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Paz y Ciencia

martes, 23 de noviembre de 2010

Winnicott desde el ángulo de Painceira

"Hay algo que no se puede convertir en sistema: la existencia". Soren Kierkegaard


Hay pues, dos órdenes de necesidades:
- Las necesidades del yo (que permiten el nacimiento del self verdadero y de la vida psicológica); que son: sostén o holding, manipuleo o handling y presentación de la realidad o del objeto. La satisfacción de la primera conduce a la integración, la satisfacción de la segunda conduce a la personalización, la satisfacción de la tercera a la creación de la realidad a partir del propio despliegue.
-Las necesidades instintivas secundarias y vividas al comienzo como ajenas. Éstas serían las libidinales y las agresivas, derivadas de la movilidad primaria, del erotismo muscular.
Así el sujeto naciente va habitando su cuerpo, que ahora es su cuerpo subjetivo y no un cuerpo objeto en un mundo de objetos.
La confusión por parte de la madre entre las necesidades yoicas (necesidad de la madre como madre medio-ambiente) y las pulsionales (de la madre como madre-objeto) puede provocar una disrupción en la continuidad existencial del bebé, y la sustitución de las primeras por las segundas da lugar al bebé, y la sustitución de las primeras por las segundas da lugar a una experiencia de seducción, cuando el bebé busca a la madre y se encuentra con una satisfacción instintiva.
Lo más importante es que se inaugure la existencia en forma creativa (una vida creativa es la única que vale la pena de vivir, la salud está mucho más ligada al ser que a los instintos y a su satisfacción).

2. La posición depresiva y el surgimiento de la culpa (concern) auténtica como límite natural del despliegue agresivo y la constitución de la realidad externa.

Esto se completa con el concepto de reparación , que toma de Melanie Klein.
La idea de una naturaleza humana con una vida moral que naturalmente se desarrolla si no hay trabas, y que nace con el nacimiento de la capacidad de compadecimiento por el otro al cual se le ha producido daño, y del sentimiento de culpa que es para él un logro del desarrollo.

3. Completando lo anteriormente dicho, la formación de la moral, necesidad de un código que oriente la existencia y creencias básicas, presente en todos los seres humanos maduros, que dé sentido a la existencia, y por supuesto los códigos que encauzan.

4. Los fenómenos transicionales: el gran aporte de Winnicotty su relación con la existencia de un mundo personal abierto a la cultura, en el cual la creatividad tenga un ámbito que la haga posible.

5. La teoría de la enfermedad.
 El concepto de self falso y de existencia falsa.

6. La teoría de la curación

El signifcado de la "cura". Examinando el sentido de la palabra cura, podemos destacar que tenía una significación primera que es la de cuidado, curar era cuidar, más adelante, fue adquiriendo otro significado, ligado a las recomendaciones y propuestas terapéuticas del médico con el fin de tratar la enfermedad, y por último ambos significados perdieron parte de su gravitación, para ser reemplazados, o casi, por un tercer significado: la cura es así sinónimo de curación, enunciando el efecto de tratamiento impuesto.
La evolución del término va marcando la progresiva deshumanización, y la absorción del cuidado personal por la eficacia, aunque ambos términos no se excluyan necesariamente.
Para Winnicott, el significado fuerte de la palabra cura es el de cuidado, y el cuidado tiene un papel protagónico en su teoría de la curación; está estrechamente vinculada con el papel del religioso, que cura-cuida a sus fieles.
Señala que, para que este significado se cumpla, debe existir una capacidad muy grande para establecer vínculos basados en las identificaciones cruzadas; al margen de cualquier urgencia instintiva, señala que en cambio los médicos que administran simplemente medicaciones o los religiosos exorcistas no necesitan de esta condición esencial para la ayuda integral que todo ser humano necesita.
No es casual que desemboquemos en la idea de que el psicoanálisis no cura en el sentido de curación tradicional, sino que crea las condiciones para que el paciente, haciendo uso del mismo, alcance la curación.
El psicoanálisis no opera pues como un remedio, pero implica la cura-cuidado y la posibilidad de acceder a una existencia verdadera, creativa y auténtica.

Clínica Psicoanalítica a partir de la obra de Winnicott. Alfredo J. Painceira Plot. Lumen. 1997. Buenos Aires

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