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Paz y Ciencia

miércoles, 21 de octubre de 2015

Cómo debe dormir mi bebé

Cómo debe dormir mi bebé

Publicado el miércoles, 01 de abril de 2015. Autor: María Berrozpe
Una de las mayores preocupaciones de los padres de un bebé pequeño suele ser cómo deben poner a dormir a su hijo. Lo "normal", según lo que vemos a nuestro alrededor, es colocarlo en una cuna, al principio en la misma estancia en que nosotros dormimos, pero con el objetivo de sacarlo en unos pocos meses a la suya propia. De hecho, una de las primeras cosas que preparamos ante la llegada del bebé es "su habitación", como si la existencia de este espacio separado del nuestro para dormir fuera una necesidad vital de nuestro recién nacido.
Pero los planes del bebé suelen ser muy diferentes a los nuestros. Él no entiende, todavía, de tradiciones culturales, solo de instintos. Y su instinto es muy claro: necesita estar en contacto continuo con su madre. Ser separado de ella supone un malestar intolerable que frecuentemente le hará irrumpir en llanto tanto de día como de noche. Y es precisamente por la noche cuando esta situación puede volverse insostenible.
Muchos padres no tardamos en descubrir que las insoportables noches de despertares, llantos y viajes entre nuestra cama y la cuna de nuestro hijo tienen una solución muy sencilla: meterlo en la cama con nosotros. Pero entonces chocamos de frente con una de las tradiciones más arraigadas en nuestra cultura occidental: el sueño en solitario de nuestros hijos, que no solo es defendida a ultranza por nuestros amigos, vecinos y familiares varios, sino también por nuestro pediatra, enfermera de pediatría o comadrona que, además, nos señalará el inminente peligro de muerte súbita al que exponemos al bebé cuando lo metemos en nuestra cama.
Ante esta situación, los padres solemos sentirnos bastante perdidos. Algunos optarán por seguir insistiendo en el sueño en solitario, cueste lo que cueste, lo que suele conllevar la aplicación de algún método de adiestramiento. Algunos de estos métodos son realmente insufribles, como los basados en "dejar llorar", mientras que otros, mucho más respetuosos, van a necesitar una gran inversión de tiempo y esfuerzo que puede traducirse en un buen número de noches difíciles para todos.
Otros optamos por dejarnos llevar por nuestro "instinto" y decidimos dormir con nuestro bebé. Pero esta decisión tampoco es fácil. Ya no son las amenazas de que "nunca te lo sacarás de la cama" de nuestros allegados. Lo peor es la terrible sombra de la muerte súbita del lactante (SIDS por sus siglas en inglés) que ronda sobre nuestras cabezas. Pero, ¿qué hay de cierto en esta creencia? Realmente aumentamos el riesgo de SIDS colechando con nuestro bebé.
Según los científicos del sueño infantil, dormir con nuestros hijos en la misma habitación, al menos durante el primer año de vida, es altamente recomendable, porque reduce drásticamente el peligro de SIDS. Pero el colecho (entendido comobedsharing, esto es, dormir con un bebé en la misma superficie) despierta más controversias. Por un lado, todos parecen estar de acuerdo en que practicado de manera segura no supone ningún riesgo después de los tres meses de edad. Pero hasta ese momento esta pregunta continúa todavía abierta. Mientras algunos investigadores aseguran que el colecho es un riesgo independiente (o sea, que actúa en ausencia de cualquier otro riesgo) de SIDS antes de los tres meses, otros afirman que este peligro no está en absoluto demostrado. Según este segundo grupo de investigadores, si respetamos una serie de condiciones de seguridad (ver tabla adjunta), el colecho debería ser un factor de protección, dado que el sueño del bebé que colecha con su madre es diferente al del bebé durmiendo en solitario, lo que podría tener unas importantes implicaciones, muchas todavía desconocidas, tanto para el desarrollo saludable del bebé como para su seguridad durante el sueño (para más información sobre las discrepancias existentes entre los investigadores consultar el Capítulo 4, apartado 4.2.1 de El debate científico sobre la Realidad del sueño Infantil).
Y, mientras el mundo científico sigue con su debate, ¿qué hacemos nosotros? ¿Colechamos o no colechamos?
Condiciones para un colecho (entendido como compartir cama o bedsharing) seguro.
  • Los bebés deben dormir en superficies firmes, limpias, en ausencia de humo, sin almohada ni ningún muñeco que pueda asfixiarle.
  • Siempre debes poner a dormir al bebé sobre su espalda.
  • No deben existir espacios entre el colchón y la barrera de seguridad o la pared donde este pueda quedar atrapado.
  • Los bebés no deben dormir nunca en sillones o sofás ni en el regazo de algún adulto somnoliento.
  • Nunca debes cubrir la cabeza del bebé con nada que pueda dificultar su respiración.
  • Evita abrigar demasiado al bebé y tener la habitación demasiado caliente.
  • Es preferible que el bebé duerma al principio entre la pared, o la cuna adosada o unos barrotes seguros, y la madre, en lugar de entre el padre y la madre. Al cabo de las primeras semanas, el padre ya es sensible a la presencia del bebé y puede dormir entre los dos.
  • Es especialmente recomendable que el colecho se practique cuando la madre amamanta a su bebé, porque se ha demostrado que las madres que amamantan no dan la espalda a su bebé en la cama y se ponen, de manera instintiva, en una posición segura para su hijo.
  • Las madres y los padres que colechen no deben ser obesos, fumadores, ni tomar alcohol o cualquier otra droga (o medicamento) que comprometa el estado de consciencia o la capacidad de reacción (que adormezcan).
  • Los bebés menores de un año no deberían compartir la cama con otros hermanos pequeños.
  • Evitar camisones o vestidos con lazos largos que puedan cubrir la cara del bebé o enrollarse alrededor de su cuello. Los cordones de las cortinas o estores cercanos pueden ser igualmente peligrosos. Si alguno de los progenitores tiene el pelo muy largo, mejor que se lo recoja en una coleta.
Generalmente, ante la duda, los padres buscamos las recomendaciones al respecto de diferentes organismos oficiales. Pero en este tema tan controvertido encontramos bastante diversidad, dependiendo de a qué tendencia de las antes citadas pertenecen los miembros del comité que las han escrito. Por lo tanto, y ante la falta de unanimidad entre los expertos, solo nos queda evaluar las diferentes recomendaciones y elegir la opción que mejor se adapte a nuestras necesidades, creencias y filosofía de vida.
A continuación presento una recopilación de las últimas recomendaciones de los principales organismos. El rango de variabilidad es importante: desde las más conservadoras (como la Asociación Americana de Pediatría, que desaconseja absolutamente el colecho) hasta las más abiertas y acordes con la evidencia científica más actual. Cabe destacar que, con el paso del tiempo, muchos organismos han ido abriéndose a la aceptación del colecho, siempre señalando unas condiciones de seguridad muy concretas (ver tabla adjunta), dada su importancia demostrada en el desarrollo saludable del bebé y en el establecimiento de una lactancia materna exitosa.

