PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

martes, 24 de marzo de 2009

Monte Miseria


Hoy quisiera hablar de una novela titulada "Monte Miseria", está en Ed. Anagrama, también en formato compacto. Trata de la experiencia de un psiquiatra en un hospital de psiquiatría, de lo que aprende en ese recinto y lo que vive dentro y fuera de sus muros. Es la continuación de la novela "La Casa de Dios", considerada "La Biblia" para los estudiantes de medicina en Estados Unidos. Ambas muy apreciadas por la crítica. Es un libro de incalculable valor, lo firma Samuel Shem, seudónimo de Stephen J. Bergman, psiquiatra y director de la sección clínica en la facultad de medicina de Harvard. Probablemente influido por Thomas Szasz (El mito de la enfermedad mental; El Segundo pecado). Bergman es un grandísimo profesional que escribe de una forma verdaderamente bella.

Al final del libro, a modo de anexo podemos leer las siguientes

LEYES DE MONTE MISERIA

I. En psiquiatría no hay leyes.
II. Los psiquiatras se especializan en sus defectos.
III. Ante una urgencia psiquiátrica, lo primero que hay que hacer es comprobar tu propio estado mental.
IV. Los pacientes no son los únicos que tienen la enfermedad, o que no la tienen.
V. En psiquiatría primero viene el tratamiento, luego el diagnóstico.
VI. Los peores psiquiatras son los que más cobran, y los expertos mundiales son los peores de todos ellos.
VII. La facultad de medicina es un lastre para llegar a ser psicoterapeuta.
VIII. Tus colegas te harán más daño que tus pacientes.
IX. Puedes saberlo todo sobre una persona por el modo en que practica un determinado deporte.
X. Los pacientes "fisiológicos" no toman su medicación el cincuenta por ciento de las veces, y los pacientes psiquiátricos suelen tomarla muchas menos veces.
XI. La terapia es parte de la vida, y viceversa.
XII. La curación, en psicoterapia, no tiene nada que ver con la psicología: la conexión, no el yo, es la que cura.
XIII. La prestación de cuidado psiquiátrico reside en saber lo menos posible, y en entender lo más posible acerca de cómo vivir el sufrimiento de tus semejantes.


El dibujo es de Ceferino Castellano.