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Paz y Ciencia

miércoles, 6 de febrero de 2013

Sabiduría de Occidente y Oriente

 
DIOS ESTÁ MUERTO, Y NOSOTROS LE HEMOS MATADO. F. NIETZSCHE

Actualmente, en la sociedad occidental está decreciendo cada vez más la pertenencia a unaa confesión. Sin embargo, al mismo tiempo hay un gran número de personas que anhela una dimensión religiosa en su vida, y esto independientemente de su edad, sexo o estatus social. Y cada vez hay menos personas que se contentan con seguir el pensamiento dogmático de la Iglesia, porque apenas se encuentran en ella sostén e interpretación para sus vidas, y este es el motivo de que cada vez haya más personas que se separan de las Iglesias.

A mucha gente de hoy le resulta inaceptable la rígida doctrina del Catecismo romano. Me dicen a menudo: "Ya no puedo creer lo que los sacerdotes predican". Todo sistema que se petrifica desaparecerá. Las Instituciones petrificadas no pueden renovarse desde dentro y, si no admiten nada desde el exterior, sus seguidores las abandonan. Ellos intuyen que existe una experiencia religiosa que sobrepasa la reflexión racional sobre Dios, que es precisamente lo que pide de nuevo la Iglesia, hoy día. Esas personas están buscando la fuente de su identidad.

Una encuesta representativa de la "Identity Foundation" del año 2006 arrojó los siguientes datos: tan solo un 10 por ciento de los alemanes se siente ligado a las enseñanzas tradicionales de la Iglesia a través de sus Instituciones ("cristianos tradicionales"); el 15 por ciento, lo que significa más de seis millones de alemanes, está buscando, como "buscadores de sentido espiritual", una experiencia religiosa, recurriendo para ello a la mística, tanto cristiana como no cristiana, al esoterismo, y también a disciplinas humanísticas, el 35 por ciento pertenece a los "creativos religiosos", que no se unen de modo permanente a una confesión y para los que resulta importante conocer otras religiones y filosofías.

La religiosidad que se redescubre hoy en día no tiene nada que ver con un fundamentalismo antimoderno unido a una severa disciplina, aunque aun haya personas que busquen precisamente en él su sostén. El fundamentalismo es la victoria del miedo sobre un progreso que ya no podemos controlar. Desprecia los conocimientos de la ciencia actual y se considera la única "verdad", que no debe ponerse en entredicho. En todas las religiones encontramos este fundamentalismo. Amenaza la libertad de la persona, así como también la libertad para cambiar. Lo encontramos tanto en la Iglesia Católica Romana como en otras religiones. La emancipación de los cristianos se ve coartada por la resistencia que ofrece el fundamentalismo, que se niega a concederles la mayoría de edad. La ideología de los jóvenes mártires musulmanes, que se inmolan haciendo estallar sus bombas para entrar en el paraíso, para salvar a otros, supone una forma extrema del fundamentalismo que está resurgiendo a nivel mundial. Mientras que ya hace tiempo que se relativizó el sacrificio de la propia vida de Jesús, aún se sigue anunciándolo en las parroquias. Una y otra vez se me acercan estudiantes de teología que se quejan de que los sacerdotes predican en la Iglesia interpretaciones de la creencia diferentes de la que han estado estudiando en la Facultad. San Pablo pudo decir: "Nuestro conocimiento es parcial". En aquél entonces aún no existía el concepto de verdad absoluta y tampoco una autoridad infalible para la enseñanza.

Willigis Jäger: "Sabiduría de Occidente y Oriente"

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