El artista holandés Vincent van Gogh tenía un trastorno bipolar o un síndrome de personalidad limítrofe, pero sin duda fue una mezcla de factores la que lo llevó a cortarse una oreja y a suicidarse, dijo la pasada semana un investigador. «Hemos llegado a la conclusión de que es imposible sacar una conclusión definitiva sobre su enfermedad», dijo Louis van Tilborgh, investigador del conocido museo Van Gogh de Amsterdam. Van Tilborgh dirigió esta semana un ciclo de debates de dos días que reunió a investigadores y médicos, varios de ellos psiquiatras, con motivo de la última exposición del museo que explora la salud mental del artista.
Los expertos buscaron encontrar pistas sobre un diagnóstico médico que explique por qué se suicidó Van Gogh el 27 de julio de 1890, en la localidad francesa de Auvers sur Oise, cerca de París, a la edad de 37 años. «Antes del episodio de la oreja, posiblemente ya sufría de una personalidad limítrofe o de un trastorno bipolar», dijo a la AFP Van Tilborgh. Para los expertos fue más bien una combinación de factores lo que desencadenó la psicosis, como el consumo excesivo de alcohol, especialmente de Absenta, sus malos hábitos alimenticios y el deterioro de su relación con el pintor postimpresionista Paul Gauguin, a quien Van Gogh adoraba.
Después Van Gogh se seccionó la oreja en diciembre de 1888, justo cuando terminó su amistad con Gauguin. Entonces los episodios se volvieron más frecuentes, contó Van Tilborgh. «Volvió a trabajar, pero desarrolló un fuerte miedo a que estos episodios volvieran y su miedo se acrecentó después de cada crisis», explicó. «Su miedo probablemente lo llevó a suicidarse dos años después», dijo.
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