[...] La aparición de ese yo separado es el origen de las neurosis y, por tanto, no se trata de mirar la neurosis en la especificidad, como de ver su misma y aparente existencia, igual que ese yo creado es aparente, separado. El mensaje de la no dualidad es sencillo: no hay dos :: solo Uno :: "yo" no existo.
El yo parece existir al apropiarse de este cuerpo, de estos pensamientos actuales y de otros cristalizados y trenzados con un tiempo más lejano. Los pensamientos simplemente surgen, filtrados, por supuesto, pero aparecen sin que tenga un control sobre ellos, si lo tuviera podría escogerlos. Aun así, aparece el afán de apropiarme de ellos, de confundirme y fundirme con ellos. El yo aparece en un intento de mejorar mis ventajas adaptativas y ahora ese mejorar toma la forma de búsqueda espiritual.
La Estructura de la Nada. Antoni Llorens. 2016. La Llave. Barcelona. Páginas 31-32
Rodrigo Córdoba Sanz
Psicólogo
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