"NO ESTAMOS LOCOS"
Los síntomas más típicos de la enfermedad se tienen que saber y entender para valorar en qué momento de su evolución está la persona:
TRASTORNOS DEL PENSAMIENTO: El pensamiento pierde fluidez y coherencia, resultándole al paciente casi imposible concentrarse o utilizar su mente para operaciones sencillas, manifestando en la práctica que se dicen cosas sin sentido.
FALSAS CREENCIAS: Son los denominados delirios, "creencias falsas", ideas absolutamente falsas que el enfermo considera verdades ciegamente, con certeza; es imposible razonar al respecto, como con un niño. Es lo denominado "paranoia".
ALUCINACIONES: Consiste en percibir cosas, sonidos o sensaciones que en realidad no existen. Oír voces (que dan ordenes, por ejemplo), ver objetos inexistentes, oler cuando no huele nada y pensar que le están envenando la comida.
NEGACIÓN DE LA ENFERMEDAD. NO TIENEN CONCIENCIA DE TENER PROBLEMAS: "Falta patológica de autocrítica". Es uno de los síntomas que más daño da al paciente, familiares y profesionales. En algunos casos, no toman medicación porque creen no necesitarla.
ALTERACIÓN DEL SENTIDO DE SÍ MISMO: La persona siente que algo ha cambiado en su cuerpo, que ya no es la de antes, que no están claros los límites entre uno mismo y el mundo en el que se vive. Muchas veces se manifiestan en lo llamado "signo del espejo", por el cual el paciente cuenta que al verse en el espejo se ve muy cambiado, inclusive decir en qué rasgos es diferente. Pueden llegar a defender los miembros no le pertenecen o que por dentro está vacío.
CAMBIO EN LAS EMOCIONES: La afectividad en términos generales da un gran cambio, generándose alteraciones de las emociones sin motivo, con cambios en el afecto hacia sus familiares, amigos y conocidos. Puede perder totalmente el interés en lo que le rodea, tener una cara inexpresiva, ausencia casi total de sentimientos y poco interés por lo que les rodea.
También podemos encontrarnos con emociones que no tienen que ver con los acontecimientos concretos, como llorar en una situación feliz y viceversa.
AISLAMIENTO: También conocido como la palabra autismo (no confundir con dicha enfermedad), es una conducta en la que la persona se encierra en sí mismo y su mundo interior, rompiendo la conexión con el mundo externo y abandonando todos los contactos que pudiera tener; por ejemplo no salir de casa.
FALTA DE MOTIVACIÓN: El paciente se encuentra absolutamente desmotivado por hacer nada aunque sea algo sencillo, por ejemplo asearse o poner una lavadora, llegando a perder el interés por vivir.
ANGUSTIA Y DEPRESIÓN: Al comienzo de la enfermedad el paciente se encuentra sumamente inquieto y ansioso. Es la angustia, sentimiento de que algo grave está ocurriendo y de que nada puede evitarlo. Asimismo pueden aparecer sentimientos depresivos en esas fases, que pueden inducir al paciente al suicidio. Estos síntomas aunque existen, no son por supuesto típicos de la esquizofrenia. Podíamos decir que el trastorno límite de la personalidad tiene semejanzas.
Los síntomas citados no tienen por qué aparecer en todas las personas con esquizofrenia ni presentan la misma intensidad en unos y otros, pero lo que sí es cierto es que su aparición rompe bruscamente la vida del paciente y le impide en un gran porcentaje de casos llevar una vida "normal", parecida a la de antes, hasta que remite parcialmente con los años, hasta que la fase aguda desaparece parcialmente.
Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo Zaragoza. Zona Centro. 653 379 269.
Bibliografía: "No estamos locos. Desmontando el estigma de la esquizofrenia". Dr. José Cabrera Forneiro
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