PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

sábado, 16 de junio de 2012

Sistemas por doquier: Ludwig von Bertalanffy



La Teoría General de Sistemas de von Bertalanffy, fue y es un referente para las matemáticas, la ingeniería, la cibernética pero también para las ciencias sociales, la biología(ecología) y para la psicología. Especialmente para los desarrollos de las terapias sistémicas y terapias estratégicas. Por ejemplo, es algo sintónico con el trabajo de Gregory Bateson y Paul Watzlawick (Grupo del MRI de Palo Alto -California-), la Terapia Sistémica de Paradojas de Mara Selvini Palazzoli y el genial Salvador Minuchin.
El texto va desde lo más desencarnado, lo robótico, lo mecánico, lo industrial, la ciencia dura, rígida y deshumanizada hasta relacionarlo con suma inteligencia con la distopía que supone ese mundo y las aplicaciones en sociología, antropología, psiquiatría, psicología y el arte. Supuso y supone una nueva forma de ver la vida, una revolución científica.
Un paradigma que hay que entender profundamente, sumamente complejo, alambicado y profundo. Rodrigo Córdoba Sanz.







Si alguien se pusiera a analizar las nociones y muletillas de moda hoy por hoy, en la lista aparecería "sistemas" entre los primeros lugares. El concepto ha invadido todos los campos de la ciencia y penetrado en el pensamiento y el habla populares y en los medios de comunicacion de masas. El razonamiento en términos de sistemas desempeña un papel dominante en muy variados campos, desde las empresas industriales y los armamentos hasta temas reservados a la ciencia pura. Se le dedican innumerables publicaciones, conferencias, simposios y cursos. En años recientes han aparecido profesiones y ocupaciones, desconocidas hasta hace nada, que llevan nombres como proyecto de sistemas, análisis de sistemas, ingeniería de sistemas y así por el estilo. Constituyen el meollo de una tecnología y una tecnocracia nuevas; quienes las ejercen son los "nuevos utopistas" de nuestro tiempo, quienes -en contraste con la cepa clásica, cuyas ideas no salían de entre las cubiertas de los libros- están creando un mundo nuevo, feliz o no.
Las raíces de este proceso son complejas. Por un lado está el tránsito desde la ingeniería energética -la liberación de grandes cantidades de energía, así en las máquinas de vapor o eléctricas- hasta la ingeniería de control, que dirige procesos mediante artefactos de baja energía y que ha conducido a las computadoras y la automación. Han aparecido máquinas que se autocontrolan, del humilde termostato doméstico a los proyectiles autoguiados de la Segunda Gurera Mundial, y de ahí a los proyectiles inmensamente perfeccionados de hoy. La tecnología ha acabado pensando no ya en términos de máquinas sueltas sino de "sistemas". Una máquina de vapor, un automóvil o un receptor de radio caían dentro de la competencia del ingeniero adiestrado en la respectiva especialidad. Pero cuando se trata de proyectiles o de vehículos espaciales, hay que armarlos usando componentes que proceden de tecnologías heterogéneas: mecánica, electrónica, química, etc.; empiezan a intervenir relaciones entre hombre y máquina, y salen al paso innumerables problemas financieros, económicos, sociales y políticos. O bien, el tráfico aéreo, o incluso el automóvil, no es solo cosa del número de vehículos en funcionamiento sino que son sistemas que hay que planear o disponer. Así vienen surgiendo innumerables problemas en la producción, el comercio y los armamentos.
Se hizo necesario, pues, un "enfoque de sistemas". Dado un determinado objetivo, encontrar caminos o medios para alcalzarlo requiere  que el especialista en sistemas (o el equipo de especialistas) considere soluciones posibles y elija las que prometen optimización con máxima eficiencia y mínimo costo en una red de interacciones tremendamente compleja. Esto requiere técnicas complicadas y computadoras para resolver problemas que van muchísimo más allá de los alcances de un matemático. Tanto el hardware de las computadoras, la automación y la cibernación, como el software de la ciencia de los sistemas representan una nueva tecnología que ha sido llamada Segunda Revolución Industrial y solo lleva unas décadas desenvolviéndose.
Esta situación no se ha limitado al complejo industrial-militar. Los politicos suelen pedir que se aplique el "enfoque de sistemas" a problemas apremiantes, tales como la contaminación de aire, el agua, la congestión del tráfico, la plaga urbana la delincuencia juvenil y el crimen organizado, la planeación de ciudades y hablan de este "nuevo concepto revolucionario".
Un primer ministro canadiense (Manning, 1967) inserta el enfoque de sistemas en un su plataforma política:
...existe una interrelación entre todos los elementos y constituyentes de la sociedad. Los factores esenciales en los problemas, puntos, políticas y programas públicos deben ser siempre considerados y evaluados como componentes interdependientes de un sistema total.
Por otro lado, en psicología la concepción básica solía ser el "modelo robot". Había que explicar la conducta con el esquema mecanicista estímulo-respuesta (E-R); el condicionamiento, acorde con la pauta del experimento con animales, aparecía como fundamento de la conducta humana; tenía que reemplazarse el "significado" por la respuesta condicionada, que negarse la especificidad del comportamiento humano, etc. La psicología de la Gestalt fue la primera en enfrentarse al esquema mecanicista hace cosa de medio siglo. Más recientemente se han visto muchos intentos encaminados a una "imagen del hombre" más satisfactoria, y el concepto de sistema va ganando importancia; Piaget, por ejemplo, "vinculó expresamente sus conceptos a la teoría general de los sistemas de Bertalanffy".
Quizá aun más que la psicología, la psiquiatría ha adoptado el punto de vista de los sistemas. Citemos a Grinker:
De las teorías llamadas globales, la que primero enunció y definió Bertalanffy en 1947 con el nombre de "teoría general de los sistemas" ha prendido... Desde entonces ha afinado, modificado y aplicado sus conceptos, establecido una sociedad dedicada a la teoría general de los sistemas y publicado un General Systems Yearbook, Muchos científicos sociales pero solo un puñado de psiquiatras estudiaban, entendían o aplicaban la teoría de los sistemas. De pronto, bajo la guía del doctor William Gray, de Boston, se alcanzó un umbral, la reunión anual 122 de la American Psychiatric Association dedicó dos sesiones, en 1966, a la discusión de esta teoría, y se dispuso que en adelante hubiera reuniones regulares de psiquiatras para desarrollar esta "teoría unificada del comportamiento humano". De existir la tercera revolución (después de la psicoanálitica y la conductista), reside en el desenvolmiento de una teoría general.
Del vasto espectro, la extendida confusión y las contradicciones  de las teorías sociológicas contemporáneas emerge una conclusión segura: que los fenómenos sociales deben ser considerados en términos de "sistemas" -por difícil y hoy en día fluctuante que sea la definición de entidades socioculturales.
Hay un panorama científico revolucionario del movimiento de investigación general de los sistemas, cúmulo de principios, ideas y ahondamiento que ya han establecido un grado superior de orden y de comprensión científicos en muchas áreas de la biología, la psicología y algunas ciencias físicas... La moderna investigación de los sistemas puede servir de base a un marco más adecuado para hacer justicia a las complejidades y propiedades dinámicas del sistema sociocultural.
El curso de los acontecimientos en nuestros tiempos sugieren una concepción análoga en la historia, incluyendo la consideración de que, después de todo, la historia en sociología haciéndose, estudiando "longitudinalmente". Son las mismas entidades socioculturales las que la sociología investiga en su presente y la historia en su devenir.
En otros tiempos puede haber servido de consuelo echar la culpa de atrocidades y estupideces a malos reyes, pérfidos dictadores, la ignorancia, la superstición, las carencias materiales y cosas así. Por ello la historia era del estilo "quién-hizo-qué": "idiográfica" es el término técnico. Así, la Guerra de los Treinta años fue consecuencia de la superstición religiosa y de las rivalidades de los príncipes alemanes; Napoleón puso a Europa de cabeza en virtud de su ambición desmedida; la Segunda Guerra Mundial se debió a la perversidad de Hitler y a la proclividad bélica de los alemanes [...]

