Todos y cada uno de nosotros somos dirigidos por los yoes de turno; máscaras; maquillajes de ocasión. Cada cual aparece y aflora según la circunstancia en la que vivimos; crea en nuestra mente fraccionamientos que nos confunden para que no tengamos conexión con el Ser Esencial,nos separa indiscriminadamente con sueños e ilusiones que nos llevan a una vida llena de penas, angustias, estres, nerviosismo para obtener y tener.
Son creados por nosotros, a través de nuestra educación y condicionamientos sociales. Tenemos que tener claro que ninguno de estos yoes son verdaderos. Han sido creados para sobrevivir; identificándonos con éstos y por supuesto creyendo que somos ellos falsamente.
Toda pasión, deseo, ambición, vicio, ect...tiene su correspondiente entidad, y el conjunto de todas ellas es el Yo pluralizado.Mientrás exista el yo, existirá el dolor y el error.
Debemos estar auto-observándonos siempre, de instante en instante. En pensamientos y sentimientos; cuando haga acto de representación un yo hemos de Pedir a Nuestra Madre Divina que desintegre este yo error, máscara, actor.
Los yoes han sido vistos como los causantes de las malas decisiones que cada quién puede tener.
Muchas personas quieren cambiar su forma de ser, pero si no nos conocemos a nosotros mismos y practicamos la auto-observación , tal cambio no se hace posible.
El ser no injuria, no entiende de los conflictos de los yoes, de circunstancias creadas por los pensamientos erróneos dirigidos por aquellos que barbariamente hemos creado. Si, somos pensados por los distintos yoes.
Todas las cosas se repiten, hacemos siempre las mismas cosas, y cometemos los mismod errores; si no nos auto-observamos no podremos desintegrar a esos yoes que cada día nnos utilizan a su antojo.
Quién quiera descubrir ese punto misterioso, tiene que buscarlo dentro de sí mismo, en el aqui y ahora.
Vivamos en el ahora, vivamos desde el Ser Esencial.
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