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Paz y Ciencia

viernes, 20 de febrero de 2015

Ibone Olza: El derecho a estar bien acompañada


¿Con quien te gustaría parir? ¿Quién quieres que te acompañe en el nacimiento de tu bebé?
Muchísimas, probablemente la mayoría de las mujeres, dirán que con el padre del bebé. Muy bien. Pero si además del padre, te haces la pregunta de quién quieres que te anime, te acompañe, te acaricie, te recuerde algunas frases importantes en momentos de decaimiento o cansancio...Si quieres que alguien te ayude con el dolor o la fatiga, alguien que te pueda dar un masaje o recordar tus deseos a los profesionales que te atienden si tú no estás para hablar...Igual quieres que te acompañe tu hermana, o tu madre, o tu mejor amiga. O igual quieres que te acompañe una doula.
Parir bien acompañada es importante. El miedo bloquea, detiene, y complica el parto. En el parto intervienen las mismas hormonas que en el coito, que se alteran de igual manera. Es decir, para parir idealmente necesitamos sentirnos igual de confiadas, relajadas y tranquilas que cuando hacemos el amor con la persona amada. Si sentimos miedo, si nos interrumpen con preguntas o explicaciones, si nos ponen mala cara, si nos hacen cambiarnos de un lugar a otro, si nos dejan solas sin saber que sucede...el parto se detiene, se alarga, y las hormonas del estrés pueden incluso hacer que al bebé le llegue menos oxígeno y comience a sufrir.
El derecho a estar bien acompañada en el parto es algo básico. Y sin embargo todavía son demasiados los profesionales que atienden partos que no lo comprenden ni respetan. Así se dan situaciones a diario tremendas. Por ejemplo, en algunos hospitales te puede acompañar el padre en la cesárea si eres una "recomendada", es decir, si tu pareja o tu trabajáis en ese hospital o tenéis a alguien muy cercano que trabaje allí, probablemente dejen a tu pareja entrar al quirófano en la cesárea, pero si no ni de broma. O si no tienes pareja, igual tu amiga puede acompañarte en el parto pero no tu doula. O si pasaste por un parto terrible la vez anterior que te dejo traumatizada, y quieres que una doula que te conoce desde entonces te acompañe en este parto porque eso te va a tranquilizar, tampoco te dejan. Son los profesionales del parto los que deciden, reglamentan, abren o cierran la puerta al paritorio con criterios bastante dispares, que no suelen estar escritos, o que si lo están admiten numerosas excepciones en función de quien esté de guardia. En cualquier caso lo que prima no es el respeto a la decisión de la mujer ni a sus necesidades, sino las opiniones, la comodidad, o las preferencias de los profesionales.
Y esto se da por igual en el nacer y en el morir. Hace unos días un padre escribió esta carta: La soledad de una UCI pediátrica. El derecho a estar bien acompañados se vulnera en las UCIs, pediátricas o de adultos. Muchas personas han fallecido solas en una UCI cuando sus seres queridos habrían dado lo que fuera por poder acompañarles en el tránsito, pero "las normas" lo impedían.
Para mí lo más grave del "informe doulas" es esto: lo que conlleva de no comprensión del derecho básico a estar bien acompañadas/os en los hospitales. En el parto, en el nacimiento, en la enfermedad, en la muerte.

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