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Paz y Ciencia

domingo, 29 de noviembre de 2009

Huida narcisista

El displacer que se percibe en el mundo exterior determina, ante todo, la retracción de la líbido o la huida temerosa hacia el "interior" (huida narcisística). La tensión displacentera de las necesidades que tratan de obtener satisfacción, determina evidentemente el acercamiento al mundo.

"Si el mundo exterior -expresa Reich- sólo confiriese placeres y satisfacciones no existiría el fenómeno llamado angustia", pero como el mundo es origen de estímulos displacenteros y peligrosos, la tendencia de la líbido objetal debe tener una antítesis que consiste en la tendencia narcisística hacia dentro, que es la angustia. El acercamiento libidinoso al mundo exterior y la huida narcisística del mismo sólo son expresiones de una función muy primitiva, que existe en sin excepción en todos los organismos vivientes.

Véase A. Tallaferro. "Curso Básico de Psicoanálisis". Paidós, 2007, Barcelona.

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