Lista de Recomendaciones Oficiales Sobre el Sueño del Bebé

  • El Comité de Lactancia Materna y el Grupo de Trabajo para el Estudio de la Muerte Súbita Infantil de la Asociación Española de Pediatría (AEP). Consideran el colecho una práctica beneficiosa para el establecimiento de la lactancia materna, pero resaltan una serie de condiciones en las que este no debería practicarse, ya que podría estar aumentando el riesgo de SIDS.
  • Academia Americana de Pediatría (AAP). Las recomendaciones de esta asociación provienen de la Task Force on Sudden Infant Death Syndrome. Entre un total de 18 recomendaciones (organizadas en tres grupos según el nivel de evidencia científica: A, B y C) se encuentra la de compartir habitación con el bebé, pero no cama, una recomendación que ha suscitado numerosas críticas de los sectores más innovadores defensores del colecho o bedsharing (para ver las críticas a estas recomendaciones consultar el Capítulo 4, apartado 4.2.1 de El debate científico sobre la Realidad del sueño Infantil).
  • UNICEF. En sus recomendaciones los expertos de UNICEF afirman que el lugar más seguro para el bebé es una cuna al lado de la cama, pero están abiertos al colecho o bedsharing siempre que se cumplan las condiciones de seguridad.
  • La Sociedad Suiza de pediatría (Schweizerischen Gesellschaft für Pädiatrie, SGP), la Sociedad Suiza de Neonatología (derSchweizerischen Gesellschaft für Neonatologie) y la Fundación Suiza para la Promoción de la Lactancia Materna (Schweizerischen Stiftung zur Förderung des Stillens) realizaron, en el año 2013, un comunicado conjunto en el cual, ante la importancia del colecho o bedsharing como un factor favorecedor de la lactancia materna, el papel de la lactancia materna como factor protector del SIDS, y la existencia de familias que deciden libre y conscientemente colechar con sus bebés, relajan sus recomendaciones anteriores en su contra, aceptando la realidad de que practicarlo o no es una decisión de los padres y dando las directrices para que pueda realizarse con la máxima seguridad, recomendando, por ejemplo, el uso de una cuna tipo sidecar (superficie independiente adosada a la cama de los padres), que facilita la lactancia y no interfiere con la frecuencia de las tomas de pecho.
  • La Liga de la Leche. Apuesta en sus recomendaciones por un colecho seguro, resaltando los enormes beneficios que esta práctica supone tanto para el bebé como para su madre.
  • La Academia de Medicina de la Lactancia (The Academy of Breastfeeding Medicine). Hace hincapié en la importancia del colecho para la lactancia materna y considera que no hay evidencias concluyentes que permitan recomendar en contra del colecho de manera rutinaria. Animan a seguir unas estrictas recomendaciones de seguridad en caso de que se decida colechar.
  • El National Institute for Health and Care Excellence (NICE) y la Infant Sleep Information Source resaltan que la cama de adultos debe ser adaptada para que el bebé duerma con seguridad, además de hacer hincapié sobre lo peligroso que es quedarse dormido con el bebé en un sofá, hecho que puede ocurrir cuando una madre muy cansada no se atreve a meterse el bebé en su cama para amamantar por la noche. Por lo tanto, y ya que está demostrado que la gran mayoría de madres acabará colechando en algún momento con su bebé, recomiendan planearlo cuidadosamente, antes incluso del nacimiento, para que así pueda ser practicado con las máximas garantías de seguridad.

Sobre María Berrozpe
María Berrozpe, PhD, es doctora en ciencias biológicas y autora de "El Debate Científico sobre la Realidad del Sueño Infantil" y del blog Reeducando a mamá. Es, además, monitora de La Liga de la Leche Internacional.

Documentos de María Berrozpe publicados en Crianza Natural

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