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Paz y Ciencia

jueves, 19 de febrero de 2009

Winnicott y CREATIVIDAD, una compilación de trabajos externos.

Varios pedazos winnicottianos que junta dos ideas, Winnicott y la Creatividad. El comienzo es un fragmento del texto El Vivir Creativo de un libro francamente bello. Allí van los pedazos. Saludos cordiales.

1) Del texto “Vivir creativamente”, en El Hogar, nuestro punto de partida, dice así:

“Cualquiera sea la definición a que lleguemos, deberá incluir la idea de que la vida sólo es digna de vivirse cuando la creatividad forma parte de la experiencia vital del individuo.

Para ser creativa, una persona tiene que existir y sentir que existe, no en forma de percatamiento consciente, sino como base de su obrar.
La creatividad es, pues, el hacer que surge del ser. Indica que aquel que es, está vivo.

Para que uno sea y sienta que es, es preciso que la actividad motivada predomine sobre la actividad reactiva.

La creatividad es, pues, la conservación durante toda la vida de algo que en rigor pertenece a la experiencia infantil: la capacidad de crear el mundo. Para el bebé no es difícil, ya que si la madre es capaz de adaptarse a sus necesidades, el bebé no comprende al principio que el mundo ya estaba allí antes de que él fuera concebido."

2)
El pensamiento de Winnicott
La presencia de Winnicott en mi persona
por Saúl Peña K.
(presentado en Milán, Italia 1998)
"Oh, mi Dios, pueda yo vivir cuando muera"
D. W. Winnicott
Este trabajo tiene que ver con lo aprendido en mi vínculo personal con Winnicott durante las supervisiones de mis casos, así como con la relación total con él. En segundo lugar con el libro "Relato de mi análisis con Winnicott" de Margaret Little, con quien me unió igualmente una relación muy estrecha de amistad y aprendizaje, y con las lecturas de la gran mayoría de los trabajos de Winnicott. Como dije en mi comunicación sobre este maestro, "Winnicott y la Sociedad Peruana de Psicoanálisis" (presentado en el V Encuentro Latinoamericano sobre el Pensamiento de Winnicott en noviembre de 1996), antes de iniciar mi vínculo y de aprender y disfrutar con él, ya existía una afinidad con su persona y sus ideas que motivaron mi acercamiento.
Hablar de la técnica de Winnicott implica la necesidad de un reconocimiento muy nítido y preciso de la subjetividad, objetiva o no, de quien transmite. A mi entender, es muy difícil aspirar a sustentar cuál es la técnica propia de Winnicott, ya que manifestaba que él era diferente en sus vínculos con cada uno de sus pacientes, con lo cual coincido plenamente, valorando la importancia de la distintividad. En otras palabras, lo que les voy a trasmitir son los aspectos esenciales, conscientes e inconscientes, que yo elijo de mi vínculo con él. Winnicott da una importancia fundamental a lo auténtico, condición indispensable para una aproximación a la verdad. Sin embargo, lo que es auténtico en un analista puede no serlo en otro. Dentro de la concepción de su técnica, más importante que seguir una recomendación precisa que podría ser equívoca, es la que se elige por lo que uno es. Esto, de ser uno mismo, es un elemento fundamental en la participación terapéutica del analista e influye en la importancia del gesto espontáneo que no significa libertinaje ni relajo ni ausencia de límites o de coherencia, sino todo lo contrario, y aquí estamos ya justamente sobre la paradoja.
Dentro de mis elecciones tienen prioridad los aspectos filosóficos, ideológicos y éticos que percibo surgen en él, no simplemente como manifestaciones idiosincráticas. La actitud, la escucha y el inconsciente del analista son aspectos sustanciales de su teoría.
Esto nos conduce a reconocer en nuestra ciencia un sustento fundamentalmente antidogmático y un rescate de la subjetividad-objetiva. Paradójicamente éste es el camino para alcanzar lo más objetivo. Su manifestación más lograda sería la pasión lúcida, acompañada de otras expresiones como el rapport, la empatía, la intuición, la creatividad, la originalidad y la intimidad, dándoles el lugar que les corresponde en ese específico paciente , en ese específico analista y en ese específico vínculo, luego de un proceso discriminativo, suficientemente bueno, en un medio ambiente facilitante y con un espacio potencial. A través del juego se van a evidenciar manifestaciones de fondo como el false o el true self en sí mismo y en el paciente. Es a través de la otredad que se logra la transformación del objeto natural en objeto simbólico.
La dialéctica es presencia-ausencia, ilusión-desilusión, yo-no yo, suficientemente bueno-perturbante, confianza-desconfianza, insa tisfacción-realización, encuentro-desencuentro, dependencia-independencia, receptivo-intrusivo, entrega-constricción, elemento femenino-elemento masculino, espontaneidad-influenciabilidad, verdad-falsedad, ser-hacer, vida-muerte, paradoja como inicio de la idea de contradicción, personas que viven como si fueran otros.
Donde encuentro diferencias es que Winnicott privilegia el ser, que a mi entender no puede desinstintivizarse; que el sentimiento de aniquilamiento y el de vacío tienen que ver con el instinto de muerte. Winnicott acepta la agresión, la agresividad, el odio, la rabia y la cólera. Si provienen del instinto de muerte o no, pasaría a un lugar secundario.
El psicoanálisis de Winnicott aprecia la creatividad primaria del ser humano, sus valores superiores. Coincido plenamente, agregando la raíz instintiva del ser, erótica y tanática. Percibo en el pensamiento de Winnicott un monismo, no dándole la misma prioridad al psicoanálisis como ciencia instintivista -y aquí una de mis discrepancias con él. Por el contrario, estoy plenamente de acuerdo con poner en tela de juicio el concepto de envidia innata mas no el del instinto de muerte que a través de toda mi experiencia clínica me parece evidente, tangible y visible, una realidad inevitable y constitutiva del existir tanto a nivel concreto como a nivel simbólico, a nivel de la salud, como a nivel de la psicopatología. Para Winnicott, supondría que frente a una experiencia penosa, falla ambiental, los instintos o el instinto se afectaría a través de la experiencia, perdiendo la continuidad del ser y de su objeto en el tiempo, sumerge en la catástrofe del vacío del no ser hallado y se traduce como desilusión, desesperanza y anhelo de muerte. Para él, la maduración, creatividad e integración del ser en el tiempo son las únicas actividades innatas.
La actitud de escucha de Winnicott era contemplativa, reflexiva y meditativa de la persona y su acontecer fundamental para encontrar lo humano en él y en su paciente.
La contribución winnicottiana adquiere dimensiones indispensables en el tratamiento y en la conceptualización de pacientes limítrofes y psicóticos (transferencia psicótica y borderline) que son expresión de una falla grave, temprana y duradera en que el analista tendrá que restituir en su vínculo materno de identificación primaria con el aspecto niño del paciente, justo en el momento en que éste empezaba a ser y donde se cortó la continuidad existencial, rompiendo la unidad psicosomática: carencia de holding (contener), handling (manejo) y backing (reforzamiento), todo ello incluido como sostenimiento. El trauma es una intrusión que proviene del ambiente y de la reacción del individuo a éste.
Lo que aprendí con Winnicott, además, es a estar preparado frente a lo inesperado. Cada experiencia es única, distinta e invalorable. Totalmente contrario a los dogmas y muy libre. El analista cometerá errores y tratará de restituirlos. El error es importante dado que es una manera de desidealizarnos. Quien no es capaz de reconocer su odio al paciente no puede trabajar con él, pues se produciría una colusión y no aliviaría el sufrimiento ni el dolor psíquico ni físico de sus pacientes y de él. La verdad que se descubre a través del mismo paciente se expresa en el alivio de su sufrimiento.
Para él la transferencia no se reduce a los términos libidinales, es una experiencia integrativa del ser y sostenida en el tiempo, con continuidad y maduración.
El introduce aspectos de sí mismo reconociendo sus errores o fracasos. No tiene respuestas inmediatas para las múltiples complejidades sino que necesita un tiempo: "Se lo haré saber cuando lo recuerde", mostrándose falible. Cuando el analista es bueno sustituye a la madre y a otras personas que fallaron; cuando es malo reactiva un pasado que se vuelve presente. Percibe la utilidad en el reconocimiento del error. Diferencia la repetición de la igualdad aparente ya que nunca se repiten dos actos. Siente la experiencia emocional compartida. La repetición puede cambiarse y madurar. La vivencia y anhelos están ligados a experiencias de satisfacción de recuperación del cuerpo, de la ilusión y de la propia naturaleza. Recrea lo ya dado, el libre deambular de la fantasía y el juego: un encuentro con la cultura.
La analizabilidad no depende de ciertas patologías severas sino de la propia posibilidad de percepción del analista. Lo importante es tener la capacidad ética de introducirse en la intimidad del ser y rescatarlo en una continuidad legitimante con el propio pasado personal, familiar y cultural.
El juego del analista-paciente consiste en vivir, experimentar, y descubrir, conduciendo a una mutualidad. Es ahí donde se ubica el espacio potencial, la experiencia cultural y la simbolización. El enigma es constitutivo de la experiencia misma de lo vital: deseo de saber, posibilidad de sentir y pensar.
El análisis se da en la superposición de dos zonas de juego: la del paciente y la del analista y está relacionada con dos personas que juegan juntas. Cuando el juego no es posible, el analista se orienta a llevar al paciente de un estado en que no puede jugar a uno en que le es posible hacerlo. "Transformar en terreno de juego el peor de los desiertos."
Winnicott manifiesta que el juego es universal y corresponde a la salud. Jugar es la capacidad que desarrolla libremente el área intermedia donde el adentro y el afuera se confunden en la experiencia vivencial. Jugar es vivir creativa, saludable y enriquecedoramente consigo mismo y con el entorno. Significa recrearse, divertirse, loquear. El juego es también ilusión y ofrecimiento. El escenario del juego es el espacio potencial.
En la experiencia de la confianza básica no surge un problema de separarse porque aparece un juego creativo y con ilusión, con sentido de realidad, significativo y descubridor. Disfrute de la capacidad de estar solo. Este espacio entre analista y paciente se extiende luego a la familia, al individuo, a la sociedad y al mundo.
El jugar y la experiencia cultural son experiencias vinculadas al pasado, al presente y al futuro que ocupan espacio y tiempo y pasan del ser al hacer.
En el análisis el juego tiene que pasar del dolor y del sufrimiento inevitables e indispensables al disfrute, al placer, al goce y hasta la felicidad. El juego con la locura, cualquiera que ésta sea, tiene que ser participando y acercándose a ella para permitir ir descubriéndose y aprendiendo de aspectos profundos no solamente del otro sino de uno mismo.
Cuando el niño juega está en contacto consigo mismo y con la libertad, desplegando una intensidad y dando lugar a una unidad de su vida interna y externa, es decir, la tranquilidad en movimiento y su creatividad sería una calidad de vida que le confiere su realidad. De esta manera el paciente creará al analista y el analista al paciente en un lugar de encuentro con ilusión y transfiguración, marcando el hito en el proceso de separación, diferenciación e individuación, dándose cuenta de la existencia de contrastes y que la subjetividad es inseparable de la distinción entre el símbolo (un pensamiento) y lo simbolizado (de lo que se piensa). Realidad que no excluirá lo imaginativo. (Marion Milner)
El paciente también va a tener que participar no solamente en la búsqueda de su propia interpretación, sino en la utilización de ella.
El proceso de regresión se da en un ambiente facilitante que conducirá a descongelar la situación del fracaso con una dependencia del paciente y del setting, produciendo el alivio necesario, la esperanza, y la sensación de un nuevo sentido de sí mismo (self) con independencia, capacidad del sentimiento de odio relacionado al ambiente inicial, la posibilidad de pulsiones que se expresan en una vitalidad y con la creación de un setting con espacio y límites que, a mi entender, tiene que ser interno.
El analista es capaz de disfrutar del crecimiento del paciente que descubrirá y creará su propia interpretación, reconociendo la necesidad que tuvo de la presencia y participación de aquél y expresándole su gratitud.
Para Winnicott el proceso se centra no en la sexualidad ni en la agresión, sino en la reacción del individuo ante condiciones adversas para el desarrollo, su tendencia vital sería buscar su supervivencia y bienestar. En mi opinión integraría estos conceptos con el paradigma freudiano de teoría instintiva dualista, la vida y la muerte como el transfondo del conflicto psicológico y la realidad del complejo de Edipo como inherente a la naturaleza humana y centro de la psicopatología.
Los conceptos no sólo deben ser expuestos, sino entretejerse con la estructura del sí mismo. De esta manera contactamos con algo verdadero, profundo y oculto de nuestro ser.
La vida es creatividad facilitada por la cópula auténtica de la plenitud del goce, orgasmo yoico y de la procreación del sense of "being", sentido de "ser", que devendrá en sentido de "hacer". De tal manera que la integración de lo instintivo y del ser es indispensable; ser y sentirse real es lo propio de la salud y de la otredad. El todo es más que la suma de las partes. Vivir es la expresión de una totalidad trascendente, corporal, ideológica, filosófica y ética.
Winnicott amplió el concepto de inconsciente que guarda privaciones muy precoces que el yo no puede registrar y menos aún reprimir.
La manera de recordar es que el paciente experimente por primera vez en el presente, en la transferencia, un hecho del pasado.
Si el analista y el paciente desarrollan una confianza básica permiten que la locura temida y vivida en el pasado, se pueda vivir como tal en la transferencia y que el paciente se haga dueño de esa experiencia, logrando una recuparación y un nuevo comienzo. Recrear su identidad.
Para Winnicott la cura analítica no sólo es hacer consciente lo inconsciente o lo reprimido sino que necesita un ambiente, una presencia y un marco confiable; agregaría, integrando los aspectos escindidos y disociados del self, como dice Rycroft.
Al analizar hay que tener plena conciencia de la enorme influencia de los aspectos ideológicos, filosóficos y éticos del analista (ideología inconsciente) y de esta manera intentar que no influyan en una forma determinante sino que se desarrolle la posibilidad de aceptar que el otro elija sus propios valores, su propia ética, etc. hasta donde sea posible. La mejoría incluye lo indispensable del sostener, la naturalidad de una atención libre y flotante.
Hay que evitar la crueldad y el sadismo del analista y usar el tánatos terapéutico (utilización creativa del tánatos). Aunque en ocasiones uno puede errar y hacer lo contrario de lo que se desea exponiéndose a lo iatrogénico. De ser así se intentará restituir el error.
La mutua y auténtica gratitud no debe surgir por motivos narcisísticos sino por lo que significa primordialmente, que es el beneficio de ambos, expresión de su desarrollo y de su capacidad objetal significativa y trascendente.
La libertad conduce a una responsabilidad de la existencia; salud mental es ecuación de vivir con plenitud, con pasión lúcida, coraje, dignidad, ética y amor, incluyendo lo tanático, por la cultura, por el conocimiento y por sentimientos genuinos por el sufrimiento humano. Disfrutar y gozar plenamente, como también ser capaz de sufrir saludablemente sin que el sufrimiento se desnaturalice o desvirtúe convirtiéndose en síntoma o enfermedad y pasando a ser sufrimiento patológico.
Para Winnicott no es solamente a través de la interpretación sino a través de cualquier suceso, que le permita al paciente darse cuenta de algo que no había percibido antes.
Para terminar quiero mencionar algo que comparto plenamente con este gran maestro, del cual tuve el privilegio de aprender en un trascendente vínculo personal, cuando dice: "La única compañía de que dispongo cuando me interno en ese territorio desconocido que es cada nuevo caso, es la teoría que siempre está conmigo, que se ha constituido en parte de mi ser y a la que ni siquiera tengo que recurrir de modo deliberado."
3) De Carlos Alberto Churba
Aportes de la Psicología y el Psicoanálisis a la Creatividad
2.1. Aportes de la Psicología a la Creatividad
La salud es según Freud la capacidad de amar, trabajar y de crear.
Para Winnicott el individuo descubre su persona sólo cuando se muestra creador y para tratar en la clínica a los pacientes que necesitan ayuda debemos conocer la creatividad misma.
Sostiene que si el paciente consigue integrarse y actuar como una unidad (no en defensa contra la ansiedad), como expresión del "yo soy " estoy vivo, logrará una posición a partir de la cual todo es creador.
Su teoría afirma que vivir en forma creadora es un estado saludable, y que por el contrario el acatamiento es una base enfermiza para la vida.
La creatividad es un universal y corresponde a la condición de estar vivo, concluye Winnicott.
La esencia de la creatividad es el cambio, lo nuevo, la respuesta original, la apertura (frente al entorno y ante nuestro interior) y la capacidad para expresar nuestros contenidos fantasmáticos y nuestras emociones.
Pensamos que la creatividad y la salud se interconectan en los denominadores comunes siguientes: la transformación, la originalidad y el cambio.
Coincidimos con Hart, H: "La creatividad es sinónimo de salud mental".
Finalmente Landau, E afirma que la creatividad es la meta de toda psicoterapia, representando el escalón mas alto de la salud anímica, de las funciones intelectuales y artísticas y que es un fenómeno común a todos los hombres.
Estamos convencidos que el desarrollo de la creatividad es un poderoso recurso de la prevención de la salud.
Desde los primeros desarrollos de Abraham Maslow quien se intereso en estudiar a las personas saludables para aprender de ellas y aplicar estos conocimientos en sus tratamientos terapéuticos ya que pensaba que la psicología estaba demasiado impregnada de la psicopatología por la conexión de Freud con el campo de la enfermedad.
Comprobó Maslow que había que distinguir la creatividad debida a un talento especial, de la creatividad de las personas que se autorealizan.
En estas personas se observaba su capacidad de expresar las propias ideas e impulsos sin reprimirlos. Según Maslow la expresión de Rogers "persona funcionando plenamente" era adecuada para describir este aspecto de la salud.
Por otro lado las personas creadoras se destacan por su grado de apertura, su capacidad de asombro, la atracción por lo desconocido y misterioso y una alta sensibilidad.
Winnicott es otro autor fundamental por sus aportes a la creatividad, nos expresa que la creatividad es un universal, corresponde a la condición de estar vivo y nos asombra cuando dice que una persona que se adapta totalmente a la sociedad puede estar tan enferma como aquella que esta totalmente alienada; polariza entre salud y enfermedad poniendo a la creatividad del lado de la salud y a la adaptación masiva a la sociedad del lado de la enfermedad.
Sus conceptos tan esclarecedores como el espacio transicional la zona intermedia de experiencia, la función materna como creadora del par ilusión - desilusión y la función paterna como apoyo a aquella función me han permitido formular el concepto del MIFAC "Modelo Integral Facilitador de la creatividad" de aplicación tanto en el tratamiento psicoterapéutico individual, familiar y grupal como en los grupos de formación en creatividad.
La creatividad es la esencia del cambio y desde el paradigma sistémico, por ejemplo, se prefiere hablar de cambio y no de cura en el abordaje terapéutico.
2.2. Aportes del Psicoanálisis a La Creatividad
En primer lugar vamos a destacar, cuales son a nuestro juicio los conceptos principales que encontramos en el recorrido realizado de los distintos autores, y cuales son los puntos de contacto entre sus teorías.
Freud nos habla de que la sublimación es un proceso que consiste en el desvío de fuerzas instintivas sexuales, (lo que implica elementos energéticos, económicos y además dinámicos), y su orientación hacia un fin no sexual, sino por ej. a fines culturales y entre ellos la creación artística y dijimos luego que plantea la existencia de un "tiempo intermedio" que permitiría el pasaje de la actividad sexual a la actividad sublimada, lográndose así una salida del narcisismo.
M.Klein encuentra en la sublimación una motivación, que define como la tendencia a reparar, a recrear el objeto bueno que ha sido dañado por los impulsos agresivos.
Sabemos también que M. Klein postula un desarrollo más temprano del proceso de sublimaci6n descrito por Freud y acentuando la autora inglesa la importancia de los factores accidentales, además de los factores constitucionales.
Cuando M. Klein nos habla de como se produce el proceso de sublimación, hace referencia al concepto de formación de símbolos, entendiendo por tal, la fijación de fantasías libidinosas en forma simb6lica sexual sobre objetos, actividades e intereses especiales.
Hanna Segal nos dice que los símbolos se vuelven útiles para la sublimación y que los símbolos son creados primero internamente y luego son reproyectados hacia el mundo exterior.
Asegura que el logro de la capacidad de simbolizar pertenece a la posición depresiva.
Afirma que la formación de símbolos es un proceso de juntar e integrar lo interior con lo exterior, el sujeto con el objeto.
Winnicott, postula una zona intermedia de experiencia, entre la realidad interior y la vida exterior. En esa zona ubica a los objetos y fenómenos transicionales. Luego estos van perdiendo significación y van dando lugar al juego y a la actividad creativa.
Pone el acento en la importancia de la actitud de la madre en la constitución de ese espacio de ilusión, para permitir al bebé, la creación de un pecho materno.
Va a ir estableciendo una relación entre lo que percibe en forma objetiva y lo que se concibe de modo subjetivo. De la resultante de ésta relaci6n va a depender la salud del ser humano.
Posteriormente, define como un espacio potencial entre el bebé y la madre, esa zona donde ubica el juego y la actividad creativa, teniendo en cuenta la influencia del ambiente sobre el desarrollo emocional del individuo.
Afirma que solo el individuo descubre su persona, cuando tiene un vivir creador, que le va permitir integrarse y sentir que estar vivo y a partir de esa posición, todo es creador, lo que implica, vivir en un estado saludable.
La creatividad para Winnicott es un universal y postula la existencia de "un impulso creador".
Luego de éste breve resumen, de los conceptos de estos autores, comenzaremos a entretejerlos con el fin de conformar nuestra propia trama.
La idea de, "el tiempo intermedio" que según Freud permite el retiro de la libido sobre el yo (narcisista) y hace posible la desexualización y la sublimación (salida del narcisismo), se relaciona según nuestro entender con lo propuesto por M. Klein en el sentido, que la sublimación se alcanza por la formación de símbolos, que es la fijación de fantasías libidinosas en forma simbólica sexual sobre objetos, actividades e intereses especiales (creación artística) y acá encontramos también una intersección con las formulaciones de H. Segal sobre los símbolos y su utilidad para la sublimación y como los símbolos (creados primero internamente) pueden luego re-proyectarse hacia el mundo exterior, todo lo cual se puede integrar adecuadamente con las ideas de Winnicott y con su concepción de una zona intermedia de experiencia, entre la realidad interior y la vida exterior.
En ésta zona ubica a los objetos y fenómenos transicionales. Luego estos van perdiendo significación y van dando lugar al juego y a la actividad creadora.
Espacio potencial entre el bebé y la madre, y la influencia del ambiente sobre el desarrollo emocional del individuo.
Observamos que todos los autores citados, con distintos términos, coinciden en la postulación de la existencia de un tercer elemento, llámese una tercera zona, o de un tercer espacio, o de un tercer tiempo que sería el resultado, de la intersección de dos mundos, entre el yo y el no yo, entre lo subjetivo y lo objetivo, entre lo interior y lo exterior.
Por lo tanto creemos nosotros que es de fundamental importancia tratar de acercarnos a la comprensión de ésta tercera zona, de este pasaje, ya que de la forma que el bebé lo transite, va a depender su futuro va a depender su futuro, su actitud creativa y su salud.
Freud nos enseñó la importancia de la salida del narcisismo hacia la Sublimación descargando la libido para no enfermarnos.
M. Klein nos amplió el panorama mostrándonos como por medio de la formación de símbolos podíamos alcanzar la sublimación.
H. Segal indicándonos la importancia de los símbolos y el proceso de integración y unión entre lo interno y lo externo y por último Winnicott a través de su zona intermedia de experiencia, donde ubica a los objetos y fenómenos transicionales, y destaca la importancia de la madre en la creación de esa zona para el futuro desarrollo emocional del individuo.
Algunas consideraciones propias sobre la "creatividad ".
Con respecto a la motivación, se nos ocurre que está relacionada con la necesidad de todo ser humano de lograr una identidad, de reconocerse dentro del conjunto viviente, de poder recortar un sector de esa realidad llamada objetiva, y de otorgarle un sentido a su existencia, en suma pensamos que puede estar en conexión con la trascendencia.
Recordemos además que Freud "considera que el arte a diferencia de la neurosis es un regreso de la fantasía a la realidad", de ahí su importancia.
Nos resulta de interés resaltar, que la capacidad creativa, estaría a nuestro entender relacionada también con el funcionamiento mental y las dos formas de transcurrir de la energía para lo cual siguiendo el artículo citado haremos una breve referencia a las ideas metapsicológicas de Freud.
Este autor postula la existencia de un proceso primario, caracterizado por la libre derivación de las cargas, pasando sin trabas de una representación a la otra a través de la condensación y el desplazamiento. Al otro proceso Freud lo llama proceso secundario, donde la energía es ligada y hay control y regulación del movimiento a la descarga, pudiendo inhibirse la misma.
Desde un punto de vista tópico (sostienen los autores) el proceso primario caracteriza el sistema inconsciente y el proceso secundario caracteriza al sistema preconsciente - consciente.
Citan más adelante que Freud señala que el proceso primario nos conduce a una identidad de percepción y que el proceso secundario entrañaría la búsqueda de una identidad de pensamiento.
En este punto en donde se articularía los postulados de Winnicott de una tercera zona intermedia de la experiencia.
André Green denomina "Proceso Terciario" a esta tercera zona ubicada por Winnicott entre la identidad de percepción y la identidad de pensamiento.
Green define al proceso terciario como un sistema relacional entre los procesos, primario y secundario, que produce un equilibrio que da lugar a la aparición de la "intuición creadora ".
Aquí es donde nos interesa introducir las ideas de Chiozza quien
propone la existencia de un proceso terciario, que articularía el proceso primario y el secundario.
Define al proceso terciario por la negativa, como un proceso que es alógico, asistemático, arracional, aespacial, etc.
Recordamos ahora que Freud nos dice, que el gran filósofo poeta F. Schiller consideraba, que para el surgimiento de la capacidad creativa, es necesario que la razón retire su vigilancia de la puerta por donde van surgiendo las ideas. (Ver la carta puente más adelante).
Por el contrario afirma Schiller que si se rechaza y se selecciona demasiado pronto las ideas se produce la esterilidad. Por lo tanto aconsejaba dejar fluir los pensamientos involuntarios y dar paso así a las facultades imaginativas.
De todo lo expuesto surge para nosotros, que para ser creativos, es necesario entonces retirar el control lógico del proceso secundario y permitir la emergencia del pensamiento mágico, poseedor de riquezas y fuente de inspiración (Proceso Primario) coordinando este accionar dinámico de un modo que se asemeja con la propuesta de un proceso terciario, que integrarla el conjunto produciéndose entonces una expresión de la capacidad creativa, resultando una nueva unidad o configuración.
La nueva unidad resultante así alcanzada, será a nuestro juicio una configuración original, plena y cargada de significaci6n y sentido, expresión de un mensaje personal y único, pero que a su vez, será factible que despierte resonancias y resignificaciones en quienes entren en contacto con ella.
Pensamos que así, nos acercamos limitadamente aún a la comprensión de la creatividad.
Nos parece ilustrativo transcribir un comentario de Chiozza que nos aporta otra perspectiva coincidente con nuestra propuesta:
Watzlawick, en base a los hallazgos de la neurofisiología con respecto al funcionamiento de ambos hemisferios cerebrales, ha equiparado la función del hemisferio dominante con las características del proceso secundario y la función del otro con las del primario.
A juicio de Chiozza, a ésta analogía de Watzlawick, se debería añadir, que una parte de las funciones gestálticas "artísticas" atribuidas al hemisferio no dominante, debe corresponder, en general, al ejercicio combinado de ambos hemisferios, y que esta interrelación funcional podría muy bien ser homologada con el proceso terciario.
Nos resulta tentador en este punto, hacer una breve referencia a un tema muy complejo, como es la relación existente entre el genio creador y el psicótico que intentaremos analizar aplicando nuestra propuesta, formulada precedentemente.
Nosotros entendemos que las expresiones producidas por psicóticos, son creativas, a nivel individual, ya que son representativas de sus significaciones, y en tanto las puedan materializar en una tela, en una escultura, en un papel, etc, son posibles de ser apreciadas por el resto de los seres humanos.
Un ejemplo en este sentido lo constituye el caso del pintor Van Gogh realizó obras importantes estando internado.
Queremos aclarar que no pretendemos en este trabajo, definir cuando una obra, una expresión creativa, es arte o no, sino que nos interesa hablar de creatividad en el sentido de la palabra "crear": que es la producción de algo que no existía.
Para ser más exactos se debería hablar de re-creación, ya que el ser humano siempre parte de elementos ya existentes.
Nos viene en nuestra ayuda además, en este tema de la relación entre el genio y el psicótico, una cita de Pichón Riviere, quien en un artículo sobre Picasso y el Inconsciente considera que existe una profunda diferencia entre el psicótico y el genio, y es que éste último no sucumbe ante la presión de su propio inconsciente, porqué es capaz de exteriorizarlo.
El genio proyectando su emoción sobre la tela, vive y comparte el mundo del adulto, y tiene su pasado y presente.
Por lo tanto entendemos que para ser creativo, es necesario estar en contacto con el inconsciente, ser permeable al caudal y riquezas que este contiene, para así poder alcanzar la intuición creadora, pero por otra parte es fundamental poder mantener la comunicación con el entorno y poder salir del estado de desorganización transitorio que se produce cuando estamos en contacto con el inconsciente, y recuperar a través del proceso secundario, nuestra identidad y el principio de realidad, coordinando toda ésta dinámica por el proceso terciario.
Para finalizar esta parte voy a transcribir los versos de Heine, citados por Freud, acerca de una descripción de la psicogénesis de la creación, y que resume poética y brillantemente nuestra propuesta.
"Imagino a Dios diciendo:
la enfermedad fue sin duda
la causa final de todo el impulso creador
¡ Al crear pude recuperarme !
¡ Al crear alcancé la salud !.
3. Psicoterapia Creativa
"La ciencia termina con el diagnóstico.
El tratamiento no es mas que arte"
Unamuno
El arte tiene que ver con la creación de algo nuevo a partir de ideas que se trasladan a un material para dar forma a un producto, obra, expresión para dar vida, existencia tangible a algo previamente deseado, soñado, sentido, necesitado o inspirado.
¿A qué damos vida, qué es lo que creamos en nuestro trabajo terapéutico?
• Creamos nuevas alternativas para aliviar el dolor y la angustia de quien, quienes nos consultan y piden nuestra ayuda profesional.
• Ayudamos a superar el sufrimiento que en ocasiones invaden al ser humano.
• Se resignifica la historia vivida y se transforman los sentimientos que dificultan los vínculos con los demás y con uno mismo. Posibilidades de comprender, entender su historia, su vida hasta ese momento vivida con mas o menos fortuna, felicidad, sufrimiento, dolor, gozo, angustia o bloqueo.
