Hace poquito escribía sobre la pseudomutualidad y el doble vínculo, conceptos sistémicos. Hoy, me gustaría hacer el enfoque desde el punto de vista del psicoanálisis, en particular de lo poquito que sé sobre Piera Aulagnier y otros, cimentando el material en la clínica.
La pseudomutualidad tiene que ver con no aceptar que el otro sea diferente, en la medida en que existe una fusión madre-hijo y la identidad de la madre pasa por ser eso (madre), la independización del joven caballero (niño o adulto joven) es boicoteada inconscientemente.
Bien, esto Piera lo dice como que el “portavoz” es quien piensa y desea el yo ideal del niño, en la medida en que esa idealización se desidealiza adviene el nacimiento del yo real y de ese modo nace el sujeto. Si nace otro, distinto de la madre aparece “la gresca”. No coincide el yo deseante del deseado. Esto explica el nacimiento de las psicosis, pensemos, como decía el buen Manolo Poncela, en el tópico del loco napoleón. El “napoleón” piensa que es otro, distinto del yo real, cercano al yo ideal que por la función deseante de la “función materna” (podríamos decir por no cargar tintas en la madre) catectiza al niño. Ese yo debe ser desidealizado, y esto tiene mucho que ver con la individuación del trabajo de abajo, este desde una perspectiva más humanista, no obstante como pueden ver, visto del derecho o del revés, desde el psicoanálisis o lo sistémico el confllicto y las hipótesis llegan al mismo lugar, la locura a través de la desidentificación, de no poder darse el advenimiento del yo. Debajo del artículo de “debajo” tienen una entevista a Piera Aulagnier, esta mujer cuesta trabajo de captar, porque es una auténtica teórica que hace alarde de su talento científico afrancesado, siendo una verdadera discursiva, poco pragmática y sorprendentemente profunda, bella y clara en su compleja teorización.
Si se quieren iniciar en sus teorías les sugiero un libro de factura inolvidable titulado “El sostén del ser” que hace una comparación entre Winnicott y Piera Aulagnier, dos autores que dieron un giro al psicoanálisis por una razón fundamental, la aproximación al paciente psicótico. Un profundo abrazo.
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