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Paz y Ciencia

lunes, 25 de junio de 2012

Herramientas del Arte Expresivo



"No ser amado es una simple desventura, la verdadera desgracia es no saber amar" Albert Camus.
"La vida es un paraíso, pero los hombres no lo saben ni se cuidan de saberlo" Fiodor Dostoievski.

Sin ser exhaustivos hablaremos del baile, canto, ejecución de un instrumento, escritura, narración, teatro, expresión corporal, plástica y artes manuales. Eduardo H.Grecco en el libro "Despertar el don Bipolar" trata de potenciar las capacidades del paciente bipolar. Un enfoque distinto al nihilismo terapéutico planteado por el teórico de la bipolaridad Akiskal, son dos polos opuestos. Grecco es bipolar y cuando escribe lo hace desde su propia experiencia vital, existencial y terapéutica. Lo propuesto es apto para cualquier persona, aunque él matice las peculiaridades del bipolar, que son humanas, por tanto no nos son ajenas. Rodrigo Córdoba Sanz.

Baile
Desde la más remota antigüedad en todas las culturas el baile ocupó siempre un carácter festivo y ritual; incluso, muchas veces, el baile como ritual tenía una finalidad curativa. Desde hace bastante tiempo un grupo de terapeutas recurren al baile como una técnica sanadora ya que proporciona, por una parte, una comunicación estrecha entre mente y cuerpo, y por otra, una vía de expresión de pensamientos y emociones. El cuerpo habla en el baile, narra una historia, hace visibles nuestros conflictos y deseos. ["En el agua de tu bata todas mis ansias navegan: rumbera buena, rumbera mala..."(Nicolás Guillén)].
En el bipolar hay además una dimensión del baile muy signifcativa: el otro, ya sea una persona o un argumento que se está dramatizando. He aprendido, a lo largo de los años en mi práctica con estos pacientes, que el baile es -al visualizarlo ellos como una interacción- un excelente medio para que puedan instalar el "eje interior". El baile obliga a "estar con el otro", a realizar movimientos rítmicos y proporcionados, no solo en sí mismos, sino en vinculación al otro, y lleva a dialogar con el otro, aunque en silencio en este caso...
Es común ver que la torpeza bipolar impide, al principio, una buena coordinación en el baile. En realidad, no es que "porque soy torpe no puedo ejecutar bien los movimientos"; en realidad, se trata de esquemas mentales de confusión, que a poco se van modificando. Y la capacidad de bailar mejor no solo tiene que ver con la práctica, sino con el adelanto en el ir sanando internamente estos patrones asociados a la oscilación. (En el yoga, por ejemplo, no se logra aquietar la mente porque se ha logrado antes efectuar bien las posturas, sino a la inversa. Y en el tiro con arco, la flecha da en el blanco cuando uno deja de obsesionarse por lograrlo y se entrega confiado y gozoso al proceso de dispararla, y no al afán de virtuosismo ni al miedo y la vergüenza de fallar. El maestro arquero acierta el blanco con los ojos cerrados...).

Canto
En canto constituye otra herramienta expresiva muy importante y, si bien puede ejercitarse de manera individual, en el caso de los bipolares son recomendables los coros o la actividad en grupo. Al igual que la ejecución musical y el baile, el canto proporciona expresión, autoestima, ritmo y una significativa sensación de orden y seguridad, con todos los beneficios que esto conlleva en la oscilación.
Usualmente los pacientes nos dicen que no tienen voz, o frases tales como "soy duro de oído", "no afino ni una nota". En realidad, si bien hay personas que tienen talentos especiales en esta área, todos podemos educar nuestro oído y nuestra voz. Esto implica, además, ampliar nuestros registros sonoros y la posibilidad de aprender a modular y distinguir tonos; a su vez, esto se relaciona con la necesidad que tiene el bipolar de incluir gradientes.

Ejecución de Instrumentos
Uno de los tipos de instrumentos más recomendados para el trabajo terapéutico con bipolares son los de percusión, dado que sus vibraciones ejercen una influencia psicofísica muy importante. Así, por ejemplo, el tambor produce cambios en las ondas cerebrales que pueden llevar tanto a la relajación como a estados alterados de conciencia, según como se lo ejecute.
He podido comprobar que las pulsaciones de los instrumentos de percusión, los repiqueteos y sacudidas rítmicos porveen al bipolar de un cierto ajuste de sus ciclos; incluso, muchas veces, pacientes a los cuales les había dado la consigna de "tener tambores en casa", recurriendo a una sesión hogareña de tambor, podían llegar a conjurar un estado de desequilibrio que se avecinaba. Pero, además, la percusión permite cierta descarga agresiva y de hostilidad que de otro modo podrían llevar al bipolar a conductas inapropiadas o llenas de irritación.