Según el psicoterapeuta Ruesch (1967), al nuevo mundo cibernético no le importa la gente sino los "sistemas"; el hombre se vuelve reemplazable y gastable. Para los utopistas de la ingeniería de sistemas, por repetir una frase de Boguslaw (1965), precisamente es el "elemento humano" el componente inconfiable de sus creaciones. O bien se elimina del todo, sustituyéndolo por el hardware de computadoras, maquinaria autrregulada y así por el estilo, o bien hay que hacerlo tan confiable como se pueda: mecanizado, conformista, controlado y estandarizado. Dicho con términos más ásperos, en el Gran Sistema el hombre ha de ser - y en gran medida lo es ya- un retrasado mental que oprime botones, o un idiota informado -quiere decirse-: adiestrado en alguna especialidad limitada, pero por lo demás simple parte de la máquina. Esto concuerda con un bien conocido principio de sistemas, el de la mecanización progresiva; el individuo se convierte cada vez más en un engranaje dominado por unos pocos guías privilegiados, mediocres y chanchulleros, que persiguen sus intereses privados tras la cortina de humo de las ideologías.
Ya contemplemos la expansión positiva del conocimiento y el control benéfico del medio y la sociedad, ya veamos en el movimiento de los sistemas la llegada del Mundo Feliz y de 1984, el hecho es que  esto merece estudio intenso, y con él tenemos que vernos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me parece un resumen muy importante para una introducción a la teoría de sistemas. La foto de referencia ilustra muy bien el contenido.