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Paz y Ciencia

sábado, 7 de noviembre de 2009

Winnicott en relecturas: Realidad y Juego

Estoy releyendo "Realidad y Juego" de Winnicott. Está repleto de citas memorables.
Por ejemplo la de que "lo natural es el jugar y el Psicoanálisis es el juego más sofisticado del siglo XX". O aquella en la que dice que el tratamiento transcurre en una zona donde se solapan dos áreas de juego, la del paciente y la del terapeuta. Él habla como psicoterapeuta que tiene el bagaje de trabajar en el Paddington Green Children´s Hospital donde trataba la "hipocondría de las madres", suena provocador y así era Winnicott. Un señor inglés juguetón y muy inteligente que se salió de los márgenes del psicoanálisis y de la sombra de la gran Melanie Klein para cambiar "el jugar como verbo sustantivado", antes técnica de análisis y usarlo como método de psicoterapia e investigación. De ser una forma, véase "El Psicoanálisis de niños" de M. Klein, donde el juego es el medio para explorar la psique del niño, Winnicott lo emplea como una técnica (la llamaremos en homenaje a Ferenczi "activa"). Así da mayor contenido a la demanda de la madre que acude al hospital y en su consultorio puede inventar el "juego del garabato" y llegar a la siguiente conclusión: el psicoanálisis visto desde Winnicott es un espacio donde poder jugar y cuando el paciente no está preparado el análisis ha de centrarse en llevar al paciente al terreno del jugar. Klein hablaría de la posición esquizo-paranoide y de la posición depresiva, conceptos que incorpora Winnicott. Quizá el jugar tiene que ver con esa posición de reparación y creatividad que dirige hacia la salud al paciente, inexorablemente. Pero se trata de alcanzar esa "posición". Complejo trabajo del terapeuta que ha de brindar un medio ambiente suficientemente bueno.
Tampoco se queda en eso último Winnicott. También habla de aprovechar las fallas del analista en un contexto donde el analista era un ser infalible. Antes otros como Otto Rank y Ferenczi habían dudado de esto. Lacan habló del Sujeto Supuesto Saber pero él quiso reinventar el psicoanálisis y Winnicott lo hizo sin tanto ruido. Ahora, de manera diferida se descubre su obra, un autor poco estudiado en los programas curriculares. Solamente se estudia su contribución sobre los objetos transicionales y los fenómenos transicionales. Lo importante sobre ello es "el uso que hace del objeto" el niño, no el objeto, otra contribución de Winnicott.
Y como suele pasar con un buen libro, sus lecturas sucesivas aportan una mayor penetración en el texto y una mejor comprensión. Por ello invito a leer este texto ya que es una pieza que abre un hito en la historia de la psicoterapia. Digo psicoterapia por englobar a toda la psicoterapia porque como dice Echegoyen: "soy psicoterapeuta y en momentos de gran lucidez soy psicoanalista, ser psicoanalista todo el tiempo es muy difícil", cito de memoria.
Winnicott invitó a comprender el trabajo del análisis desde el disfrute, y esto acompaña la atmósfera de su obra y de su consultorio. También fue un terapeuta duro que a veces hacía interpretaciones demasiado largas. Recuerdo que durante un verano ingresó en un hospital psiquiátrico a una colega que luego escribiría un relato sobre su análisis con él, se trata de Margaret Little.
En definitiva, fue una persona y un profesional con muchos matices cuya riqueza psíquica se reflejó en su trabajo. Precioso el material que nos brinda aunque políticamente se situara en el Grupo Intermedio de la Sociedad Británica de Psicoanálisis, Grupo que en la práctica, según algunos no fue tan intermedio, Winnicott cita en el texto "Realidad y Juego" a Anna Freud y Melanie Klein, también a Wolff con el concepto de "objetos fetiche", aunque él no se caracterizara por el trabajo obsesivo enciclopédico de citar a otros, él inventaba y a veces coincidía, podría ser valorado como criptomnesia en según que pasajes pero la gran parte de su obra es tremendamente original, ofreciendo un nuevo psicoanálisis aunque en lo referente a los "pacientes neuróticos mantengo la técnica clásica de Sigmund Freud", dice Winnicott.
Estamos en la clínica del vacío, patologías fronterizas y una nueva modalidad asistencial, es prudente conocer a autores como Winnicott.

1 comentario:

Anónimo dijo...

es un placer leer tus escritos!!
un saludo grande

Cyn