En defensa de Jonáspor I.O. |
Los Servicios Sociales están haciendo mucho, muchísimo daño, a un bebé lactante. Una vez más. Está pasando, sigue pasando. No exagero. Por ello comparto esta historia y os pedimos ayuda para lograr que se resuelva favorablemente lo antes posible.
Jonás es un bebé deseado, querido y amamantado. El pasado mes de noviembre ingresó en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz en estado de desnutrición, cuya causa probable parece una anemia de origen congénito. El caso es que durante su ingreso su madre permaneció junto a él en todo momento y siguió ofreciéndole el pecho a demanda y teniéndole en brazos a menudo. En su historial los profesionales anotaron entre otras cosas:
“la madre le da lactancia … está con el pecho permanentemente metido, no atiende a razones”, “la madre no hace caso y le da el pecho cuando quiere”. El bebé “se encuentra irritable cuando no está su madre, no sonríe” o “irritable cuando se va la madre y durante toda la noche que no ha parado de llorar”. “Ha perdido la vía central probablemente porque la madre lo coge constantemente, a pesar de las indicaciones en contrario……no debe de cogerse en brazos por ser un niño con mucha dificultad de cogerle vía o analítica”. “La madre no consiente quitarse al niño del pecho…Al día siguiente la madre continúa cogiendo al niño constantemente y poniéndoselo al pecho”.
Tras veinte días de ingreso y varias desavenencias, en el momento de darle el alta, los servicios sociales decidieron que el menor se encontraba en una situación de desamparo. El 18 de diciembre se otorgó el acogimiento provisional a unos tíos paternos, estableciendo que sus padres podrían verle “ en visitas de dos horas semanales tuteladas por sus acogedores”. En resumen, los servicios sociales decidieron que un bebé de once meses fuera destetado de forma brusca y probablemente irreversible. Me parece una agresión enorme.
Pocos días después emití un informe en el que expresé que:
- Para un bebé lactante de diez meses, verse separado de su madre de forma forzada y afrontar una suspensión brusca y no deseada de la lactancia materna supone un daño importante que puede tener secuelas psíquicas y físicas.
- Cualquier dificultad que se haya podido percibir en la relación materno filial no justifica la separación, por el contrario cualquier opción terapéutica de ser precisa debería ser conjunta para la madre y el bebé, en un contexto de respeto hacia la díada y reconociendo siempre los logros de esta madre que está criando y amamantando a su ebé que por otra parte se encuentra enfermo.
- Por todo ello, de cara a finalizar ese sufrimiento y evitar las secuelas es urgente que la separación finalice inmediatamente y se permita retomar y mantener la lactancia materna a demanda.
No sirvió, Jonás ha seguido separado de sus padres, ha cumplido un año y en las visitas de dos horas semanales en las que se le permite estar con ellos estos observan un cambio dramático en su interacción, como era previsible. Lo peor es que los expertos en vinculo infantil sabemos que esas separaciones bruscas y prolongadas de las figuras de apego dejan secuelas muy importantes en los niños pequeños e interfieren seriamente en el desarrollo de su personalidad.
En el informe pericial más reciente realizado por un excelente pediatra se concluye que Jonás no ha presentado ni presenta, situación de abandono por parte de sus progenitores. Se detalla:
- El paciente Jonás nació mediante parto domiciliario sin incidencias. Su madre presentó un adecuado control del embarazo, realizando estudios analíticos y de imagen que aseguraban el bienestar de la díada. A la edad de 10 meses los padres demandan asistencia médica preocupados por el bienestar de salud de su hijo y permiten que se lleven a cabo todas las medidas diagnósticas y terapéuticas necesarias para la resolución del proceso. No se observa en la historia clínica ningún dato que permita confirmar que Jonás se encontraba en situación de riesgo social. No se sigue el algoritmo de actuación establecido por la AEPED para situaciones de riesgo social. En estas circunstancias lo indicado hubiera sido el alta al domicilio tras resolución del proceso clínico o, en todo caso, un seguimiento por parte de los Servicios Sociales. En la actualidad la separación de madre e hijo a una edad tan vulnerable, puede implicar un riesgo de salud mental y física para el menor.
Podeis firmar la petición en change para que Jonás regrese con sus padres.
También escribir cartas de apoyo a Jonás solicitando que se respete su derecho a ser amamantado a:
Dña María José Sánchez Rubio
CONSEJERA DE IGUALDAD Y POLÍTICAS SOCIALES DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA
Avda. de Hytasa, nº 14
41071 - Sevilla
CONSEJERA DE IGUALDAD Y POLÍTICAS SOCIALES DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA
Avda. de Hytasa, nº 14
41071 - Sevilla
Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta. Zaragoza (Zona Centro)
653 379 269
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