PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

domingo, 29 de agosto de 2010

F20: Esquizofrenia

"La vida consiste en arder en preguntas."
"No ha quedado demostrado, ni mucho menos, que el lenguaje de las palabras sea el mejor posible." Antonin Artaud


En el tratamiento de la F20, la esquizofrenia, existen errores históricos que yo no voy a subsanar pero sí puedo reflexionar sobre ello. El tiempo ha ido cambiando los caminos por donde discurre la clínica, las teorías más eficaces, los modelos más apropiados, etc.
La persona con esquizofrenia tiene por lo general un gran interés en crear cuando no se ve agotado por las experiencias dramáticas de su problema.
Iré del estrato más superficial al más profundo, sin pensar que esa sucesión vaya de menor a mayor importancia.
Primero hay que destacar un papel que en psicoterapia es bien conocido por aquellos que echan un vistazo fuera de los libros de texto y piensan en el discurso del paciente. Me refiero al efecto de la sociedad y con ello la familia, las amistades y la forma de acercarse y tratar a la persona con alguna esquizofrenia.
Los familiares se asustan, consideran una enfermedad maldita la esquizofrenia y ven al hijo o hija como alguien que no reconocen. A menudo tienen que elaborar un duelo que supone la pérdida de ese hijo imaginado en su narcisismo. Sobre esto se han hecho aportes, existen incluso manuales para hablar de este problema dirigidos a los medios de comunicación. Al mismo tiempo han sido periodistas sensibles y cineastas los que han recogido la parte más vital de esta enfermedad que socialmente está tan demonizada.
Esto cala en el imaginario colectivo, siendo absorbido por los profesionales que además aprenden algo de la cronicidad de esta enfermedad cuando son trastornos que en muchos casos se pueden curar o aliviar, en ningún caso dejarlo a la deriva con una contención farmacológica me parece humano ni profesionalmente correcto.
Conozco a muchas personas con este F20 que han tenido malas experiencias con los profesionales de la salud mental, otros que las tienen mejores. Lo esencial es transmitir esperanza y trabajar con la familia para reconstruir los esquemas acerca de la enfermedad, del hijo y disociar sanamente que el hijo no es sólo un enfermo, que es mucho más que eso y que los límites de su vida no se pueden ver a priori por la presencia de unos síntomas. Quedarse en el plano de los síntomas y la fenomenología nos hace sentirnos derrotados y transmitir al paciente ese pesimismo que resulta yatrogénico.
Se ha dicho desde Freud que los delirios y alucinaciones son intentos de curación del paciente, interpretaciones del paciente de su estado mental que podrían ser equiparables a algunas de las interpretaciones que les podrían brindar ciertos tipo de analista. Los delirios y alucinaciones "no son el problema". Esa persona tiene un estado vital, una forma de vida, unos sentimientos, unas relaciones, unos afectos, una forma de conjeturar y construir la realidad que produce en conexión con su medio ambiente y su historia unos síntomas: delirios y alucinaciones.
Los profesionales suelen estar bastante quemados de atender a personas con esquizofrenia, son menos dóciles (en función de el nivel de medicación que les hayan dado) que la media de los pacientes, los psicóticos son inteligentes pese a lo que se pueda pensar, el problema es que la enfermedad les va encerrando y deteriorando la conexión con la realidad exterior y con su self de forma que se desprenden poco a poco por un deterioro que algunos consideran neurológico, hay pruebas para pensarlo así.
También se sabe que lo neurológico reposa sobre lo psicológico y que una persona, por ejemplo, que ha vivido situaciones traumáticas, de desamparo o de alienación puede revertir esa situación de angustia en el órgano que da sustento a los pensamientos y afectos, es decir, el cerebro.
Las personas con esquizofrenia se están uniendo hace tiempo a través de foros y asociaciones para humanizar y sentirse respaldados y apoyados por el déficit que existe en su entorno, incluidos los familiares y los terapeutas. Un ejemplo de esta propuesta creativa es Radio Nikosia con apariciones en otras radios de difusión nacional como RNE o SER. El propósito de estas radios es la auto-organización, la difusión de los sentimientos, la asociación de personas con un mismo fin, en definitiva un oasis de igualdad, empatía y cariño que no se encuentra fácilmente fuera de los límites construidos por estas agrupaciones.
También es cierto que hay que tener cuidado de donde recala el paciente porque existen foros que pueden contaminar más que ayudar.
El paciente necesita alguien que le comprenda, le acepte, le transmita esperanza y le ayude a pensar como hacer su vida más saludable, esos serían primeros objetivos suficientemente importantes.
Por hoy dejo aquí. Salud.

No hay comentarios: