PSICOLOGÍA DE LOS PROCESOS ONÍRICOS
La experiencia psicoanalítica nos ha proporcionado otra prueba de que el olvido del sueño depende mucho más de la resistencia que de la diferencia entre el estado de vigilia y el de reposo, como los autores suponen. Me sucede con frecuencia -y también a otros analíticos y a algunos pacientes sometidos a este tratamiento- que, habiendo sido despertado por un sueño, comienzo a interpretarlo inmediatamente, en plena posesión de mi actividad mental. En tales casos no he descansado hasta lograr la total comprensión del sueño, y, sin embargo, me ha sucedido que luego, al despertar, había olvidado tan completamente la labor de interpretación como el contenido manifiesto del sueño, siendo mucho más frecuente la desaparición del sueño en el olvido, arrastrando consigo la interpretación, que la conservación del sueño en la memoria por la actividad intelectual desarrollada. Pero entre la labor de interpretación y el pensamiento despierto no existe aquel abismo psíquico con el que los autores quieren explicar exclusivamente el olvido de los sueños. Cuando Morton Prince intenta refutar mi explicación del olvido de los sueños alegando que no se trata sino de un caso especial de la amnesia de los estados anímicos disociados y afirma que la imposibilidad de aplicar mi explicación de esta amnesia especial a los demás tipos de amnesia le hace también inadecuada para llevar a cabo su más próximo propósito, recuerda con ello al lector que en todas sus descripciones de esos estados disociados no aparece ni una sola tentativa de hallar la explicación dinámica de tales fenómenos. De no ser así, hubiera tenido que descubrir que la represión (y correlativamente la resistencia por ella creada) es la causa tanto de estas disociaciones como de la amnesia del contenido psíquico de las mismas...
Lo más difícil es convencer al principiante de que no debe considerar terminada una completa interpretación del sueño que se le muestre coherente, llena de sentido y explique todos los elementos del contenido manifiesto. En efecto, además de esta interrupción, puede haber aún otra distinta que se le ha escapado. No es realmente fácil hacerse una idea de la riqueza de los procesos mentales inconscientes que en nuestro pensamiento existen y demandan una expresión, ni tampoco de la habilidad que la elaboración despliega para matar siete moscas de una vez, como el sastre del cuento, hallando formas expresivas de múltiples sentidos. Nuestros lectores tenderán siempre a reprocharnos un excesivo derroche de ingenio, pero aquel que, analizando sus sueños, adquiera cierto conocimiento de la materia tendrá que reconocer lo injusto y equivocado de tal observación.
1 comentario:
Yo casi siempre recuerdo mis sueños al despertar. Precisamente ayer tuve un sueño peculiar. Soñé que alguien me cortaba la mano derecha,después yo misma la volvía a coser y colocar en su lugar y poco a poco mi mano recuperaba la circulación y el movimiento pero la dejaba algo chueca. Además se suponía q no debía darle el sol pero,derepente con la mano a medio recuperar me lanzaba de un paracaídas porque alguien me perseguía y mi mano comenzaba a despegarse porque le daba la luz del sol.Como es de esperarse quedé aterrada al despertar.
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