Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo Y Psicoterapeuta. rcordobasanz@gmail.com Teléfono: +34 653 379 269 Online y Presencial Página Web: Conóceme. Contacta
A partir de los nuevos descubrimientos científicos, filosóficos y psicológicos de Einstein, Hersemberg y Freud, se va generando una nueva concepción del mundo, de la materia y del hombre que hasta ese momento eran fundados sobre la lógica y el determinismo. Esta óptica nueva comienza a influir en una nueva manera de pensar.
Fue el psicoanálisis una de las teorías que más sedujeron a los surrealistas, las regiones psíquicas exploradas por Freud, serían consideradas por los surrealistas como el reverso de la lógica. Es así como a través del arte exploran el inconsciente, los sueños, la locura, los delirios y las fantasías.
A los textos automáticos , se agregan los relatos de sueños; sueños que serán nocturnos y diurnos.
Dalí infunde, además, una nueva animación al movimiento, dotándolo de su método de análisis paranoico – crítico. Define a este método, como espontáneo de conocimiento irracional, basado en la objetivación crítica y sistemática de las asociaciones, e interpretaciones delirantes.
El objeto surrealista, es un objeto desplazado de su esfera habitual, es un objeto fabricado según los dictados del inconsciente, del sueño. Se trataba de la sumisión al subconsciente.
Maurice Nadeau, al respecto, dice: “Los surrealistas, seguros de su nuevo patrimonio, se consideran capaces, lanzando al mundo una cantidad ilimitada de objetos de este tipo, de ponerlos totalmente al servicio de lo subconsciente, de crear un mundo práctico, usual, en concordancia con los deseos del hombre”.
Si hay algo que el surrealismo quiso, es ver el deseo librado de ataduras, barrer con los obstáculos que perturban su realización.
A igual que el psicoanálisis consideraban al sueño como una realización del deseo y adoptan el método psicoanalítico de la asociación libre, es decir el desarrollo automático de las ideas y de su reproducción sin censura racional, moral, ni estética.
De igual modo se concebía el cine surrealista, en donde lo onírico era la base de las imágenes.
Tal es el caso de “Un Perro Andaluz”, que fue escrita a partir de los relatos de sueños de Dalí y Buñuel.
Por lo tanto el autor en el método surrealista, solo oficia en calidad de médium de una obra que se dicta desde el inconsciente
Hauser al respecto dice “Después de todo, se refugian en la racionalización de lo irracional y en la metódica reproducción de lo espontáneo” y lo continúa “Freud mismo debe haber descubierto la trampa cometida por el surrealismo. Se dice que a Salvador Dalí, que lo visitó en Londres poco antes de su muerte, le dijo: Lo que me interesa en su arte no es lo inconsciente, sino lo consciente.”
Pero por qué Freud habría dicho que solo le interesaba lo consciente de su arte?
Una de las respuestas posible es que Freud consideraba que en todo proceso creador el artista pone en juego mecanismos inconscientes, fantasías inconscientes, aún sin que el artista se lo proponga y en esto tiene mucho que ver el concepto de sublimación.
Tratar que un sueño quede reflejado en una obra de arte, es un acto consciente, porque lo que es inconsciente es el mismo sueño. Si tomamos como ejemplo al cine surrealista, sus imágenes oníricas son “como si” fueran un sueño, pero no es un sueño por lo tanto sus leyes son distintas.
Lo mismo sucede con la imposibilidad de crear una paranoia para poder elaborar una obra de arte, el método paranoico crítico de Dalí se lleva a cabo desde lo consciente y no desde lo inconsciente como es el caso de una psicosis paranoica.
Se sabe que la paranoia es un delirio de interpretación del mundo, diferenciándose del resto de las psicosis por el grado de sistematización de los delirios, que parecen ser coherentes y le permiten moverse en un mundo extraño.
Según Dalí, la paranoia – crítica es un método espontáneo de conocimiento irracional “basado en la objetivación crítica y sistemática de las asociaciones e interpretaciones delirantes”.
Pero para comprender lo inconsciente y lo onírico que toman los surrealistas del psicoanálisis, es necesario conocer como conceptualiza Freud al sueño.
E l sueño para Freud, es ante todo una manifestación del inconsciente, en donde se pone en juego un deseo reprimido. Las huellas mnémicas o representaciones alojadas en el aparato psíquico intentarán pasar hacia la consciencia pero para esto deberán burlar a la censura.
En el dormir la censurara se encuentra debilitada, por lo tanto algunas representaciones pueden llegar a la consciencia en forma disfrazadas. Este es el motivo para que el sueño aparezca como algo incoherente.
Siendo las causantes de esa deformación la condensación y el desplazamiento de las representaciones. También Freud dice que el sueño tiene un contenido latente y uno manifiesto. El latente es lo que no recordamos, lo que se mantendrá inconsciente, y solo se puede aproximar a través de las asociaciones libres; el otro contenido, el manifiesto, es lo que recordamos cuando despertamos, en la consciencia.
En este sentido los surrealistas ponían de manifiesto este último contenido, apareciendo con imágenes deformadas y sin sentidos aparente.
Estas leyes de desplazamiento y condensación, serán reemplazadas por Lacan por las leyes del lenguaje: la metonimia y la metáfora, respectivamente.
Podemos recordar los contenidos metafóricos de las obras surrealistas.
Los surrealistas sostenían que había que dejar el deseo aflore sin ataduras.
Pero Freud en su texto “El poeta y la fantasía” sostenía que los poetas reemplazan los juegos infantiles por la fantasía, siendo la fantasía una realización de deseo, un acontecimiento presente evoca un recuerdo relacionado con el deseo. En este sentido la literatura sería, para Freud, una realización de deseo. El arte mismo sería mediador entre la fantasía y la realidad.
Además estos intentos de satisfacer deseos tienen que ver con un impulso sexual inconsciente que en su necesidad de adaptarse a la realidad, estos impulsos reprimidos se dirigen a objetos sustitutos del objetivo sexual. Cuando esta actividad sustitutiva y compensadora tiene una aprobación y una utilización social, se produce la sublimación, en donde la creación artística es uno de sus principales exponentes.
En este sentido, tomar conceptos como deseos, sueños, fantasías, etc. no es patrimonio solamente de los surrealistas, ya que para Freud en toda obra de arte se ponen en juego estos componentes íntimamente ligados al inconsciente.
De el encuentro entre Dalí y Freud es muy poco lo que se sabe, pero en un reportaje a Dalí decía lo siguiente: “Un día (Freud), pretendió ante mi, que los surrealistas no le interesaban. Y como me asombré, sabiendo de que manera se fundamentaban en él, me dijo: ‘Prefiero los cuadros en los que no hallo ninguna huella aparente de surrealismo. A esos sí, los estudios. Allí encuentro tesoros del pensamiento subconsciente’.”
Freud siempre tuvo cautela en la aplicación del psicoanálisis al arte, por que acarrearía graves reducciones.
Cuando Dalí se refirió a su cuadro “El espectro de la libido”, decía que se había propuesto hallar un sinónimo de la iconografía freudiana. Justamente se ha acusado al surrealismo de que gran parte de sus obras tienden a reducir el descubrimiento freudiano a iconografías.
En Buñuel podemos encontrar iconos a interpretar, aún cuando sus películas habían tomado un camino distinto al surrealismo.
Mas allá de los intentos de los surrealistas por mostrar el inconsciente al desnudo, lograron construir una estética muy particular y que aún sigue sorprendiendo por su originalidad.
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