• Posibilidades de reformular esa su historia, de reescribirla de transformarla, reenmarcarla, recrearla o crear una nueva versión, un nuevo desarrollo, superador de lo enquistado, estereotipado o reiterado.
¿Cómo lograrlo?
• Para que esto sea factible es necesario que se produzca un encuentro entre el consultante y el terapeuta un encuentro genuino, pleno, con coraje para superar las distancias, las defensas, los cierres.
• Se genera un ámbito facilitador en un clima de confianza, seguridad y libertad para que se despliegue un juego infinito, donde no hay reglas, ni recetas preestablecidas, sancionadas.
• Si hay un marco, un setting, un encuadre donde pueda producirse el despliegue de la historia del consultante, descubriendo y descubriéndose al narrarla con la ayuda de una escucha atenta (attentio) del terapeuta. Se va gestando un proceso creador. Se va narrando, escribiendo la historia del consultante.
• No se parte de patologías, de nosografías, de cuadros clínicos, no se etiqueta, no se rotula, no se estanca ni congela una imagen prejuiciosa del ser humano que está con nosotros.
• Tenemos una mirada, que apunta a ver la frescura de una percepción como la primera vez de M. Ponty, una percepción abierta, una actitud dispuesta al asombro, una confianza en las potencialidades aún no desarrolladas o desplegadas insuficientemente por el consultante debido a detenciones, encrucijadas en su camino de crecimiento y desarrollo que lo han cristalizado o desorientado y a veces hasta perdido en un laberinto para lo cual necesita del hilo de Ariadna para encontrar la salida.
• Nos abocamos a la tarea de conocer y estimular sus puntos fuertes, sus virtudes, sus talentos, a reconocer también sus bloqueos, sus inhibiciones, sus temores.
• Ayudamos a que puedan salir de su zona de confort, de su neurosis, a que gradualmente pueda ir aceptando una cuota mayor de riesgo para vivir nuevas experiencias, para que algo de aventura contacte con el y le devuelva el gusto, el sabor de lo inesperado.
• El terapeuta, debe poder acompañar, facilitar, sostener este proceso creador de ser, debe haber pasado, vivido por un proceso similar, haber atravesado sus desiertos, su noche oscura del alma, sus crisis existenciales y tener confianza en las tendencias actualizantes (Rogers) del ser humano.
• Pondrá en juego en su labor, la función materna y la función paterna definidas por Winnicott.
• Deberá estar dispuesto a no saber en cada sesión, encuentro, con su nuevo consultante; o en las distintas sesiones del proceso con el mismo consultante; dispuesto en cada sesión a estar sin memoria ni deseo.
• Aceptar las paradojas. Como la actitud en la clínica de Winnicott aceptando las paradojas cuando por ejemplo atendiendo a un paciente masculino dice: "yo veo una mujer" como cita en su libro: Realidad y Juego.
Invitación a dejar de lado las certidumbres, los dogmas. Aceptar todas las Ideas, las palabras, los gestos como comunicaciones del consultante para crear el vínculo terapéutico.
• El encuadre permite que el consultante se exprese con libertad (asociación libre) pero no debe ser obligado, lo debe hacer con libertad, quien tiene que expresarse por obligación no lo puede hacer con autenticidad.
• Por lo tanto encuadre paradojal, un marco para la libertad y la creatividad.
El psicoterapeuta dará sentido a lo que le preocupa al paciente, nombrar, nominar lo que le pasa y que el paciente pueda aceptar. Esto alivia al paciente según Torrey, citado en H.G. Stanton en su libro: El Factor Fantasía.
No hay un camino único, cada ser humano deberá encontrar el suyo propio para ser fiel a su propia naturaleza. Por lo que el psicoterapeuta ayudará a su paciente a encontrarse y descubrir su propio camino. La tarea es también inspirar. Cada paciente se descubrirá mediante su propia experiencia, en las profundidades de su propio ser.
Para alcanzar nuevas dimensiones en la vida, proyectos, expansión, vitalidad, capacidad para relacionarse, vínculos constructivos, la acción, hay que vencer antiguos hábitos de pensar (creencias, dogmas, prejuicios, supuestos, bloqueos).
Partimos de la idea que el proceso terapéutico es análogo al proceso creador.
Existen por lo tanto un desarrollo de fases información, incubación, iluminación y verificación.
Expresa Zinker: La psicoterapia es el proceso de cambiar la toma de conciencia y la conducta del paciente (agregamos nosotros de una familia y de un grupo).
Consideramos al terapeuta, como un profesional que utiliza su capacidad creadora para ayudar a su paciente a re-significar su historia y su vida.
Al permitirle considerar las cosas, los problemas y los conflictos desde distintas perspectivas, produce una ampliación del círculo estrecho de las perturbaciones anímicas del paciente.
Este entonces dispone de un nuevo conocimiento de sus potenciales ganando en fluidez y flexibilidad para enfrentar los cambios y situaciones vitales.
Propusimos anteriormente la denominación de "Modelo Integral Facilitador de la Creatividad" MIFAC, a la creación de un espacio para la estimulación y el desarrollo de la creatividad de las personas.
El Modelo consiste en:
1) Un facilitador (formado en creatividad).
2) El empleo de la "Táctica de la creatividad" .
3) Un clima nutricio.
4) Un espacio potencial.
Dicho espacio debe tener las características propuestas por Winnicott en cuanto a espacio ransicional entre el mundo de la realidad exterior compartida y el mundo subjetivo o interior.
El terapeuta cumple entre otras, la función de facilitador, generando las condiciones propicias para la creación del espacio potencial. El facilitador asume (análogamente) las funciones materna y paterna formuladas por Winnicott.
Desde la función materna ofrece al paciente la posibilidad de alcanzar su propio espacio subjetivo (discriminándose de la célula narcisista).
El dispositivo facilitador, permite al paciente tolerar gradualmente la ambigüedad, como parte necesaria para poner en juego el pensamiento divergente.
El terapeuta deberá respetar el ritmo que requiere cada paciente para su transformación.
Trabaja con la singularidad psíquica, con personas portadoras de una historia, personas deseantes, por lo tanto, con montos de angustia variables.
Para que se desarrolle bien la función materna, según Winnicott es condición necesaria el sostén del padre planteando la función paterna.
Implica la tarea de guiar al paciente, para que este pueda afrontar las situaciones que se le presentan y mostrarle las características del camino a recorrer.
Por último la función paterna implica la introducción del tercero diferente de la madre.
Como herramientas para su labor dentro del dispositivo, el facilitador empleará "La Táctica de la Creatividad" que hemos propuesto anteriormente.
Consiste en un conjunto de métodos y técnicas, útiles para desarrollar la capacidad creadora (entre ellas: Brainstorming, Visualización Creativa, Pensamiento Lateral, Analogías, Dramatizaciones, inventar historias, uso del dibujo y el juego).
La Táctica de la Creatividad estará siempre al servicio del cumplimiento de los objetivos estratégicos que el facilitador (terapeuta) formule para que el paciente pueda desplegar sus posibilidades, alcance un vivir creador y como dice Winnicott que la vida valga la pena vivirla".
Vivir creador que para nosotros implica el amor, el trabajo, la recreación y el aprendizaje. Incluye el pasaje por momentos de alegría y de tristeza, de actividad y de pasividad, de claridad y de confusión
No debemos caer en la ilusión de un vivir sin sufrimientos Sostenemos que según la actitud tomada frente a lo que nos sucede y del equilibrio trabajoso que vamos alcanzando, puede surgir una vida mas creadora y saludable.
El ser humano, puede ser creador y un ser creador es un ser tendiendo a la salud (en términos de adaptación activa a la realidad, modificándose y modificándola).
4. La creatividad del terapeuta
Planteamos pensar la psicoterapia como un espacio de encuentro entre paciente y terapeuta, un espacio facilitador del crecimiento y desarrollo de los pacientes, aspectos que tienen que ver con el juego y la creatividad.
Estamos convencidos que el desarrollo y aplicación de la creatividad es un poderoso recurso de la prevención de la salud psíquica.
Por otro lado las personas creadoras se destacan por su grado de apertura, su capacidad de asombro, la atracción por lo desconocido y misterioso y una alta sensibilidad.
4.1. La Carta Puente
Propongo tratar la relación entre la creatividad y la práctica psicoterapéutica citando primero un escrito de Freud en cual da cuenta de la utilización de una carta del escritor, poeta y filósofo Schiller, estudiada por Otto Rank. Schiller, le escribe a su amigo Korner en respuesta a las quejas por la falta de productividad lo siguiente:
«El motivo de tus quejas reside, a mi juicio, en la coerción que tu razón ejerce sobre tus facultades imaginativas. Expresaré mi pensamiento por medio de una comparación plástica. No parece ser provechoso para la obra creadora del alma el que la razón examine demasiado penetrantemente, y en el mismo momento en que llegan ante la puerta las ideas que van acudiendo. Aisladamente considerada, puede una idea ser harto insignificante o aventurada, pero es posible que otra posterior le haga adquirir importancia, o que uniéndose a otras, tan insulsas como ella, forme un conjunto nada despreciable. La razón no podrá juzgar nada de esto si no retiene las ideas hasta poder contemplarlas unidas a las posteriormente surgidas.
En los cerebros creadores sospecho que la razón ha retirado su vigilancia de las puertas de entrada, deja que las ideas se precipiten pêle-mêle al interior, y entonces es cuando advierte y examina el considerable montón que han formado. Vosotros, los señores críticos, o como queráis llamaros, os avergonzáis o asustáis del desvarío propio de todo creador original, cuya mayor o menor duración distingue al artista pensador del soñador. De aquí la esterilidad de que os quejáis. Rechazáis demasiado pronto las ideas y las seleccionáis con excesiva severidad.» (Carta del 1 de diciembre de 1788.)
Freud a partir de esta carta fundamenta la aplicación de la regla fundamental del psicoanálisis: "la asociación libre":
"Para muchas personas no parece ser fácil adoptar esta disposición a las ocurrencias, «libremente emergentes» en apariencia, y renunciar a la crítica que sobre ellas ejercen en todo otro caso. Es también una tal disposición condición de la producción poética.
Sin embargo, una adopción del estado de autoobservación exenta de crítica o, como describe Schiller, la «supresión de la vigilancia a las puertas de la conciencia», no es nada difícil. La mayoría de los pacientes la consiguen a la primera indicación, y yo mismo la logro perfectamente cuando en el análisis de fenómenos propios voy redactando por escrito mis ocurrencias. El montante de energía, en el que de este modo se disminuye la actividad psíquica, y con el que se puede elevar la intensidad de la autoobservación, oscila considerablemente según el tema sobre el que la atención debe recaer.
Como podemos apreciar el psicoanálisis se apoya en las ideas de un creador literario (Schiller) para fundamentar su práctica clínica, y a su vez nosotros utilizamos el aporte del psicoanálisis para intentar descifrar el enigma que los procesos creadores plantean a nivel psíquico en el ser humano, por lo que le damos una gran importancia a esta carta que a manera de puente permite la circulación de las ideas y los conceptos entre la creatividad y el psicoanálisis.
4.2. La creatividad del terapeuta.
En la formación del terapeuta ¿quien le enseña a tener en cuenta y a desarrollar su creatividad?
¿Quién le permite no quedar atrapado entre las redes de la teoría y la veneración a los maestros fundadores?
Esta comunicación integra conceptualizaciones teórico-técnicas que se interrelacionan para dar lugar a una clínica creativa por medio de la psicoterapia creativa en la cual el cambio y la transformación asumen un papel protagónico.
Las instrumentaciones utilizadas se basan en la implementación de una diversidad de técnicas a través de las cuales se pone en juego no sólo el discurso sino otras formas de comunicación que el ser humano dispone para transmitir "lo que puebla en su interior" y conectarse con el mundo que lo rodea.
El hacer psicoterapéutico requiere del psicoterapeuta una habilidad particular: ¡creatividad! que se obtiene cuando a la teoría y a la práctica clínica se le añade la apertura que hace posible el despliegue de la flexibilidad y la fluidez para nuevos ordenamientos, es decir un modo de intervención que frente a la singularidad de cada paciente, permita introducir elementos que corten los circuitos repetitivos para que se produzca la emergencia de lo diferente.
Concebimos al psicoterapeuta como un artista, coincidimos con la expresión de Joseph Zinker: "persona que utiliza su capacidad de invención para ayudar a la gente a modelar su vida".
"Modelar la vida" es una feliz expresión, la celebramos con agrado ya que partimos del concepto que andando en el camino de la existencia vamos dando forma, haciendo, modelando nuestra vida.
En ese camino deambulan las luces y las sombras, allí están la angustia, el dolor, la satisfacción, el dolor, los propósitos, las fantasías, las reflexiones, los deseos, los proyectos, las conductas, las experiencias y todos ellos en un movimiento continuo que hacen que la vida tenga una dinámica peculiar.
Podemos pensar al psicoterapeuta como un escultor que ayuda al paciente (como una arcilla vital que con su particular consistencia y un potencial inherente a lo que es), en su búsqueda-encuentro de una forma que lo exprese.
Todo tratamiento, toda sesión es un proceso con características propias.
Una pregunta aparece, algunas respuestas se presentan, de allí un surgimiento, una interpretación, un movimiento, algo del orden de la transformación se pone en juego, algo nuevo ha nacido: se sintetiza un insigh que conforma un cambio espiral doble.
5. Efectos terapéuticos de la Creatividad
Dijimos anteriormente que el cambio es uno de los objetivos en la intervención terapéutica, por lo tanto ayudar al paciente a explorar el caudal de alternativas a su disposición para evitar la repetición estereotipada de "mas de lo mismo" abriéndole caminos insospechados para que el, los recorra.
Como consecuencia de aplicar la creatividad en la clínica se verifica que las personas logran una mayor fluidez, flexibilidad, originalidad, sensibilidad y apertura al medio ambiente, disponibilidad de recursos para resolver los problemas que se le presentan en su cotidiano vivir.
El desarrollo y la expresión de la capacidad creadora produce los siguientes efectos terapéuticos:
El paciente se siente más confiado logrando integrarse mejor (su mundo de la infancia y su mundo adulto), lo cual fomenta el equilibrio de su evolución, permitiendo una mejor relación con otras personas y con sus propios deseos.
El resultado, un vivir mas pleno y original, con menor necesidad de emplear energías en mecanismos defensivos, disminuyendo así sus inhibiciones y bloqueos.
El paciente comprende que el mundo puede transformarse, estará mejor dispuesto, para obrar y producir (aceptando el riesgo de equivocarse) y para modificarse con las experiencias sucesivas que emprenda.
Para finalizar
Para nosotros el ser humano es "el ser creador por esencia y por excelancia".
La psicoterapia es un encuentro creativo entre dos personas: terapeuta y paciente - para aliviar el sufrimiento, para ampliar lo limitado de la concepción del mundo, para conocerse a sí mismo, para salir de los estrechos márgenes de la conducta repetitiva, para estar más abierto y dejarse fluir, para convertir los deseos en proyectos, para expresar su mundo interno, para recuperar la totalidad del ser humano - a través del uso creativo de un encuadre, estrategias, intervenciones y técnicas.
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4)
La paradoja de Winnicott: un enfoque filosófico de las nociones de relación y uso de un objeto (1).
Carlos E. Caorsi (*)

Los conceptos de "relación de objeto" y "uso de un objeto", pertenecen a ese tipo de conceptos teóricos que, por su acta de nacimiento, ofrecen no pocas dificultades a todo intento de hacer una precisión filosófica de los mismos. No en vano Winnicott nos alerta de que aceptemos las paradojas que subyacen a estos, ya que sólo así podemos llegar a comprender su significación (2). Son varias las razones que abonan esta dificultad. Por un lado en la descripción y caracterización que Winnicott hace de estos conceptos, es necesario tener en cuenta cuando la misma es hecha desde la perspectiva de la tercera persona o de la primera. Así, por ejemplo, cuando habla de la "primera posesión no-yo" refiriéndose a los objetos transicionales, por momentos no sabemos si se trata de no-yo desde el punto de vista del observador (perspectiva de la tercera persona) o de no-yo en lo que respecta a las vivencias del bebé (perspectiva de la primera persona).
Por otro lado no es claro si todas las veces que utiliza el término "uso" de un objeto lo hace en el mismo sentido o si debemos atribuir a esas distintas ocurrencias sentidos diferentes. Así por ejemplo cuando también a propósito de los fenómenos y objetos transicionales dice que de lo que se trata no es del objeto sino del uso de ese objeto (Winnicott [1971] pg. 14) no es claro si debemos entender el término "uso" en el preciso sentido que pretende otorgarle en el Cap. 6 de la misma obra. En un sentido parecería que no, si atendemos a ( Winnicott [1971] pg. 18 punto 2)) la afirmación según la cual la zona de los fenómenos transicionales es una "zona intermedia de experiencia entre el erotismo oral y la verdadera relación de objeto"; y por otro lado a la afirmación de que el uso del objeto supone una secuencia que va de la relación de objeto, pasando por la destrucción del objeto, al uso del objeto. Claro que también podría llegarse a la conclusión contraria si se entiende que la cualidad de "verdadera" atribuida a la relación de objeto en el pasaje citado tiene la finalidad de establecer una diferencia con lo que en sentido más estricto llama relación de objeto.
Por cierto que la situación podría no ser del todo desesperante si tomamos a la ligera la conocida aficción de Winnicott por las paradojas. Pero lo cierto es que eso no es una salida, una cosa son las paradojas y otra nuestras confusiones. De modo que aunque no espero aclarar en su totalidad estas dificultades haré un esfuerzo por arrojar luz allí donde mis capacidades me lo permitan. Tal vez eso sirva para desbrozar un poco el camino a un intento de clarificación más profundo.
A los efectos de llevar adelante este ensayo de clarificación conceptual debo detenerme como paso previo en dos dicotomías propuestas por Winnicott y su rechazo de una tercera. Las dos dicotomías propuestas son, la que comprende la estructura bebé-ambiente y la de creación y destrucción de un objeto. La dicotomía rechazada por insuficiente es la clásica entre realidad interior o personal y realidad exterior y compartida. Veamos muy someramente como se articulan las mismas.

