martes, 5 de mayo de 2009
Freud y la Privación
En los artículos de Freud sobre psicoanálisis aplicado hay un trabajo titulado "Varios tipos de carácter descubiertos en la labor analítica". Allí se habla de la depresión de éxito: "Los que fracasan al triunfar". Se trata de la "privación": Los hombres enferman de neurosis a consecuencia de la privación. Entendiendo por tal privación de la satisfacción de sus deseos libinosos. Para comprender debidamente este principio se hace preciso un largo rodeo. Pues para la génesis de la neurosis es necesario que exista un conflicto entre los deseos libidinosos de un hombre y aquella parte de su ser que denominamos yo, el cual es la expresión de sus instintos de conservación e integra su ideal de su propia personalidad. Semejante conflicto patógeno nace únicamente cuando la líbido intenta emprender caminos o tiempo atrás, habiéndolos prohibido, por tanto, para siempre, y la líbido lo intenta así cuando le ha sido arrebatada la posibilidad de una satisfacción ideal, grata al yo. Con ello, la privación de una satisfacción real pasa a constituir la condición primaria -aunque no en modo alguna la única- de la génesis de la neurosis.
En este epígrafe nos habla de Shakespeare y Hamlet, finaliza así:
Después de habernos demorado tan prolongadamente en los dominios de la producción póética tornaremos a los de la experiencia médica. Pero tan sólo para señalar, en breves palabras, su completa coincidencia. La labor psicoanalítica enseña que las fuerzas de la conciencia que hacen enfermar a ciertos sujetos a causa del éxito, del mismo modo que la generealidad enferma a causa de la privación, se hallan íntimamente enlazadas al complejo de Edipo, a la relación del individuo con su padre y su madre, como acaso, también en general, nuestro sentimiento de culpabilidad.
Posteriormente habla de "Los delincuentes por sentimiento de culpabilidad".
Dos elementos para pensar, la privación de la que parte Freud y se une al pensamiento posterior de Klein y Winnicott, la primera lo integra para entender la posición esquizo-paranoide y el segundo también lo relaciona con un medio no del todo suficientemente bueno. Winnicott relaciona la conducta antisocial con la esperanza de encontrar aquello perdido -Deprivación y Delincuencia-.
Con respecto al fracaso del éxito comentar que Freud habla del Edipo, podíamos pensar a los artículos de técnica de la década de 1910 -pioneros- para pensar en el trabajo de la fantasía y como se une al discurso, Freud habla del conflicto intrapsíquico, entre fuerzas. Una simple mirada nos lleva a pensar que el alcance del ideal contribuye a que esa líbido motriz deja de operar ya que queda ligada al objeto, así que hay una introversión de la líbido, un regreso al yo.
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