PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

domingo, 2 de enero de 2011

"Sobre lo mucho que me quieres"

Dejando un espacio en el recogido mundo para deletrear un punto crítico de la existencia, así iniciaría la mecanografiada nota que le dejé escrita a esa mujer antes de irme a respirar el aire saturado de la vulgar permanencia en este estado de rubor y ritmo cansino.
Cuando miré atrás me di cuenta de que todo había pasado, veía en mi retina los colores, la gente abrazándose, mimándose y riendo. Siempre me ha gustado ver a la gente sonreir y yo me reía muy a gusto. No desmerecía para nada el haber estado en la cama durante esos días, moldeando mi figura a base del imperfecto efecto de la fiebre y la desgana.
Ahora, me decía ella, pareces al hombre que conocí. Unas palabras que me daban cierto vértigo, ya que mirar atrás y mirar así, me daba una repentina gana de vomitar.  Así, me di cuenta de que hay ciertas cosas que son como las legañas, aspectos aderezados del carácter que no se van ni con agua hirviendo sino con un despertar y un poco de agua fresca.
De cualquier forma, lo mejor fueron esos momentos disfrutando del eterno resplandor del agua en los ojos, en las montañas de tu alma, descansando ese rubor estúpido de la fiebre y las ínfulas.

No hay comentarios: