El ero, la esperanza de encontrar en otras personas la satisfacción del anhelo, es un motor poderoso y uno de los medios más fuertes de la trascendencia del yo. La unión sexual rompe las fronteras del yo, supera la separación y conduce a la experiencia de la totalidad. Por eso, el amor, el erotismo y la sexualidad son algo profundamente religioso: son etapas en el camino del amor interminable. De esta forma, el amor en la pareja se puede convertir en una senda que conduce a la unidad por encima del yo y del tú. El camino conjunto, cuando se sigue de una forma realmente consecuente, conduce de forma inevitable a través de turbulencias, a través de problemas y crisis. Con frecuencia, personas que a pesar de tener puntos de vista y formas de vida diferentes se aguantan y siguen juntas, aun con sus diferencias, experimentan un proceso de maduración de su relación de pareja. Llegan al punto no solo de ceder, sino de desear al otro su desarrollo y su despliegue personal. Descubren que el amor ha persistido cuando el compañero o compañera ha tomado otro camino. Y, finalmente, incluso están en disposición de darse la libertad mutuamente si llega el momento de la separación.
Willigis Jäger: "Sobre el amor"
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