Con toda seguridad amamos y admiramos a los hombres buenos, Santos, honestos, virtuosos y limpios. Pero ¿Quién se haya asomado a la profundidad del alma humana no ha encontrado que mezclados con esos sentimientos, se encuentran otros sentimientos hostiles hacia los hombres santos?, ¿o hacia nuestros genios intelectuales? Es un hecho que amamos y admiramos a las personas que encarnan la verdad, la bondad, la belleza, la justicia, la perfección, el éxito, pero aún así, nos hacen sentir incómodos, ansiosos, confundidos, quizás un poco celosos o envidiosos, un poco inferiores y torpes. Por lo general, nos hacen perder nuestro aplomo, nuestro dominio sobre nosotros mismos y nuestra seguridad.
Abraham Maslow. Psicoterapeuta Humanista.
Estas personas nos hacen percatarnos de nuestra inferioridad aunque no se lo propongan.
martes, 17 de mayo de 2016
Complejo de Jonás. Maslow
Etiquetas:
Abraham Maslow,
Complejo de Jonás,
psicoterapia humanista
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario