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Paz y Ciencia

sábado, 3 de enero de 2009

La fantasía de Melanie Klein según Hanna Segal




El trabajo de Melanie Klein es rico en detalles e inferencias, conjeturas y creatividad. Es una de las primeras que mira hacia dentro de la fantasía, también del infante, con lo que eso supone de conjetura y novedoso en relación al trabajo de Sigmund Freud.
“Eso que llaman infans no existe”, diría Winnicott, quien deseó analizarse con Klein,
Como veremos Melanie Klein habla de aspectos que podríamos llamar constitucionales, o dicho de un modo más preciso configuraciones del mundo interno, posiciones que ayudan a entender patrones de relaciones de objeto. Relaciones con el mundo en base a mecanismos como la introyección, la proyección, la escisión, la negación, la idealización, el “splitting”, etc.
Dichos mecanismos están en la base de un análisis y Jacques Lacan desestimó la obra de Klein por pensar que el bebé no se podía entender desde esas posiciones que postulaba Klein, sin embargo su obra perdura con gran intensidad y aceptación y está en la vanguardia del análisis de niños. Recomiendo leer Introducción a la Obra de Melanie Klein, de Hanna Segal. También El (Self) dividido (Traducido como El Yo dividido), de Ronald D. Laing. También leer los trabajos de Klein fundamentales para disfrutar de “otro mundo”, más íntimo y más incómodo para quienes sufrieron una escisión temprana y no han podido conectarse con su interior.
Hanna Segal estructura de manera muy clara el libro, el texto fue en su origen material para la formación de psicoanalistas en el Instituto de Psicoanálisis de Londres. Por pedido de los alumnos recopiló dichas clases con abundantes ejemplos clínicos y formación específica de la obra de Melanie Klein.
Destacar que en repetidos ejemplos los pacientes parecen tener reacciones terapéuticas negativas, ella destaca como buena kleiniana la envidia y la agresión de sus pacientes, las proyecciones, etc. De hecho comenta que un paciente le dijo que sus objetos buenos proyectados también serian, como los malos, partes de él. Esta burla irónica fue así mismo interpretada. Esto me hace pensar en una transición a Winnicott, la propia Hanna Segal habla de la “tercera zona”, refiriéndose a una zona entre el yo y el no-yo, tal vez a la transición entre posición esquizo.paranoide y depresiva.
La diferencia entre Winnicott y Klein o Hanna Segal, es que el primero consideraba que la madre debía ser suficientemente buena para que el bebé la pudiera crear, en el segundo caso la madre crea al bebé. No tengo referencias de que en el material clínico de Winnicott sea valorado como un terapeuta fálico. En todo caso esto ayuda ligeramente a interpretar como la teoría se convierte en material introyectado, identificaciones introyectadas que determinan la conducta. Paz.

2 comentarios:

maria dijo...

Gracias, porque estos días acudo a tu blog para aprender.

Quería añadir una recomendación bibliográfica sobre klein
El genio femenino: la vida, la locura,las palabras. Julia Kristeva

Hay una vista del libro en googlebooks. Tiene 3, el que trata de klein es el segundo.

Otra vez gracias

Anónimo dijo...

de cualquier manera podemos hablar de que es algo introyectado, llama la atencion, sobre todo recordando la claracion Freudiana sobre las fases de desenvolvimiento libidinal, donde dice que estas no son temporales, si no que se construyen en la adultes neurotica.