Bebe-Medio ambiente
La teoría del desarrollo en Winnicott se articula a través de la relación bebé-medio ambiente, el cual en este caso específico es provisto por la madre. En este sentido podemos limitar a la madre el medio ambiente relevante para el bebé. Que el bebé sin la madre no puede sobrevivir es una consecuencia de la natural indefensión del infante humano. Pero lo relevante en el planteo de Winnicott es el énfasis que pone en ciertas cualidades objetivas de la madre como imprescindibles para el desarrollo normal del bebé. Dichas cualidades son las que Winnicott incluye en el concepto de madre lo bastante buena. Y la característica fundamental de la misma es la preocupación maternal primaria.
Destacamos entonces de esta primera dicotomía lo decisivo de ciertas características objetivas del ambiente.

Creación y destrucción del objeto
La madre es pues quien satisface las necesidades del bebé. Veamos lo que pasa con esas necesidades desde el lado de este último. Dado el marco proporcionado por la madre el bebé es capaz de concebir la idea de algo que podría satisfacer la creciente necesidad que surge de la tensión instintiva. Esto es lo que Winnicott denomina creatividad primaria. Así a instancias de la tensión generada por la necesidad, se produce en el niño la idea de que algo va a salir al encuentro de esa necesidad, aún cuando en principio no se pueda decir que el niño sepa lo que va a crear. En ese momento y en virtud de la preocupación maternal primaria la madre provee el pecho coincidentemente con la necesidad del bebé. Este encuentro genera en el bebé la ilusión de que él ha creado el pecho, el cual se constituye en un objeto subjetivo bajo su control omnipotente. Así la creación del objeto se produce en la intersección de la necesidad del niño y lo aportado por la madre.

Rechazo de una dicotomía
De acuerdo con esta descripción la creación del objeto se produce en una intersección entre lo interno, creatividad primaria, y lo externo, la adaptación de la madre a las necesidades del bebé, la madre lo bastante buena. Si bien lo que resulta es un objeto subjetivo, no es posible describir este fenómeno ni como puramente subjetivo, ni como objetivo. De hecho confluyen para que el mismo sea posible tanto lo subjetivo como lo objetivo. Es en ese sentido que Winnicott sostiene la insuficiencia de la dicotomía tradicional subjetivo-objetivo. La descripción de este tipo de fenómenos supone una tercera zona intermedia entre ambas. Denominara a dicha zona, zona de la ilusión, zona por excelencia de los fenómenos transicionales.

Relación de objeto y uso del objeto
Hecha esta breve síntesis de algunos de los conceptos winnicottianos que necesitaremos para la clarificación que nos proponemos podemos entrar de lleno al tema que nos ocupa.
Lo primero que debemos precisar es de qué estamos hablando cuando usamos los conceptos de "relación de objeto" y "uso del objeto". En un sentido estrictamente formal, y más allá del uso del término "relación" en uno sólo de estos conceptos, en ambos casos se trata de una relación. O sea que tanto la "relación de objeto" como "el uso de un objeto" pertenecen a la categoría de las relaciones. Ambas son además relaciones diádicas, es decir que se dan entre dos individuos. Podemos denominar a esos individuos sujeto y objeto respectivamente. De acuerdo con esto, tanto la relación de objeto como el uso del objeto son relaciones que se establecen entre sujeto y objeto. Podríamos decir que entre los distintos tipos de relaciones que se pueden establecer entre un sujeto y un objeto se encuentran la de "relación de" y la de "uso del". De acuerdo con esto las diferencias entre ambas van a estar dadas por el tipo de relación que cada una es. Sin embargo al entrar a considerar esas diferencias no podemos olvidar la perspectiva (de la tercera o primera persona) desde la cual realizamos dichas consideraciones, ya que en algunos casos ambas pueden coincidir desde una perspectiva y diferir desde la otra. Las diferencias que Winnicott considera podrían caracterizarse desde los siguientes cuatro puntos de vista: 1) desde la identidad de los objetos entre los cuales se dan esas relaciones, 2) desde el control que la relación permite ejercer al sujeto sobre el objeto, 3) desde las modalidades del objeto y 4) desde la persistencia del objeto. Veamos cada una de ellas.

1. Diferencia en cuanto a la identidad de los objetos
En lo que a este punto se refiere se hace imprescindible precisar la perspectiva desde la cual las diferencias se establecen, ya que como veremos los resultados son diferentes en ambos casos.
Así desde la perspectiva de la tercera persona tanto en el caso de la relación como en el del uso, sujeto y objeto son entidades diferentes. Sin embargo, desde la perspectiva de la primera persona en tanto que en el caso de la relación, sujeto y objeto coinciden (3), en el del uso sujeto y objeto son diferentes.

2. Diferencias en cuanto al control del objeto por el sujeto
Aquí parece que sólo cabe la perspectiva de la primera persona ya que la experiencia de control es, en el caso que nos ocupa, un fenómeno fundamentalmente subjetivo. En este caso la diferencia estriba en que en tanto que en la relación de objeto el sujeto controla omnipotente al objeto, en el caso del uso el objeto ha escapado al control omnipotente del sujeto. Ha sido ubicado, en palabras de Winnicott fuera de la zona de control omnipotente.

3. Diferencias en cuanto a las cualidades del objeto
Aquí de lo que se trata es de si las cualidades que en la relación se le asignan al objeto son cualidades objetivas de este o no. Así en el caso de la relación de objeto las cualidades asignadas al objeto no son sus cualidades objetivas, sino que son resultado de las proyecciones del sujeto. El objeto se reduce en este caso a ser un manojo de proyecciones del sujeto (4).
De modo diferente, en el caso del uso las cualidades relevantes del objeto son sus características propias reales.

4. Diferencias en cuanto a la persistencia del objeto
En este último caso, las diferencias se establecen en virtud del carácter continuo o discontinuo del objeto. El objeto de la relación de objeto es un objeto discontinuo o inconstante en términos de Winnicott. En efecto existe en tanto que es creado por el bebé y deja de existir en tanto que es destruído por el mismo. El objeto es así la suma discontinua de todas las creaciones del mismo por el bebé. En cambio en el caso del uso del objeto este ha adquirido una continuidad espacio temporal resultado de su independencia respecto del bebé y de sus necesidades. El objeto ya no será creado sino que será encontrado.

La secuencia evolutiva de la relación de objeto al uso del objeto
Hasta el momento nos hemos limitado a consignar las diferencias señaladas por Winnicott entre la relación de objeto y el uso del objeto. A los efectos de poder aclarar un poco más la diferencia entre ambas nociones será necesario que nos detengamos en la secuencia evolutiva que va de la relación al uso. Podríamos esquematizar dicha secuencia evolutiva del siguiente modo: Relación del objeto - destrucción del objeto - uso del objeto.
Como vemos, la enumeración de la secuencia saca a luz una de las paradojas a las que Winnicott es tan aficionado. Si el objeto ha sido destruído ¿cómo se lo puede usar? Por otra parte, coloca en el lugar central la destrucción del objeto, uno de los elementos de la dicotomía que tratamos y que exprofeso nos hemos limitado a mencionar sin decir casi nada acerca de la misma. La razón de esto es que pensábamos detenernos en ella en el desarrollo que sigue.
Pero volvamos a nuestra secuencia evolutiva. Según hemos señalado tanto la relación de objeto como el uso del objeto son relaciones. Ambas son relaciones que se dan entre un sujeto y un objeto. Siendo las cosas de este modo, explicar la referida evolución se reduciría a explicar de que forma una relación que tiene características de una relación de objeto se transforma en una relación con las características del uso de un objeto. Es decir como se va dando el cambio de cualidades que transforma una relación de objeto en el uso de un objeto. De acuerdo con las cualidades diferenciales señaladas entre ambos tipo de relación, esa evolución supone que se produzcan los cuatro cambio siguientes:
1) Paso de la relación con un objeto-yo a un objeto no-yo.
2) Paso del control omnipotente del objeto a la pérdida de este control.
3) Paso de un objeto como manojo de proyecciones a un objeto con cualidades objetivas.
4) Cambio de un objeto discontinuo a un objeto continuo.
Veamos de qué modo la secuencia evolutiva puede dar cuenta de estas modificaciones. Como señalamos, la destrucción del objeto juega un papel central en este proceso. Sin embargo debemos entender que esta destrucción no es una destrucción efectiva o real del objeto, sino una destrucción potencial; ya que precisamente es la sobrevivencia del objeto la que permite el pasaje de la relación al uso. Pero entonces ¿como debe entenderse la destrucción? La actividad destructiva del sujeto está directamente vinculada con el ejercicio de su agresividad. Sin embargo Winnicott señala que no debemos entender que en su origen la agresividad corresponda a sentimientos tales como la ira que son sentimientos mucho más elaborados, sino a la motilidad primaria del bebé. O sea que agresividad es sinónimo de actividad. En su opinión los impulsos fetales traen consigo un descubrimiento del ambiente. El ambiente sería la oposición con que se tropieza en el movimiento, de modo que el mismo es experimentado durante el movimiento. Esta observación parece clara. Si el bebé careciera de motilidad, si no pudiera ejecutar movimientos, no tendría forma de encontrar resistencias a los mismos. Y si no puede encontrar resistencias no tiene experiencia de una fuerza exterior a si mismo. Si bastara mi decisión de mover la mesa para que esta se moviera, como en efecto sucede con mi brazo, no tendría forma de distinguir que la mesa, a diferencia de mi brazo, no es parte de mi. De este modo, según Winnicott, la oposición con que tropieza el movimiento permite un reconocimiento temprano de un mundo no-yo.
Teniendo en cuenta que la motilidad es la forma primaria de la agresión, veamos como juega esta en la conformación del principio de realidad. El enfoque tradicional hace jugar a la realidad un papel fundamentalmente frustrador en la conformación del principio de realidad. La realidad es lo que meramente se opone a la satisfacción alucinatoria de deseos y será a partir de esa frustración que será necesario conformar un criterio de realidad, a través de la identidad de percepción, para que se autorice la descarga adecuada a la acción específica (5). Desde este planteo la agresividad es reactiva a la experiencia de frustración. En Winnicott se ha producido una inversión, la agresividad no es reactiva al choque con la realidad sino que en tanto que motilidad es previa a esta. Será por lo tanto la agresividad la que permita ir estableciendo la diferencia objetivo subjetivo y no a la inversa. Pero aquí hay otro punto que destacar y que se vincula con una de las dicotomías que señalamos mas arriba. Frente al énfasis puesto por la concepción tradicional en el carácter frustrador de la realidad Winnicott enfatiza el alivio y la satisfacción que la realidad proveerá frente a los efectos aberrantes de la fantasía sin frenos. Pero este énfasis puesto en el alivio y la satisfacción otorga a la realidad un papel mucho más central en el desarrollo evolutivo del bebé.(6)
Ahora bien, como ya señaláramos el objeto subjetivo se constituye a partir del encuentro de la creación del pecho por el bebé y el aporte efectivo del pecho por la madre. La repetición de estas experiencias va creando la ilusión de un objeto interno que es parte del yo (identificación primaria. Aspectos femeninos del sujeto). Sin embargo una madre lo bastante buena debe ser capaz también de desilusionar al bebé. La desilusión se produce introduciendo un tiempo entre la alucinación del pecho por el niño y la provisión de este por parte de la madre. Se darían así momentos en que el pecho es alucinado y la satisfacción no se presenta. Sin embargo el bebé no sabe de ausencias, la presencia real del pecho es un conjunto de sensaciones placenteras y la ausencia real del pecho es un conjunto de sensaciones displacenteras. En tanto que no se distingue todavía entre la sensación y el objeto, en ambos casos estamos ante la presencia de un objeto, en tanto que en ambos casos hay sensaciones. Sin embargo la presencia de las sensaciones displacenteras es una presencia distinta de la de las sensaciones placenteras, dando lugar así a la presencia de un objeto subjetivo diferente: el objeto malo. Así la ausencia del pecho real no es vivida como la ausencia del objeto subjetivo bueno, sino como la presencia del objeto subjetivo malo (7). Y este objeto subjetivo malo se impone al bebé aún cuando él no lo desee. Vemos con ello que en la constitución del objeto subjetivo malo se han producido dos de los cambios que se proponen para el pasaje de la relación al uso. En tanto que el objeto subjetivo bueno cae bajo el dominio del control omnipotente, el objeto subjetivo malo escapa a este. A su vez, en tanto que el objeto bueno es un objeto-yo, el malo, precisamente por escapar al control omnipotente, es un objeto-no-yo. Sin embargo el resto de los cambios aún no se han presentado. El objeto malo sigue siendo un manojo de proyecciones y sigue teniendo un carácter discontinuo. Estas otras dos características recién se van a lograr cuando se pueda dar el pasaje de la presencia del objeto subjetivo malo a la ausencia del objeto objetivo. Es aquí donde se debe dar el paso por la destrucción del objeto y la supervivencia del mismo a dicha destrucción. Tal vez este pasaje pueda aclararse por el proceso de desilusión. Como vimos, una madre lo bastante buena introduce una demora entre la alucinación del pecho por el niño y su presentación. Es en esa espera que se conforma el objeto malo con el correspondiente desarrollo de la agresividad. Sin embargo la madre lo bastante buena presenta el pecho al bebé antes de que este caiga en una angustia inimaginable. Si el pecho no es aportado en el momento adecuado, la tensión en el bebé aumenta y las sensaciones displacenteras son vividas retaliativamente por el niño como ataques del objeto malo. En ese caso habría una efectiva destrucción del objeto, ya que como señala Winnicott, que el objeto haya sido destruído, no significa que no tome represalias. Sin embargo si el pecho es presentado al bebé con una dilación adecuada, la aceptación del mismo por el bebé calma sus ansiedades de haberlo destruído.
La repetición de este proceso daría lugar a la secuencia narrada por Winnicott:
"…después de "el sujeto se relaciona con el objeto" (alucina el pecho, objeto subjetivo) viene "el sujeto destruye al objeto" (dilación introducida por la madre, objeto subjetivo malo, fantasía de destrucción del objeto); y después puede venir "el objeto sobrevive a la destrucción por el sujeto" (la madre aporta el pecho con la dilación adecuada)." (8).
La repetición de esta secuencia permite que el objeto vaya perdiendo las características de ser un haz de proyecciones y adquiera una continuidad. Continuidad que podría entenderse como la supervivencia del objeto en los momentos en que es destruído en la fantasía. Podríamos suponer que una vez que la madre instaura la dilación a la que nos estamos refiriendo y finalmente provee al niño del pecho, el estado del niño, no es el de la creatividad primaria, previo a esa dilación. El pecho se presenta aún cuando el niño no lo ha creado.
De este modo, una vez que este proceso se ha operado el niño está en condiciones de "relacionarse" con el objeto en la modalidad del uso del mismo.

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Citas:

(*) UDELAR. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Instituto de Filosofía

1 Este trabajo fue presentado en el III Encontro Latinoamericano sobre o Pensamiento de Winnicot. Grupo de Estudios Psicoanalíticos de Pelotas. 2, 3 y 4 de Diciembre de 1994. Gramado - RS - Brasil. Una primera versión del mismo apareció en la Revista Persona, N° 1, 1998, Universidad de Lima, Perú. Facultad de Psicología. Algunos errores tipográficos que he constado en la referida versión, así como también algunas oscuridades en su redacción, motivaron la publicación de esta versión corregida.
2. "Este paso (de la relación al uso) significa que el sujeto destruye el objeto. Sobre esa base el filósofo de gabinete podría argumentar que por consiguientes no existe, en la práctica, el uso de un objeto: Si este es exterior, es destruído por el sujeto. Pero si el filósofo abandona el sillón de su gabinete y se siente en el suelo con su paciente, encontrará que hay una posición intermedia". (Winnicott [1971] pg. 121).
3. "Dos bebés se alimentan a pecho. Uno (se refiere al caso de la relación de objeto) se alimenta de la persona, pues el pecho y él todavía no se han convertido (para él) en fenómenos separados." (Winnicott [1971] pg- 120. El subrayado y el intercalado entre paréntesis es nuestro).
4 Habría que precisar que aún en este caso las modalidades del objeto podrían ser las objetivas en el caso en que hubiera una coincidencia entre las cualidades proyectadas y las reales. Sin embargo lo que importa es que es vivido como teniendo esas cualidades porque las mismas le han sido proyectadas y no porque en realidad las posee.
5. Cf. Freud. S. [1895].
6. "He tratado de desarrollar el tema de que lo que tanto Freud como Klein eludían de ese modo era el de las consecuencias de la dependencia y por tanto de factor ambiental (Winnicott, 1960b). Si en verdad la dependencia significa eso, dependencia, la historia de un bebé no se puede escribir en términos de él solamente. Hay que describirla además en términos del ofrecimiento de un ambiente que satisface las necesidades de dependencia o no logra satisfacerlas". Winnicott, D.W. [1971] pg. 100.
7. Cf.Berquez, Gerard "Conceptualización psicoanalítica del Self" en Dorey, R. y Otros [1991]
8. (Cf. Winnicott, D.W. [1971], pág 121. Las expresiones entre paréntesis son nuestras.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Acunan, abren los ojos, sostienen, enseñan y liberan. Eso creo yo que consigue hacer buen un psicólogo-psicoanalista. ¡Casi nada!.

Carlos Churba dijo...

Estimado Colega, me alegra enterarme de tu interés por la obra de Winnicott y la creatividad.
Winnicott es uno de mis autores preferidos ya que dentro del campo psicoanalítico aportó a la comprensión de la creatividad más allá de los desarrollos pioneros de Freud. Deseo solicitarte que aclares mi autoría colocando entre comillas mis desarrollos para así evitar confusiones en los lectores. Desde ya muchas gracias y te invito a que visites mis espacios sobre creatividad.
Carlos A. Churba http://carloschurba.wikispaces.com
www.carloschurba.com
http://arkapoiesis7.blogspot.com

Anónimo dijo...

Estimado Rodrigo:

Había estado leyendo Realidad y Juego de Winnicott gracias a la pregunta de una mamá encantadora que me estaba preguntando el por qué su niño de 5 años no podía dibujar. Yo soy colega también y estoy a la fecha trabajando en un nido que tiene una propuesta de educación a través del arte, de allí el interés por el tema de la creatividad y buscar ciertas explicaciones en Winnicott y de ahí salté a tu blogg. Una grata sorpresa haberlo encontrado, así como ver que en la compilación que has hecho has colocado fragmentos de un texto de Saúl Peña ¡genial!

sábado, 12 septiembre, 2009

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