Los Niños Altamente Sensibles, a los que suele describirse como altamente reactivos o de fácil estrés físico, tímidos o inhibidos en su comportamiento, o con genes relacionados con la ansiedad o la depresión, resulta que desempeñan mejor que otros niños cuando se les da una atención infantil de alta calidad. Con lo de que se "desempeñan mejor" me refiero a todo, desde el rendimiento escolar y el comportamiento moral hasta la competencia social, la autorregulación y la seguridad de sentirse queridos. Si las madres eran especialmente positivas y cariñosas, si a ambos progenitores se les instruía en habilidades parentales y de crianza, si a las niñas se les enseñaba la manera de gestionar la depresión, o si a los niños de orfanatos se les proporcionaba cuidados especializados durante la crianza, estos niños "susceptibles" o "sensibles" eran siempre los que más se beneficiaban. Es como si éstos no sólo absorbieran un mal entorno con más intensidad, sino que también eran los que más se benefiaban de un buen entorno.
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