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Paz y Ciencia

domingo, 27 de marzo de 2011

Transferencia e idolatría. Erich Fromm

Erich Fromm habla de la transferencia, concepto principal en la teoría psicoanalítica. Él lo expande y lo extrapola a la pasión por el ídolo. Así considera que ciertos grupos o personas siguen a un lider por esa transferencia. A esa transferencia amplia la relaciona con el hipnotismo que tuvo Hitler quien representó un ídolo.
Después dice esto:
"Todas estas consideraciones no invalidan el concepto freudiano de transferencia ni su grandísima importancia. Nos llevan simplemente a una definición más lata: el fenómeno de la transferencia debe entenderse como manifestación de que, en lo hondo de su inconsciente, la mayoría de los hombres se sienten como niños y, por tanto, anhelan una figura poderosa en la que confiar y a la cual rendirse. En realidad, esto es esencialmente lo que indica Freud en "El porvenir de una ilusión". La idea que exponemos se distingue sólo de la teoría clásica en que, para ella, este anhelo no es necesariamente -y nunca exclusivamente- la reproducción de una experiencia infantil, sino que forma parte de la "condición humana".
La cual quiere decir que se nubla la comprensión de la "transferencia" en la situación psicoanalítica si nos centramos sobre todo en la relación con los padres, en vez de considerarla como un rasgo humano que se moviliza por ciertas condiciones posteriores -agudas o crónicas- y siempre dependiente de la estructura total de carácter de la persona. Parece que Freud, bajo la influencia de unas primeras interpretaciones clínicas y, después, por la idea de la "compulsión a la repetición", no amplió su concepto de la transferencia y, por tanto, no lo aplicó a algunos fenómenos de los más difundidos de la conducta humana. En este caso, como ocurre tan a menudo con los conceptos de Freud, tiene una importancia mucho mayor de la que él le atribuyó si lo libramos de las limitaciones debidas a los supuestos teóricos que estableció al principio de su labor clínica.
Con todo lo dicho hasta ahora, no he querido dar a entender que la necesidad de ídolos sea un rasgo fijo de la naturaleza humana que no pueda superarse. He hablado de la "mayoría" de las personas y de pruebas "del pasado y del presente". Pero siempre ha habido individuos excepcionales que parecen haberse liberado de anhelo de ídolos. Además podemos observar muchos individuos en quienes la pasión idolátrica, aun existiendo, es menos fuerte que en el hombre medio."

Notas:
- págs 67-68 "Lo Inconsciente Social". Erich Fromm. Paidós.

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