Trazo grueso sobre amor

"Amor omnia vincit". Virgilio.

El amor es una parte energética, espiritual, biológica, interpersonal, social, en fin, una abstracción omnipresente que puede y debe ser tratado en cuestiones de PSI y lo es en cuestiones de LETRA.

El amor es aquello que Freud, bajo la máscara de líbido, se refería para hablar de la relación de objeto, de aquello que forma un vínculo entre dos personas. En los problemas psíquicos en último término es lo que asocia o disocia dos individuos, haciendo una reducción para este artículo a modo de diario tipo Sexo en Now York de Carrie Bradsham, versión masculina.

El amor y la capacidad de amar es lo que es estudiado por el psicoanálisis, es lo que escriben los poetas, es aquello que hace que vivamos 50 años con la misma persona, el amor es lo que hace que podamos vivir y sentirnos vivos.
Amar supone estar sano, del mismo modo que hay que estar un poco sano para ser creativo hay que estarlo para amar. Sin embargo no siempre nos enamoramos de la persona correcta. El amor puede tener unos destinos poco convenientes.
Sin embargo "el amor es ciego". Qué puede ser ciego y al mismo tiempo determinar nuestra vida. Para nosotros el amor, y el amor es irracional. Así que en definitiva estamos enamorados por algo que emerge de lo emocional, de los afectos, de nuestra experiencia, tal vez de lo observado, de nuestra constitución, inclinaciones, tendencias, dotación... Nos enamoramos por aspectos irracionales, y tenemos hijos por motivos irracionales, por el amor. Cuando no los tenemos suele ser por la razón, cuando lo demoramos también es por la razón, el amor está allí dirigiendo el camino de nuestras vidas. El amor a la patria hace que sintamos nostalgia cuando ésta no está en nuestra vida. El amor hacia nuestra primera pareja tiene que ver con que nos pongamos tristes cuando se ha ido y piensen algunos que nunca habrá un@ como él/ella.
El amor es lo que hace que dos personas se relacionen, en calidad de amigos, de familiares, en el trabajo.
El amor puede estar dirigido hacia los otros y hacia uno mismo y este signo guarda relación, suele encontrarse que cuando hay poco amor hacia lo de afuera hay poco hacia dentro. Es quizá lo que antes hemos vivido fuera para que lo de dentro no nos guste y viceversa. El amor y amar es algo fundamental, pero existen extremos poco aconsejables en la profesión PSI que no son impedimento en la LETRA: el profesional estadista que considera que su trabajo "no es caerle bien a la gente", y el profesional sentimental-sensiblero que puede fallar en cuanto a la autoridad y los límites.
Existen problemas que puede tener una persona de la calle con respecto a su amor, no quererse a sí mismo, usar a los otros para quererse, no querer a los otros, que no le quieran. Con respecto a estas últimas ideas se pueden hacer cientos de miles de seminarios para estudiar como el amor es determinante en la calidad de las relaciones externas e intrapsíquicas.

Nunca dejes de sonreir, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes quien se puede enamorar de tu sonrisa. Gabriel García Márquez.

Quiéreme cuando menos lo merezca porque será cuando más lo necesite. Dr. Jeckyll. Oscar Wilde.

Poema 1; Neruda: Veinte poemas de amor y una canción desesperada.

Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar el hijo del fondo de la tierra.
Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros
y en mí la noche entraba su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda.
Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme.
Ah los vasos del pecho! Ah los ojos de ausencia!
Ah las rosas del pubis! Ah tu voz lenta y triste!
Cuerpo de mujer mía, persistirá en tu gracia.
Mi sed, mi ansia sin limite, mi camino indeciso!
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue, y el dolor infinito.

Poema 5


Para que tú me oigas
mis palabras
se adelgazan a veces
como las huellas de las gaviotas en las playas.
Collar, cascabel ebrio
para tus manos suaves como las uvas.
Y las miro lejanas mis palabras.
Más que mías son tuyas.
Van trepando en mi viejo dolor como las yedras.
Ellas trepan así por las paredes húmedas.
Eres tú la culpable de este juego sangriento.
Ellas están huyendo de mi guarida oscura.
Todo lo llenas tú, todo lo llenas.
Antes que tú poblaron la soledad que ocupas,
y están acostumbradas más que tú a mi tristeza.
Ahora quiero que digan lo que quiero decirte
para que tú las oigas como quiero que me oigas.
El viento de la angustia aún las suele arrastrar.
Huracanes de sueños aún a veces las tumban
Escuchas otras voces en mi voz dolorida.
Llanto de viejas bocas, sangre de viejas súplicas.
Ámame, compañera. No me abandones. Sígueme.
Sígueme, compañera, en esa ola de angustia.
Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras.
Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.
Voy haciendo de todas un collar infinito
para tus blancas manos, suaves como las uvas.

LA PIEL

Pergamino en que se escribe la historia de
nuestros años. Ujier que en el umbral del
salón de la vejez nuestra entrada anuncia,
adornándonos con las arrugas que se producen
al perder su juvenil elasticidad y lozanía,
como resultado de la desecación fisiológica,
fiel compañera de su añejamiento.

Irremovible ropa que nos viste de distintos
colores dependiendo de su pigmentación. Inte-
resante policromía que las razas define.

Pared que nos separa del mundo exterior
y a la vez a él nos une. Tenaz carcelera
de la que escapar no podemos.

Interesante tejido que se estira durante
nuestro crecimiento para luego arrugarse,
ya cansada en vías de retiro, como justa
protesta por sus largos años de incondi-
cional servicio.


Cástulo Gregorisch
9/21/05