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Paz y Ciencia

miércoles, 7 de abril de 2021

Winnicott Renace

 


Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta. Psicoanalista. N° Col.: A-1324 Zaragoza. Gran Vía. Teléfono: +34 653 379 269 Página Web: Conóceme Contacta.            Instagram: @psicoletrazaragoza

(Plymouth, 1896 - Londres, 1971) Pediatra y psicoanalista británico. Estudió en la Universidad de Cambridge y, después de ejercer la pediatría durante más de cuarenta años, se especializó en psicoanálisis infantil. Centró sus estudios en la relación madre-lactante, considerada como una unidad indisoluble, y enunció la teoría del «objeto transicional». Entre sus obras destacan El niño y el mundo externo (1957), Escritos de pediatría y psicoanálisis (1958) y La consulta terapéutica y el niño (1971).

Winnicott dio del desarrollo infantil una visión que integra los procesos de transformación biológica con la elaboración psicológica que el niño hace de los mismos, proceso para el que acuñó el término self (en inglés "sí mismo"). A pesar de que no era un psicoanalista de niños, su contribución en este campo ha sido esencial y duradera. Durante algún tiempo fue discípulo de Melanie Klein, de la cual se distanció ligeramente en el momento de la disputa entre ésta y Anna Freud, hija del creador del psicoanálisisSigmund Freud. Pensador solitario, no sistemático, con intuiciones geniales, fue notablemente influido por su actividad como pediatra.

Para Winnicott no existe "un lactante", sino "un lactante con alguien": de ello se deduce que el crecimiento psicológico del individuo depende de la posibilidad de tener inicialmente a disposición un "ambiente facilitador", es decir, "cuidados maternos suficientemente buenos" que consientan el desarrollo de las potencialidades innatas. Si ese apoyo es deficitario o inexistente, el niño se encuentra expuesto a traumas a los que no consigue hacer frente ("primitivas angustias mortales" o "angustias impensables"), preludio de la evolución psicológica, o bien crea defensas más evolucionadas, a las que el autor denomina "falso Yo". En estos casos, la mente del niño puede asumir parte de las funciones maternas, es decir, el pensamiento se convierte en un sustituto de los cuidados maternos: "el niño se hace a sí mismo de madre por medio del entendimiento, de entender demasiado". La consecuencia es una grave escisión entre el "falso Yo" y el "verdadero Yo" psicosomático, "escondido y quizás perdido".

Donald Winnicott estudió el desarrollo del individuo centrando su atención en el paso del niño del estado de dependencia absoluta al de una dependencia relativa en la que acepta la existencia del "no-Yo". Esta operación fundamental se centra en la capacidad del niño para usar el "objeto transicional", constituido por un juguete, la esquina de una cubierta o cualquier otra cosa, cuya posesión constituye una actividad antidepresiva. La angustia asociada al descubrimiento del "no-Yo" vendría atenuada y elaborada por el objeto transicional, el cual constituiría la zona de la ilusión: no es "Yo" ni "no-Yo", y representa el lugar de paso de la fusión con el ambiente a la separación de éste.

El pediatra británico estableció una conexión entre el buen uso del objeto transicional y el desarrollo del juego, de la creatividad; por el contrario, un mal uso puede conducir al fetichismo, a la mentira, a la drogodependencia o a los rituales obsesivos. Otros aspectos de sus teorías recuerdan conceptos propios del pensamiento kleiniano. "La actividad social -escribe- no puede ser satisfactoria a no ser que se base en un sentimiento de culpa personal respecto a la agresión". Los trabajos más rigurosamente clínicos del autor son coherentes con el desarrollo de su pensamiento, centrándose en la función de "contención" ("holding") del analista y de su marco ("setting"), en el uso de la regresión y en la capacidad del analista de aprender de su propio paciente.

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