoy o lo que has significado para mí, pero lo más importante de todo es que tú sepas quien soy yo realmente para ti y si podré seguir existiendo a pesar del dominio de tu fantasía, tú estás leyendo esto porque estos seres de la entelequia son capaces de imprimir caracteres a mis emociones si no fuera por eso tú y yo tal vez tampoco existiríamos en esa otra hoja que es nuestra realidad.
Espero que descanses,
Atentamente,
Tu Niño, el de Los Sueños.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sublime espejismo. ¡Qué suerte ha tenido la Princesa!