Winnicott, médico pediatra y psicoanalista, se podría dibujar a grandes rasgos con unos pocos detalles:
:: Escribió una carta a Melanie Klein y Anna Freud. Estaba cansado de las "controversias" en la Sociedad Británica de Psicoanálisis; "Considero que tiene una importancia vital para la Sociedad [BPS] que ustedes dos destruyan sus grupos en lo que tienen de oficial. [...] No tengo razones para pensar que viviré más que ustedes, pero tener que ver con argumentos rígidos, que cuando ustedes mueran se convertirán automáticamente en instituciones de Estado, es una perspectiva que me espanta".
:: Tpras el divorcio de su primera mujer, se casó con Clare Britton, trabajadora social con la que se divertía en juegos que eran vistos desde fuera, casi como dos niños. Su inclinación compartida sobre lo psicosocial, les ayudó a trabajar juntos y escribir trabajos sobre niños con conducta antisocial debido a la " Deprivación", véase "Deprivación y Delincuencia".
Clare Britton pasó a ser psicoanalista tras su análisis con Klein. En esa misma fecha, Winnicott publicó su importante trabajo Objetos Transicionales y Fenómenos Transicionales (Kahr, 1999).
:: Su capacidad para jugar y crear, su personalidad flexible lo predispusieron a conceptualizar todo lo referido a la transicionalidad.
Era habitual que interpretara en el piano a Bach y Beethoven, y según sus biógrafos tenía toda la discografía de The Beatles y le encantaba dibujar y pintaba las invitaciones de navidad para sus amigos. El dibujo de libre asociación con el paciente, un niño, facilitaba su comprensión y conexión, el famoso squiggle establece una interacción que puede convertirse en un vínculo.
:: También escribía poemas de forma espontánea, existe uno, especialmente significativo, sobre su madre; de ahí podemos pensar que Winnicott (como Melanie Klein), tenía un fondo melancólico. Estos son los versos:
La madre abajo llorando,
llorando
llorando.
Así la conocí.
Una vez, extendido sobre sus rodillas,
como ahora sobre el árbol muerto,
aprendí a hacerla sonreír,
a detener sus lágrimas,
a deshacer la culpa,
a curar su muerte interior.
Darle vida era mi vida.
[...]
Como suele decir Joan Fortuny, psicólogo y poeta, el poema surge del mundo experiencial del poeta, no es necesariamente biográfico, y tiene la cualidad de tocar emociones y sentimientos que comparten muchos seres humanos; es el lector el que completa el poema con su forma de entenderlo.
Rodrigo Córdoba Sanz
Psicólogo y Psicoterapeuta
Zaragoza (Zaragoza). Agosto, 2017
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