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Paz y Ciencia

martes, 11 de junio de 2013

Los Juegos Psicológicos, según Eric Berne: Análisis Transaccional

 
 
 LOS JUEGOS PSICOLÓGICOS, SEGÚN BERNE

Aquí hablaremos de cinco aspectos principales: una definición, diferenciación entre juegos de poder y psicológicos, clasificación, la finalidad de los juegos psicológicos y, finalmente, más allá de los juegos.
a) Definición: los juegos psicológicos son artilugios de incomunicación que se establecen en una serie de transacciones -proposiciones o enunciados- ulteriores con un truco (o un hablar con reticencia como una forma indirecta de decir las cosas), que conducen a un final bien definido, aportando de forma asociada un resentimiento, que representa la "ganancia" del juego. El proceso es: uno presenta un cebo, el otro jugador siente una debilidad para entrar y se genera el enganche, entonces el primer jugador inicia un cambio de actitud en el diálogo y el segundo jugador se lleva una sorpresa ante lo inesperado del giro, o sea: un cambio de rol o de tema. Como vemos, el concepto de juego psicológico de Berne es una perversión del juego cultural de Huizinga y de los otros que he señalado.
b) Podemos decir que todos los juegos psicológicos son de poder, para manipular al otro y forzarle a hacer lo que no quiere hacer; son a su vez inconscientes y por ello repetitivos, acaecen una y otra vez, a menudo con las mismas personas y en iguales circunstancias. Desde este punto de vista se diferencian de los juegos de poder en general que son conscientes y, aunque también pretenden en el plano social, más que en el personal, forzar al otro, por ejemplo en una huelga de trabajadores, sin embargo sus objetivos son concretos; sería el caso de un poder contra el poder, aunque tanto unos como los otros no son plenamente libres, tienen una causa y un fin, si bien coinciden con los juegos libres en que encierran un riesgo.
c) Berne clasifica los juegos psicológicos según temas y escenarios en que tienen lugar: de vida, maritales, de reunión, de consultorio y sexuales, yo opto por una clasificación que aporta R Kertész, que considero más didáctica para aplicar en psicoterapia, siguiendo el llamado Triángulo Dramático de Karpman, según cambio en los roles de Perseguidor, Salvador y Víctima, que puede representar cada jugador, dando vueltas alrededor de este triángulo, ya se juegue con dos o tres jugadores, evidentemente "no cooperativos"; así por ejemplo:
- Juegos de Perseguidor: "Te pillé", "Alboroto", "Sí, pero...", etc.
- Juegos de Salvador: "Rescate", "Mira lo que hago por ti", "Explícame tus penas", etc.
- Juegos de Víctima: "Estoy agobiado", "Pobre de mí", "Si no fuera por ti", etc. (Kertész, 195: 332).
d) ¿Cuál es la finalidad de los juegos? o ¿por qué se juegan una y otra vez?: Claude Steiner, en su obra L’autre face du pouvoir, recoge tres motivos para jugar, que podríamos resumir en necesidades no satisfechas (los tres primeros de la lista), a los que añadimos tres más explicitados por Berne:


1.- Una forma de saciar erróneamente ("amartano") el hambre de reconocimiento ("ganancia" biológica).

2.- Una forma de estructuración del tiempo que denominamos pasatiempo ("ganancia" social).

3.- Confirmación de una Posición Existencial (actitud ante la vida) equivocada ("ganancia"existencial).

4.- Protección contra el miedo a ser desenmascarado y que se me conozca como soy.

5.- Evitar la intimidad.

6.- Procurar que los otros hagan lo que no quieren hacer.
e) Más allá de los juegos es la parte III del libro de Berne: Juegos en que participamos. En esta tercera parte, después del análisis minucioso de cada juego, Berne propone la necesaria recuperación de la autonomía perdida, que se manifiesta por la liberación o la recuperación de tres capacidades: conciencia de las cosas, espontaneidad e intimidad. Por conciencia de las cosas se entiende el vivir aquí y ahora, y no en otra parte, por ejemplo en el pasado o en el futuro. Por espontaneidad se entiende la libertad de expresar los propios sentimientos y emociones, significa liberación de la necesidad de jugar juegos psicológicos y de tener únicamente los sentimientos que nos enseñaron a tener. Por intimidad la franqueza libre de juegos psicológicos y la liberación del Niño que llevamos dentro, incorrupto, sensitivo e ingenuo, que vive el aquí y ahora, capaz de jugar en el mundo con la autenticidad de los juegos cooperativos y/o recreativos en la relación con otras personas.


RESUMIENDO, podemos citar a Lluís Casado, miembro de ACAT, (Associació Catalana d’Anàlisi Transaccional), quien nos aporta una clasificación esquemática del poder, a tres niveles: individual, relacional y social, de esta manera:

I.- INDIVIDUO
- el poder como fuente de crecimiento
- el poder como desviación del crecimiento

II.- RELACIONAL
- el poder como enriquecimiento compartido
- el poder como manipulación

III.- SOCIAL
- el poder creador de sistemas sinérgicos
- el poder creador de sistemas opresores

Evidentemente, los juegos psicológicos se hallan enmarcados en los juegos de poder manipuladores, siempre que sean inconscientes y repetitivos.

Podemos acabar diciendo que la autonomía es el paso de la esclavitud de los juegos psicológicos en las relaciones personales a un auténtico decir sí a los juegos de la vida dionisíacos y culturales.

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