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Paz y Ciencia

miércoles, 12 de enero de 2022

El Secreto de BRUCE LEE

 



Bruce Lee practicaba la mentalidad wu-wei. En un momento dado de su vida, dejó a un lado su ira y su necesidad de tener el control sobre todas las cosas. Aprendió a fluir, a ser agua... Profundizamos en esta práctica filosófica del taoísmo.

En un mundo que nos insta hacia el rendimiento máximo, la competitividad y la superación personal, la idea del “no esfuerzo” puede resultar paradógica y contradictoria. Sin embargo, la mentalidad wu-wei es una práctica que parte de la calma y la no acción para permitirnos alcanzar nuestro potencial en un momento dado.

Se trata de un enfoque filosófico del taoísmo que ahora han analizado los científicos. De este modo, si por algo resulta beneficioso e incluso útil aplicado al mundo de los deportes y la competición es por el control mental que facilita. Es como alcanzar el estado de flujo del que nos habló el psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi en los años 90.

Es decir, el wu-wei nos permite lograr una sensación de inmersión y concentración en una actividad concreta a nivel mental y cerebral. Solo desde ese nivel de focalización y control absoluto de nuestras emociones y pensamientos podemos dar lo mejor de nosotros mismos. La acción y la conciencia se fusionan en una. No pensamos y lo que hacemos emerge por instinto, sin resistencias…

¿Qué es la mentalidad “wu-wei”?

Cuenta la historia que cuando Bruce Lee ya llevaba varios años practicando kung-fu dio un giro a su filosofía de vida. No lograba hallar la calma interna, todo el mundo lo enfadaba, siempre andaba metido en peleas y rara vez lo abandonaba su carácter alborotador. Hasta que en un momento dado, algo cambió.

Salió a navegar y, en un momento dado, llevado por sus emociones y sus pensamientos cargados de frustraciones, Lee terminó dando un golpe al mar. A pesar de volcar toda su rabia sobre la superficie del agua, no se lastimó. Solo sintió la frescura del océano. Fue entonces cuando se dio cuenta de que el problema de su ira era él, ¿por qué no ser entonces como el agua, por qué no permitirse fluir y tener esa misma calma interna?

La mentalidad wu-wei facilita una acción sin esfuerzo que parte de un estado interno de armonía. Ese enfoque que Bruce Lee hizo suyo define sobre todo un modo de gobernar nuestro interior. Implica alcanzar un estado de armonía personal no conflictiva, espontánea y fluida en el que prima el savoir-faire (saber hacer).

Una fuente de serenidad para el pensamiento

El término wu-wei aparece en el Tao Te Ching escrito hace 25 siglos por el filósofo Lao Tse.  Lo define como una ‘técnica a través de la cual se puede obtener un mayor control sobre los asuntos humanos’. Es también un modo ideal de liderar a los pueblos: sin oprimir ni presionar, sin ejercer la acción y confiando en la propia moralidad y virtud de los individuos.

La mentalidad wu wei significa por encima de todo responder sin esfuerzo a las necesidades de nuestro entorno, dejando a un lado la fuerza y la confrontación. Esos conceptos que navegan en nuestra cultura con tanta frecuencia (ser fuerte, competir, superar, encarar) no siempre sacan lo mejor de nosotros.

Buena parte de nuestra ansiedad se nutre en realidad de esas presiones, de ese lenguaje y esas narrativas que hacemos propias. Por ello, la ciencia y una parte de la comunidad de psicólogos sitúan la mirada en este concepto por una razón muy básica. Esta filosofía nos confiere una fuente de serenidad, control emocional y también cognitivo.

El enfoque wi-wei apaga nuestra obsesión por tenerlo todo bajo control. Es dejar que la vida suceda, que avance y fluya, pero alineándonos con ella para dar lo mejor de nosotros mismos en el presente.

Estados mentales sin esfuerzo, un ámbito de interés científico

El Asian Journal of Sport and Exercise Psychology publicó un estudio sobre la mentalidad wu-wei. Su autor Ying Hwa insiste en la necesidad de que el mundo del deporte tuviera en cuenta este enfoque. Actuar sin forzar permitiría a todo atleta alcanzar el máximo rendimiento. ¿De qué manera?

Este enfoque facilita un estado mental basado en la atención plena y el control de emociones como la ansiedad o el miedo. Los temores de fracasar se apagan, el cerebro está focalizado en el momento presente y los pensamientos están en armonía. Además, se da otro hecho: una mente en calma deja que el cuerpo reaccione por sí mismo dando lo mejor.

Pensemos en ello: cuando nos sentimos ansiosos esa tensión emocional se transforma también en tensión muscular. Sin embargo, la mentalidad wu-wei parte de la armonía, de esa zona de paz interna

Este enfoque facilita un estado mental basado en la atención plena y el control de emociones como la ansiedad o el miedo. Los temores de fracasar se apagan, el cerebro está focalizado en el momento presente y los pensamientos están en armonía. Además, se da otro hecho: una mente en calma deja que el cuerpo reaccione por sí mismo dando lo mejor.

Pensemos en ello: cuando nos sentimos ansiosos esa tensión emocional se transforma también en tensión muscular. Sin embargo, la mentalidad wu-wei parte de la armonía, de esa zona de paz interna desde la que alcanzar todo nuestro potencial en un momento dado.

A veces, demasiado esfuerzo es contraproducente

La mentalidad wu-wei nos enseña cuándo el esfuerzo es apropiado y cuándo es en vano. Esto es importante. Muchos de nosotros derivamos en estados de sobreexigencia extrema. Es muy común que nos dejemos llevar también por esa cultura implícita que nos insta a ser los mejores, a superarnos, a competir entre nosotros y vernos como enemigos y no como aliados…

Integrar este esquema filosófico resulta catártico e inspirador. Liberar cargas, presiones, ventilar miedos, adelgazar tensiones y ansiedades es permitirnos fluir con mayor calma por el viaje de la vida. Ser agua, como diría Bruce, y adaptarnos sin resistencias a cualquier escenario es un ejercicio de bienestar psicológico que vale la pena ejercitar.




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