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Paz y Ciencia

jueves, 13 de febrero de 2020

La importancia del entorno




Hay errores que no se deben cometer, así como líneas maestras de conducta que es necesario conocer si se quiere ayudar a un deprimido a salir de su estado. No se puede hacer un inventario de consejos, pero sí analizar lo fundamental de la conducta más adecuada y sobre todo la importancia del entorno del deprimido.

Entre las trampas que hay que evitar, la más grave es infravalorar la depresión y, sobre todo, ignorar su principal peligro: el suicidio.

Ciertas actitudes son peligrosas, ya que pueden cronificar los trastornos. Una actitud maternal y una protección excesiva del deprimido no lo alivian, pues el hecho de asumir sus funciones en su lugar, de desembarazarlo de toda responsabilidad y de situarlo en un contexto de pasividad son medidas que, tomadas aisladamente, aumentan su impresión de incapacidad y de infravaloración, y no disminuyen la pérdida de tono vital de la que se queja.

La compasión y la reafirmación sistemáticas son igualmente ineficaces ante un deprimido ansioso, a menudo ávido de numerosos y especializados chequeos de su salud que, para su decepción, la mayoría del tiempo serían normales.

La reacción inversa, que consiste en ignorar la depresión o no darle importancia achacándola al cansancio o a un simple desaliento transitorio que se puede superar si se quiere, es asimismo inútil, pues la falta de arrojo es la consecuencia y no la causa de la depresión. Acusar al deprimido de pereza no hace más que acrecentar su culpabilidad y reforzar su depresión.

En todos los casos, las reacciones inadecuadas aumentan la impresión de no ser comprendido y la inquietud del enfermo.

Una depresión, cuando es extremadamente penosa de soportar para el interesado, también lo es para los que lo rodean. Estos últimos se encuentran a menudo impotentes, pues el deprimido se repliega sobre sí mismo y es difícil comunicarse con él.

Apoyar al deprimido es indispensable, pero sostener también a los que le rodean resulta esencial, pues éstos deben adoptar una actitud benévola y tolerante para reanudar el diálogo. En efecto, el deprimido se infravalora y está convencido de su incapacidad, así como de su culpabilidad. Debe recuperar la confianza en sí mismo y verse en su justo valor.

Nunca serán demasiadas las veces que se señale el carácter nefasto de lugares comunes como con todo lo que te da la vida, no tienes derecho a deprimirte o no te falta nada para ser feliz.


Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo Sanitario Nº Col.: A-1324
Instagram: @psicoletrazaragoza
Página Web: www.rcordobasanz.es
E-mail: rcordobasanz@gmail.com



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