Escritura
Escribir, poner en blanco y negro lo que se siente, lo que se vive, lo que se percibe, no deja de ser una manera de aprender a saber más de uno mismo y poder establecer la capacidad de postergación de las demandas emocionales.
Hay varios ejercicios concretos, como pedirle al paciente que escriba un diario, o cartas a ciertas personas que puede haber dañado o a las que no expresó sus sentimientos, o que describa sus experiencias afectivas, o un relato cuyos personajes reflejen aspectos diferentes de su personalidad, o narre relaciones afectivas diversas. Pero, independientemente de la forma que adopte su esrcitura, el mero hecho de escribir puede resultar -sobre todo, en aquellos bipolares que prefieren este tipo de expresión de su interioridad-, un buen ejercicio para desbloquear emociones, clarificarlas y confrontarlas, a los fines de ir integrando aspectos desencontrados de su personalidad.
En otro orden, el escribir, como el dormir, disminuye el estrés y ayuda a resolver problemas. De manera que constituye una vía alternativa de descarga y de canalización de la ansiedad y también de los temores más recónditos. Alejandra Pizarnik, por ejemplo, confiesa: "Escribo contra el miedo. Contra el viento con garras que se aloja en mi respiración". Y un personake de Woody Allen (¿su álter eso?) dice: "Escribo para no morir".

Narración
De la misma forma, el estimular al bipolar a narrar historias le da una gran capacidad para aprender a manejar los tiempos, ordenarse mentalmente y modular contenidos, experiencias todas estas que ayudan muchísimo a modificar sus funcionamientos mentales.
Conviene recordar que -como dice Clarissa Pinkola en Mujer que danza con lobos-:
Los cuentos son una medicina. Tienen un poder extraordinario. No exigen que hagamos, seamos o pongamos en práctica algo; basta con que escuchemos. Los cuentos engendran emociones, trsteza, preguntas, anhelos y comprensiones que hacen aflorar espontáneamente a la superficie el arquetipo.

Teatro
Otra herramienta vital para el bipolar es el participar en grupos de expresión teatral. Al hacerlo el paciente aprende a vencer miedos y vergüenzas, desarrolla su exprsividad, hace crecer su estima personal y su autoafirmación. Además, le permite escenificar en un juego dramático situaciones arquetípicas de la vida que le facilitan el aprender a manejarlas en su propia historia, le da orientación espacial y temporal y conexión con sus propios afectos.

Expresión corporal
Otro recurso muy útil es la expresión corporal, que consiste en una técnica en la cual a partir de estímulos sonoros (melodía) la persona deja que su cuerpo vaya expresando lo que esa música le hace resonar en su interior. A diferencia del teatro, aquí no hay palabras y no hay argumento: solo el cuerpo expresando artísticamente las emociones que lo que escucha le evoca. ["Todo se articula en el cuerpo cuando el cuerdo dice la fuerza inadjetivable de los deseos primitivos" (Alejandra Pizarnik)].

Plástica
Pintar, dibujar, esculpir, cerámica o cualquier otro procedimiento de esta naturleza conforman valiosos instrumentos para incoporar en el PLAN DE VIDA del bipolar...
Con total independencia de las aptitudes, el tratamiento plástico merece un lugar especial entre los soportes de recuperación del paciente bipolar. En él se reúnen varios elementos, como el manejo de las formas y el espacio, la expresividad, el balance, la labor manual, el estímulo de la imaginación, entre otros...

Artes Manuales
Finalmente, hay un conjunto de artes manuales -por darles a estos un nombre- que, como la jardinería, puede ser una actividad que aporte una serie de virtudes al paciente bipolar. Cuidar una planta, hacer un jardín requiere imaginación, sensibilidad y constancia. No es exagerado afirmar que, cuando un bipolar ha hecho florecer un jardín, es capaz, entonces, de hacer florecer sus relaciones también.
"¿Tiene uno, como la Naturleza, sus estaciones, sus ciclos de vida?" -se pregunta Jaime Sabines-. Una buena metáfora de lo que el bipolar debe aprender.

En síntesis: Si usted es bipolar, baile salsa (o el ritmo que prefiera), cante solo o en un coro, toque tambores, dramtice, pinte, ocúpese del jardín... Al tiempo, va a poder apreciar lo bien que estas actividades le hacen.
Oscile sin miedo, y mientras oscila, vaya desplegando su capacidad artística y se sentirá feliz.

Eduardo Grecco: "Despertar el Don Bipolar". Kairós, 2012, Barcelona. Pp.: 109-116





http://youtu.be/hH_NFQFor54 Fito y los Fitipaldis -La Casa por el Tejado- El colegio poco me enseñó, si es por esos libros nunca aprendo. Después de mucho tiempo aprendí que hay cosas que es mejor no aprender. A poder dormir cuando tu no estás a mi lado, menos mal que fui un poco granuja, todo lo que sé me lo enseñó una bruja...


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