Término que acuñó Carl Wernicke. Consideró a la ansiedad psicótica como distinta a la de la melancolía afectiva y distinta de la perplejidad de determinadas psicosis. La ansiedad psicótica se acompañaba de alucinaciones, delirios y de agitación psicomotriz.
Por citar una superstición sostenida hasta hace poco entre nuestros gauchos, se atribuía la histeria a lamirada del "basilisco", viborita de un sólo ojo que nacía de los huevos de gallina vieja y se metía en los ranchos. Eltratamiento consistía en mantener la mirada fija en la nidada a través de un espejo: un evidente mecanismohipnótico.Son innumerables las leyendas como la de este ejemplo. Cualquier investigador curioso de la psiquiatríafolklórica puede constatar las formas actuales de vigencia de viejos y nuevos mitos en escuelas espiritistas, centrosde meditación, curanderos y aun profesionales que suelen popularizarse cada tanto con recursos que oscilan entre elmisticismo abierto y la utilización pueril de nociones tomadas de la divulgación de conceptos científicos.El 9 de octubre de l822 tiene lugar en la Sala de Representantes un debate que sería el primero en nuestropaís sobre Salud Mental. Lo motiva el asunto de la monja Sor Vicenta Alvarez, recluida en el convento de lasCatalinas
"y víctima de una convulsión histérica, o sea frenesí"..."como había sido castigada con cepo y calabozose promueve una investigación"
y se concluye lo siguiente:...
"En una época en donde se han hecho tantas y tanbellas aplicaciones de la metafísica a la medicina, y en que las enfermedades del espíritu se han estudiado filosóficamente, casi del mismo modo que las del cuerpo, es por demás decir que la razón y la experienciaconspiran a señalar que el único tratamiento capaz de curar a la enferma de que se trata: tal es el tratamientomoral..."Satisfacer sus deseos deberá ser la primera indicación, la exclaustración"
. El 21 de octubre la monja saliódel monasterio y fue entregada a su madre.El primer trabajo de psiquiatría escrito y publicado en el país fue la tesis sobre manía aguda de DiegoAlcorta, en 1827. Discípulo de Cosme Argerich, y con el clima de progreso de la época de Rivadavia, ganó prontouna cátedra preocupándose por enseñar una psicología científica, de corte fisiológico.Cuando la psiquiatría se convirtió en ciencia lo hizo bajo líneas positivistas: durante todo el siglo pasadoenfermedad fue organicidad. El postulado dominante, de Griessinger, fue: las enfermedades mentales sonenfermedades del cerebro.El estudio de los pacientes se hizo sobre el modelo semiológico de la medicina general. De un modoaislado, se estudiaron las funciones del cerebro que pueden perturbarse por separado o asociadamente, según sulocalización en el órgano y la extensión de la lesión.Los síntomas decían de la falla del órgano como en un enfermo del hígado, por ejemplo, perdiéndosetotalmente la personalidad del paciente en la atomización. Lo esencial del trabajo científico consistía en localizar lalesión, como lo intentaron Meynert y más tarde Wernicke o Kleist.Este lineamiento fisiológico daba también su sentido a la psicología de esta época, imperando en ella elestudio de las funciones aisladas y sobre todo la medida de su rendimiento.Una historia clínica típica consignaba por separado los antecedentes de la enfermedad y luego datos sobre el estado de la conciencia, atención, percepción, pensamiento, juicio, inteligencia, memoria, etc. Kraepelin, quizá el más grande de los psiquiatras taxonómicos, cuyas nosografías se usan todavía, fundaba su trabajo en la agrupación de signos y síntomas en grandes grupos de sindromes para la búsqueda de su lesión nespecífica. Aunque tuvo que señalar que le era cada vez más difícil relacionar cada cuadro con la alteración orgánica correspondiente. En la epicrisis de Isabel de R., escribía Freud:
"... a mí mismo me causa singular impresión el comprobar que mis historiales clínicos carecen por decirlo así, del severo sello científico y presentan más bien un aspectoliterario, pero me consuelo pensando que este resultado depende por completo de la naturaleza del objeto y no demis preferencias personales. El diagnóstico local y las reacciones eléctricas carecen de toda eficacia en la histeria, mientras que una detallada exposición de los procesos psíquicos, tal y como estamos acostumbrados a hallarla en la literatura me permite llegar, por medio de contadas fórmulas psicológicas, a cierto conocimiento del origen de una histeria".
El análisis psicológico de la persona, como lo entendemos hoy en día, pertenecía al campo de la literatura.La investigación de la motivación de la conducta humana no tenía cuerpo científico. La comprensión del sujeto dela vida psíquica, fuera esta normal o anormal, había sido encarada más profundamente por escritores como Cervantes, Shakesperare o , Dostoievsky que por psiquiatra alguno. El pensamiento médico estaba dominado por un determinismo basado en lo constitucional, y se extendía en el estudio de tipologías hereditarias deel carácter, ancladas en lo biológico.
El psicopatólogo no puede ser verdaderamente científico sin una sólida base epistemológica. No podríadiferenciar nunca una teoría de un disparate, o por el contrario, llegaría a desconfiar de sus descubrimientos comoobservaciones sin valor.La epistemología es la ciencia que estudia la producción del conocimiento científico. Al investigar las leyesque rigen la ciencia, regula las diferencias entre ésta y los saberes precientíficos.La ciencia es trabajo porque para aprehender su objeto debe ejercer sobre él determinada energía, ciertoesfuerzo que tiende a producir una transformación en lo desconocido. Este esfuerzo será tanto mayor cuanto mayorsea la resistencia (complejidad) del objeto de estudio.así como la resistencia de los objetos físicos obligó a la humanidad a desarrollar aparatos y técnicas deobservación capaces de multiplicar la eficacia limitada de los órganos sensoriales, y debió hacerlo de formasespecíficas para cada objeto de estudio; así también la investigación psicopatológica hubo de crear
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