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Paz y Ciencia

domingo, 28 de junio de 2009

A los que están de paso

Hoy quiero escribir con el corazón en la mano. Un psicoterapeuta, un psicoanalista, no se suele prodigar en el mundo de su autobiografía aunque es inevitable que quienes siguen estas páginas con cariño puedan inferir y detectar ciertos rasgos del escribiente. El fundamento es respetar la neutralidad y la asepsia. Un aspecto técnicamente correcto pero humanamente no del todo cálido.
La verdad es que el hecho de escribir es más complicado cuando se trata de hacerlo en primera persona, por supuesto que en "La Niña de los sueños" y otros cuentos que iré publicando hay componentes proyectivos, como en todo texto, incluso en las recensiones winnicottianas, como una inclinación teórica, una forma de pensar, casi de ser.
Porque como los que lleváis tiempo siguiéndome, y alguno me ha pedido el messenger y lo sabe de manera más directa, sabéis de ciertas cosas fundamentales, es cierto que este espacio virtual genera confusiones pero la puridad y autenticidad se intenta transmitir.
Mi gusto es por la vida y yo tengo problemas. Cuando escucho o leo a alguien hablar de amor me entusiasma, por eso tal vez vaya a buscar un nuevo libro escrito por Silvia Salinas y Jorge Bucay en un rato que tenga.
Me gusta el amor y me gusta amar, en este trabajo hay que tener una gran capacidad de amar, recordando con una colega citábamos esa bella frase: "Quiéreme cuando menos lo merezca porque será cuando más lo necesite".
A veces me sorprendo de lo intrascendente de muchas cosas de nuestra vida, conocí a unas hermosas personas este fin de semana, no obstante puede que no les vuelva a ver, habiendo sentido una conexión profundo, un compartir juntos algo importante y bonito mostrando el corazón.
Cuando algo se hace de verdad es importante y definitivo, llega y cala.
Cuando algo es mecánico, rutinario y desafectado no puede resultar bonito ni generar un futuro halagüeño. La vida nos propone posibilidades que podemos aprovechar y dejarnos empapar por esas vivencias transformadoras, la verdad es que es fácil y la calidad humana de aquellos que nos rodean puede hacer vivir la vida de una manera más conectada.
A veces podemos generar escudos. Una psicóloga que lee estas líneas me señalaba con gracia andaluza la posibilidad de que exista un regufio psíquico detrás del discurso elaborado general de estas entradas del blog.
La verdad es que soy así, me gusta el uso del lenguaje y me he formado en la Escuela del Psicoanálisis, de Carlos Castilla del Pino y me sirven, como no, de refugio desde donde me escapo temporalmente de ciertas angustias universales y al mismo tiempo crezco profesionalmente y me enriquezco. Está dicho.
No obstante Todos somos muchas facetas, tenemos ciertas especializaciones que se van colocando en un tiempo y espacio. Somos capaces de ser fluidos, la idea es que no seamos estáticos sino dinámicos.

Como respuesta influida por esa charla con la psicóloga andaluza procuraré por esta vez escribir algo menos intelectual. Por cierto hay que entender que este espacio necesita tener de cierto rigor y proporcionar información útil. El blog es para seguir aprendiendo, como casi cualquier cosa que uno hace. Hoy un bodeguero me ha enseñado mucho sobre la vida y sobre como ser jefe. La experiencia con un café en medio proporciona más sabiduría que los libros, de allí que precisamente la forma propuesta para curar en salud mental sea dos personas que se miran a la cara y se dicen cosas bellas y a veces un poco duras.

Os miro a los ojos con un café mientras improviso esto:

Os conocí y se abrió mi corazón
Allí ingenuo sentía que se expandía mi alma
procurando dar cabida a nuevas figuras
retoños de mi memoria
intensos y apremiados personajes de mi teatro privado
Allí estuvisteis y yo os mando un abrazo
que pueda servir para que nuestros pechos se acerquen
y respiremos cerca
para que sigamos viviendo una rica experiencia de juego
y aprendamos de las cosas más sencillas
Por ello te espero siempre para seguir creando juntos
creando aquello en lo que creemos.





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