Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo Psicoterapeuta. Zaragoza Gran Vía 32. rcordobasanz@gmail.com Twitter: @psicoletra IG: @psicoletrazaragoza Página Web: Contacta
Nacida el 30 de marzo de 1882 en Viena, Melanie Klein es considerada la guía intelectual más importante de la segunda generación psicoanalítica mundial. Hija de un judío polaco y de una judía eslovaca, la joven Melanie nació en un ambiente cultivado; aunque poco deseada al momento de nacer y con una madre “posesiva y destructora”. Aunado a este ambiente poco alentador desde el nacimiento, el desarrollo de la joven Melanie se vio fuertemente marcado por una serie de duelos, que abarcan desde la muerte de su hermana mayor de 8 años a causa de tuberculosos cuando ella tenía solo 4 años; hasta la desaparición de su padre a los 18 años, dejándola sola frente a ésa madre tan absorvente y angustiante; otro duelo más, dos años más tarde, cuando Melanie tenía 20 años, fue el de su hermano Emmanuel fallecido a causa de enfermedad y drogas. Naturalmente, uno puede rastrear a éstos orígenes del desarrollo de Melanie gran parte de sus contribuciones teóricas posteriores y, con obviedad, el lente clínico bajo el cual examinaba a sus pacientes.
De personalidad genial aunque particularmente depresiva, Melanie se casó en 1903 (luego de dos años de relación) con Arthur Klein, apellido que conservará el resto de su vida a pesar de haberse divorciado en 1922. Siete años después de su matrimonio, en 1910, la familia se estableció en Budapest, quizá huyendo de las constantes intervenciones de Libussa (madre de Klein) quien era causante de gran parte de las desavenencias del matrimonio Klein, cuatro años después de establecerse en Budapest nace Erich, tercer vástago de Klein y a quien ella analizará junto con Hans y Melitta, sus hijos mayores, quienes constituirán las personalidades de sus casos clínicos.
En 1918 conoce a Freud en el V Congreso de la Inernational Psychoanalytical Association. Freud lee su trabajo “Nuevos caminos de la terapia psicoanalítica”, la joven Melanie Klein influida por la impresión que le dejó Freud en aquella ocasión, decide continuar su deseo de convertirse en analista. En 1919 se convirtió en miembro de la Sociedad Psicoanalítica de Budapest y con el auspicio de Ferenczi, desarrolla sus primeros trabajos sobre el tratamiento de niños. Para 1921, Klein se instaló en Berlín con la intención de integrarse al grupo de Abraham, de quien heredará gran parte de su lectura de la obra freudiana, y quien para 1924 se convertirá en su segundo analista, al mismo tiempo que la estimulaba a continuar con sus ideas originales sobre el tratamiento de niños.
Motivada en parte por la muerte de Abraham en diciembre de 1925 e invitada por Jones a establecerse en Londres, Melanie Klein deja Berlín para mudarse a la capital inglesa en septiembre de 1926; paso que abrirá el momento en que comenzó a establecerse como una de la figuras más representativas del psicoanálisis objetal. Un año más tarde en 1927 presentaba su célebre trabajo “Sobre los estadios precoces del conflicto edípico”, donde abiertamente cuestionaba las tesis freudianas de un Edipo que aparece hasta la fase fálica del desarrollo psicosexual, para plantear contenidos edípicos, de carácter diádico, parcial y pregenital, desde momentos inmediatamente posteriores al parto del neonato. Cuestión que ya desde ese momento comenzó a desatar las hostilidades, las cuales, encontraron su máxima expresión a la huida de los analistas berlineses y vieneses de los nazis, hostilidad que se concretó en 1933 con la llegada de Anna Freud y Sigmund Freud a Londres.
Para 1942, las tensiones fueron insostenibles y estalló lo que conocemos como las “Grandes Controversias”, frente a éstas Melanie Klein se hizo de una serie de seguidores que le fueron fieles, así como de detractores que se encontraron del lado de su más tangible rival: Anna Freud. Las ideas de el Edipo temprano, Yo y SuperYó tempranos (que deberían comprenderse al nivel de esbozos más que al nivel de estructuras formadas propiamente), así como su posición como analista de niños que rehusaba cualquier condición pedagógica en el tratamiento, fueron los temas que más suscitaron el quiebre de la Sociedad Psicoanalítica Británica; llegando en 1946 a una especie de acuerdo en que se consolidaron tres grupos de pertenencia: los annafreudianos, los kleinianos y los independientes.
Sin embargo, el sisma más radical lo produjo la misma Klein en 1955 cuando plantea su tesis de la envidia originaria como una extensión de la idea de pulsión de muerte. Éste planteamiento devino en una ruptura definitiva con Winnicott y Paula Heimann. Finalmente, con una serie de problemas familiares que jamás pudo resolver (una reconciliación con su hija Melitta a quien encaminó a Nueva York) Melanie Klein murió de cáncer de colon en Londres el 22 de septiembre de 1960.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
Roudinesco, Elizabeth. (2011), “Diccionario de Psicoanálisis”, Ed. Paidós.
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